Generalidades de la afección
¿Qué es el cáncer de testículo?
El cáncer de testículo se produce cuando las células que no son normales crecen en forma descontrolada en los testículos. Tiene altas probabilidades de curarse, especialmente cuando se detecta en forma temprana.
Los testículos son dos órganos sexuales masculinos que producen y almacenan los espermatozoides. Están ubicados en una bolsa debajo del pene, que se llama escroto. Los testículos también producen la hormona testosterona.
El cáncer de testículo es raro. Pero es el cáncer más común en los hombres jóvenes.
La mayoría de los cánceres de testículo comienzan en las células que producen espermatozoides. Estas células se llaman células germinativas. Los dos tipos principales de cánceres testiculares de células germinativas son los seminomas y los no seminomas. Los seminomas crecen y se diseminan lentamente y responden a la radioterapia. Los no seminomas crecen y se diseminan más rápidamente que los seminomas. Hay varios tipos diferentes de cáncer no seminoma.
Este tema cubre cáncer seminoma y no seminoma. No cubre cánceres testiculares de células no germinativas, como los tumores de células de Leydig.
¿Cuál es la causa del cáncer de testículo?
Los entendidos no saben cuál es la causa del cáncer de testículo. Pero algunos problemas, tales como tener un testículo no descendido o el síndrome de Klinefelter, pueden aumentar el riesgo de un hombre de tener este cáncer. La mayoría de los hombres que padecen cáncer de testículo no tienen ningún factor de riesgo.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas más comunes de cáncer de testículo incluyen:
- Un bulto o inflamación en el escroto que puede doler o no.
- Una sensación de pesadez en el escroto.
- Un dolor sordo o una sensación de presión en la parte inferior del abdomen o en la ingle.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de testículo?
La mayoría de los hombres detectan el cáncer de testículo ellos mismos por casualidad o durante un autoexamen. O bien, un médico puede detectarlo durante un examen físico de rutina.
Debido a que otros problemas pueden causar síntomas como los del cáncer de testículo, su médico puede pedir pruebas para averiguar si tiene otro problema. Estas pruebas pueden incluir análisis de sangre y exámenes de diagnóstico por imágenes de los testículos, como una ecografía o una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés).
Si estas pruebas indican señales de cáncer, se lo operará para extirpar el testículo. La cirugía es la única manera de saber con certeza si usted tiene cáncer de testículo y la clase de cáncer que tiene. Esta información también ayuda a planificar cualquier otro tratamiento que pueda necesitar.
¿Cómo se trata?
Para algunos hombres, es posible que todo lo que se necesite sea una operación para extirpar el testículo. El tipo y la etapa del cáncer ayudarán a su médico a saber si usted necesita más tratamiento.
El tratamiento después de la cirugía puede incluir vigilancia, quimioterapia o radioterapia. Suele utilizarse la quimioterapia para el cáncer que se ha propagado a otras partes del cuerpo. En algunos casos, se utiliza la cirugía para extraer ese tipo de cáncer.
¿Cómo lo afectará tener cáncer de testículo?
En la mayoría de los casos, extirpar un testículo no causa problemas sexuales a largo plazo ni le impide engendrar. Pero si tenía estos problemas antes del tratamiento, la cirugía puede empeorarlos. Y otros tratamientos para el cáncer pueden volverlo estéril. Quizá desee pensar en guardar semen en un banco de semen. Hable con su médico si tiene preguntas o inquietudes sobre problemas sexuales o sobre si puede engendrar hijos.
Algunos hombres eligen ponerse un testículo artificial o prostético. Un cirujano coloca el testículo artificial en el escroto, para mantener el aspecto normal de los genitales.
Herramientas de salud
Las Herramientas de salud le permiten tomar decisiones acertadas sobre salud o tomar medidas para mejorar su salud.
Causa
Los entendidos no saben cuál es la causa del cáncer de testículo. Pero algunos problemas, tales como tener un testículo no descendido o el síndrome de Klinefelter, pueden aumentar el riesgo de un hombre de tener este cáncer. La mayoría de los hombres que padecen cáncer de testículo no tienen ningún factor de riesgo.
Síntomas
Los síntomas comunes de cáncer de testículo incluyen:
- Una inflamación o un bulto en uno o ambos testículos. Puede que tenga o que no tenga dolor en los testículos o el escroto.
- Una sensación de pesadez en el escroto.
- Un dolor sordo o una sensación de presión en la parte inferior del abdomen o en la ingle.
A veces, estos síntomas pueden ser causados por otros problemas, como un hidrocele o epididimitis.
