La fluctuación hormonal, los cambios físicos y las preocupaciones diarias pueden provocar emociones difíciles para algunas personas embarazadas. Su bienestar mental es tan importante como su salud física. Por ejemplo, una depresión no tratada puede hacer que sea difícil comer bien o acudir a las citas prenatales, y eso puede afectar de forma negativa a la salud del bebé.
Si siente tristeza o agobio, no espere a pedir ayuda. Hable de sus sentimientos con su familia, amigos y médicos. En Kaiser Permanente, no hay una persona equivocada a la que acudir. Cualquiera de los miembros de su equipo de atención puede orientarle hacia una opción de atención adecuada para usted.
Este es un momento importante para cuidar su salud mental. Los problemas emocionales durante y después del embarazo pueden hacer que sea difícil adaptarse a los cambios en su vida, ya sea dormir poco o tener dificultades para alimentar al bebé. Las personas que tienen problemas con el uso de sustancias o una adicción pueden encontrarse en una situación especialmente vulnerable durante este periodo. Recibir apoyo les ayuda a usted y a su bebé a mantenerse seguros.