Síntomas del cáncer de testículo avanzado
El cáncer de testículo que se ha propagado (metastatizado) más allá de los testículos y de los ganglios linfáticos regionales hacia otros órganos puede causar otros síntomas según la zona del cuerpo afectada. Los síntomas de un cáncer de testículo en etapa tardía pueden incluir:
- Dolor sordo en la parte baja de la espalda y el abdomen.
- Falta de energía, sudoración sin un motivo claro, fiebre o una sensación general de enfermedad.
- Falta de aire, tos o dolor en el pecho.
- Dolor de cabeza o confusión.
Qué sucede
En la mayoría de los casos, la primera señal de cáncer de testículo es un cambio en el tamaño o en la forma de uno o ambos testículos. Este cambio no suele causar dolor, aunque puede haber dolor. Si no se nota o no se trata, el cáncer de testículo puede propagarse (metastatizarse) a otras zonas del cuerpo.
Después de que se le diagnostique cáncer de testículo, usted y su médico comenzarán a planificar su tratamiento. Casi todos los hombres con cáncer testicular se someten a una cirugía. Tras la cirugía, quizá tenga otros tratamientos si es necesario. Esto depende de sus decisiones, del tipo de células involucradas y de la etapa del cáncer.
El cáncer de testículo es una de las formas de cáncer más curables, sobre todo durante las etapas tempranas. Si tiene síntomas de cáncer de testículo, consulte al médico tan pronto como sea posible.
Qué aumenta el riesgo
Varias cosas pueden aumentar sus probabilidades de tener cáncer de testículo. Estos factores de riesgo incluyen:
- Un testículo no descendido. Es un testículo que no se ha desplazado (descendido) desde el abdomen al escroto.
- El síndrome de Klinefelter. Este es un trastorno genético que afecta a los hombres.
- Antecedentes personales o familiares de cáncer testicular.
La mayoría de los hombres que contraen cáncer de testículo no tienen ningún factor de riesgo conocido.
Cuándo pedir ayuda
Llame a su médico tan pronto como sea posible si tiene algún síntoma de cáncer de testículo, entre los que se incluyen:
- Una inflamación o un bulto en uno o ambos testículos. Puede que tenga o que no tenga dolor en los testículos o el escroto.
- Una sensación de pesadez en el escroto.
- Un dolor sordo o sensación de presión en la parte baja del abdomen o en la ingle.
Vigilancia
Algunos tipos de cáncer testicular en etapa temprana se manejan exitosamente con una estrategia posoperatoria de "esperar y observar". Esta opción consiste en exámenes frecuentes, así como análisis de sangre y pruebas de diagnóstico por imágenes para vigilar su estado. La vigilancia quizás le permita evitar los efectos secundarios a causa de otros tratamientos de seguimiento, tales como quimioterapia y radioterapia.
A quién consultar
Los profesionales de la salud que pueden evaluar sus síntomas y su riesgo de tener cáncer de testículo incluyen:
Los profesionales de la salud que pueden manejar su tratamiento para el cáncer incluyen:
Exámenes y pruebas
Si se sospecha cáncer de testículo, su médico le hará algunas pruebas. Las pruebas pueden incluir:
- Ecografía testicular. Esta prueba puede utilizarse para descartar otras posibles causas de un testículo agrandado o doloroso, antes de extirpar el testículo.
- Análisis de sangre. Suelen hacerse para medir los niveles de estos marcadores tumorales en la sangre:
- Exámenes de diagnóstico por imágenes, como radiografías (o rayos X) de pecho y tomografías computarizadas (CT) del pecho, el abdomen y la pelvis.
Si la ecografía y los análisis de sangre sugieren cáncer de testículo, un médico extirpará quirúrgicamente el testículo afectado. Se analizará para detectar cáncer. Si se detecta cáncer, quizás le hagan otras pruebas, tales como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas (MRI, por sus siglas en inglés), para determinar la etapa del cáncer.
Exámenes y pruebas periódicas
Durante su tratamiento del cáncer de testículo, su médico establecerá un minucioso programa de seguimiento para supervisar su recuperación, especialmente si está bajo vigilancia. Estos exámenes y estas pruebas pueden continuar por varios años. Además de los exámenes físicos, su programa de seguimiento puede incluir:
- Exámenes periódicos de diagnóstico por imágenes, como radiografías de pecho o tomografías computarizadas.
- Análisis de sangre para revisar los niveles de marcadores tumorales en la sangre. Los niveles de marcadores tumorales que sean estables o que aumenten después de haberse tratado pueden ser una señal de más cáncer.
Detección temprana
El autoexamen testicular puede ayudar a detectar el cáncer de testículo. Estos cánceres pueden descubrirse primero como un bulto indoloro o un testículo agrandado durante un autoexamen.
Algunos médicos recomiendan que los hombres de 15 a 40 años de edad se hagan autoexámenes testiculares (TSE, por sus siglas en inglés) mensualmente. Pero muchos médicos no creen que un TSE mensual sea necesario para los hombres que corren un riesgo promedio de cáncer de testículo. Un TSE mensual puede ser recomendable para los hombres que corren alto riesgo de este tipo de cáncer. Esto incluye a hombres que tienen antecedentes de un testículo no descendido o antecedentes familiares o personales de cáncer de testículo.
Generalidades del tratamiento
Si se le diagnostica cáncer de testículo, su médico le explicará el tipo de cáncer que tiene, si se ha propagado más allá del testículo (metastatizado) y las posibilidades de curarlo. Usted y su médico hablarán de las opciones de tratamiento y los posibles resultados de esos tratamientos. El cáncer de testículo es altamente curable, sobre todo cuando se diagnostica en una etapa temprana.
Si el cáncer no se trata en sus etapas incipientes, puede que se propague (metastatice) a los ganglios linfáticos y los pulmones, el hígado, el cerebro y los huesos. Pero, a menudo, el cáncer testicular que se ha diseminado aún puede tratarse exitosamente.
Algunos tratamientos para el cáncer aumentan su riesgo de esterilidad. A menos que esté seguro de que no quiere procrear un hijo en el futuro, hable con su médico de cómo almacenar semen antes de todo tratamiento para el cáncer testicular.
El tratamiento comienza con una cirugía (orquiectomía) para extirpar el testículo afectado. Después de la cirugía, dependiendo del tipo de células cancerosas presentes y si el cáncer se ha diseminado a otras zonas de su cuerpo (etapa), es posible que solo requiera vigilancia. O es posible que necesite tratamiento adicional.
La mayoría de los cánceres testiculares son o seminomas o no seminomas. La diferencia principal entre los dos es que los seminomas crecen y se diseminan lentamente y responden a la radioterapia. Los no seminomas crecen y se diseminan más rápidamente que los seminomas. No responden a la radiación.
El Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) brinda información adicional acerca del cáncer de testículo en www.cancer.gov/cancertopics/types/testicular.
Seminomas
Los seminomas son la clase de cáncer de testículo que crece y se extiende lentamente. Después de la cirugía, los tratamientos pueden incluir:
Para los seminomas que están más avanzados (cánceres en etapa II o etapa III), los tratamientos comienzan con una cirugía (orquiectomía) y pueden incluir radiación, quimioterapia o quimioterapia en combinación. Después de la quimioterapia, es posible que las masas de tejido que queden tengan que extirparse con una operación.
No seminomas
Los no seminomas son la clase de cáncer de testículo que crece y se extiende más rápidamente que los seminomas. No responden bien a la radioterapia. Después de la cirugía, los tratamientos pueden incluir:
Para los no seminomas que están más avanzados (cánceres en etapa II o etapa III), los tratamientos comienzan con cirugía (orquiectomía) y pueden incluir una cirugía para extirpar los ganglios linfáticos, quimioterapia o quimioterapia en combinación. Después de la quimioterapia, si es posible, se extirpará cualquier masa de tejido que quede.
Opciones de tratamiento
Si se le detectó temprano el cáncer, puede que tenga opciones con respecto al tratamiento posterior. Hable con su médico de los riesgos y posibles efectos secundarios de cada opción de tratamiento.
Atención de seguimiento
Tras el tratamiento, es importante recibir atención de seguimiento. Esta atención puede conducir a la detección y el manejo tempranos del cáncer recurrente. Su programa de seguimiento regular puede incluir:
- Exámenes físicos.
- Estudios por imágenes, incluyendo radiografías, tomografías computarizadas (CT, por sus siglas en inglés) y resonancias magnéticas (MRI, por sus siglas en inglés).
- Análisis de sangre para revisar los niveles de marcadores tumorales. Los niveles de marcadores tumorales estables o en aumento después del tratamiento pueden indicar que aún hay cáncer o que ha regresado. Quizás requiera más tratamiento.
Un diagnóstico de cáncer testicular significa que usted va a ver a su médico con regularidad por muchos años. Es una buena idea formar una relación duradera basada en la confianza y el intercambio de información. Su médico puede darle consejos sobre los cambios que debe hacer en su vida para ayudar a que el tratamiento tenga éxito.
Cáncer que ha vuelto
El cáncer de testículo que ha reaparecido (recurrente) puede descubrirse durante un examen físico, por medio de un examen por imágenes o como resultado del aumento de los niveles de marcadores tumorales. En algunos casos, el cáncer recurrente puede tratarse con éxito. Esto es especialmente cierto si el cáncer se ha propagado solamente a los ganglios linfáticos en la pelvis, el abdomen o en la espalda baja y la pelvis.
El cáncer de testículo recurrente puede tratarse con quimioterapia, cirugía para extirpar los ganglios linfáticos o radiación. La quimioterapia puede ser seguida de una cirugía para extirpar todo cáncer que quede.
Cuidados paliativos
Los cuidados paliativos son un tipo de atención para las personas que tienen una enfermedad grave. Son diferentes de los cuidados que recibe para curar su enfermedad. Su meta es mejorar la calidad de vida, no solo en el cuerpo, sino también en la mente y el espíritu. Usted puede usar este tipo de cuidados junto con el tratamiento para curar su enfermedad.
Los proveedores de cuidados paliativos se esforzarán por ayudar a controlar el dolor o los efectos secundarios. Pueden ayudarle a decidir qué tipo de tratamiento desea o no desea tener. Y pueden ayudar a que sus seres queridos comprendan cómo brindarle apoyo.
Si le interesa recibir cuidados paliativos, hable con su médico.
Para obtener más información, vea el tema Cuidados paliativos.
Cuidados al final de la vida
Para algunas personas que tienen cáncer avanzado, llega un momento cuando el tratamiento para curar el cáncer ya no parece una buena opción. Esto puede ser debido a que los efectos secundarios, la duración y los costos del tratamiento son mayores que la promesa de obtener una cura o alivio. Pero usted aún puede recibir tratamiento para que esté lo más cómodo posible durante el tiempo que le queda. Usted y su médico pueden decidir cuándo puede estar listo usted para cuidados paliativos al final de la vida.
Para obtener más información, vea los temas:
Prevención
No existen formas comprobadas para prevenir el cáncer de testículo.
Cuidado personal
El tratamiento en el hogar puede ayudarle a manejar los efectos secundarios que pueden ocurrir a causa de su tratamiento. Algunos tratamientos para el cáncer testicular, como la quimioterapia o la radiación, pueden tener efectos secundarios serios. Asegúrese de seguir todas las instrucciones y tomar los medicamentos que le haya dado su médico.
Maneje los efectos secundarios
- El tratamiento en el hogar para las náuseas o el vómito incluye prestar atención y tratar las señales tempranas de deshidratación, como sequedad en la boca o sensación de aturdimiento cuando se pone de pie. Consumir comidas más pequeñas puede ayudar. Y también un poco de dulces de jengibre o té de jengibre.
- El tratamiento en el hogar para la diarrea incluye permitir que descanse el estómago y estar alerta a señales de deshidratación. Consulte con su médico antes de usar cualquier medicamento sin receta para la diarrea.
- El tratamiento en el hogar para el estreñimiento incluye hacer ejercicio ligero junto con el consumo adecuado de líquidos y una dieta rica en frutas, verduras y fibra. Consulte con su médico antes de usar un laxante para el estreñimiento.
- El tratamiento en el hogar para la fatiga incluye asegurarse de descansar más mientras esté recibiendo quimioterapia o radioterapia. Deje que sus síntomas sean su guía. Quizás pueda mantener su rutina habitual y solamente dormir un poco más. La fatiga suele ser peor al final del tratamiento o justo tras completar el tratamiento.
- El tratamiento en casa para el dolor incluye usar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o una terapia alternativa, como la biorretroalimentación. Asegúrese de hablar con su médico antes de usar cualquier analgésico de venta libre.
Enterarse de que tiene cáncer puede cambiar su vida. Quizás sienta que su mundo se ha dado vuelta y ha perdido todo el control. Hablar con familiares, amigos o un consejero puede ayudar mucho. Pregúntele a su médico sobre grupos de apoyo. O llame a la Sociedad Americana contra el Cáncer (American Cancer Society) (1-800-227-2345) o visite su sitio web en www.cancer.org.
Practique hábitos saludables
Los hábitos saludables, como seguir una dieta equilibrada, dormir lo suficiente y hacer suficiente ejercicio pueden ayudarle a controlar sus síntomas.
- Coma bien. Trate de seguir una dieta equilibrada para prevenir pérdida de peso y conservar su fortaleza durante el tratamiento del cáncer testicular.
- Duerma lo suficiente. Si descubre que tiene problemas para dormir, asegúrese de tener un horario regular para acostarse, hacer ejercicio durante el día, evitar consumir cafeína tarde en el día y seguir otros consejos para ayudarle a dormir con más facilidad.
Maneje sus sentimientos
- Maneje el estrés. Esto puede incluir el expresar sus sentimientos a los demás. Las técnicas de relajación, como la meditación, y los grupos de apoyo pueden ayudar también.
- Entienda la pérdida del cabello. La caída del cabello puede ser emocionalmente angustiante. Hable con su médico sobre si la caída del cabello es un efecto secundario que es de esperarse con los medicamentos que va a recibir.
- Acepte sus reacciones emocionales. Puede que sus reacciones le dificulten tomar decisiones de salud. Hable con su médico u otros de sus sentimientos.
- Comprenda lo que siente acerca de su cuerpo y su sexualidad. Sus actitudes pueden cambiar después del tratamiento para el cáncer. Quizás su médico pueda remitirlo a organizaciones que puedan ofrecer apoyo e información adicionales.
Para aprender más, vea el tema Cómo conseguir apoyo cuando tiene cáncer.
Medicamentos
La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas del cuerpo.
La quimioterapia puede causar náuseas y vómito. Su médico puede recetarle medicamentos para controlar las náuseas y el vómito para que los tome antes, durante o después de sus tratamientos.
Es posible que le den la opción de someterse a quimioterapia o a otro tratamiento. A la hora de tomar su decisión, hable con su médico acerca de los riesgos y los posibles efectos secundarios de la quimioterapia.
Opciones de medicamentos
Algunos medicamentos comunes utilizados para tratar el cáncer de testículo incluyen:
- Carboplatino. El cáncer seminoma puede tratarse con una sola dosis de este medicamento de quimioterapia.
- Quimioterapia con combinación de cisplatino. El cáncer no seminoma puede tratarse con una combinación de medicamentos de quimioterapia, tales como bleomicina, etopósido y cisplatino.
Cirugía
El cáncer testicular puede tratarse con:
- Cirugía para extirpar un testículo (orquiectomía inguinal radical). Casi todos los hombres con cáncer testicular se someten a esta cirugía.
- Cirugía para extirpar los ganglios linfáticos de la pelvis y la parte baja de la espalda (disección de ganglios linfáticos retroperitoneales, o RPLND por sus siglas en inglés). Esta puede usarse para cáncer no seminoma.
- Cirugía para extirpar otras zonas de cáncer si se ha diseminado por el cuerpo. Esta se hace para el cáncer no seminoma, ya sea antes o después de someterse a quimioterapia.
Otro tratamiento
Radioterapia
La radioterapia para el cáncer de testículo utiliza dosis altas de rayos X u otros tipos de radiación para destruir las células del cáncer. El tipo de radiación usada para tratar el cáncer de testículo es radiación de haz externo. Esto significa que la radiación proviene de una máquina fuera del cuerpo y que apunta a una parte específica de su cuerpo.
La radioterapia puede usarse para tratar el tipo seminoma de cáncer de testículo. Dado que los ganglios linfáticos de la pelvis y de la parte baja de la espalda son las zonas más comunes de metástasis del cáncer de testículo, la radiación suele concentrarse en esa zona.
Quizás pueda elegir entre radioterapia u otro tratamiento. Cuando tome su decisión, hable con su médico de los riesgos y posibles efectos secundarios de la radioterapia.
Terapias complementarias
A veces, la gente usa terapias complementarias junto con tratamiento médico para ayudar a aliviar los síntomas y efectos secundarios de los tratamientos para el cáncer. Algunas de las terapias complementarias que pueden ser útiles incluyen:
- Acupuntura para aliviar el dolor.
- Meditación o yoga para calmar el estrés.
- Masaje y biorretroalimentación para disminuir el dolor y calmar la tensión.
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Los tratamientos de cuerpo y mente como los mencionados anteriormente pueden ayudarle a sentirse mejor. Pueden hacer más fácil sobrellevar los tratamientos contra el cáncer. También pueden reducir el dolor crónico en la espalda, el dolor articular, los dolores de cabeza y el dolor de los tratamientos.
Antes de probar una terapia complementaria, hable con su médico del valor y los efectos secundarios potenciales. Informe a su médico si ya está usando alguna de esas terapias. Las terapias complementarias no pretenden tomar el lugar del tratamiento médico estándar. Pero pueden mejorar su calidad de vida y ayudarle a enfrentar el estrés y los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.
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Créditos
Revisado: 25 octubre, 2023
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
Revisado: 25 octubre, 2023
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