Una resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) es una prueba que usa un campo magnético e impulsos de energía de ondas de radio para tomar imágenes de los órganos y de las estructuras del interior del cuerpo.
En muchos casos, la MRI ofrece una información diferente sobre las estructuras del cuerpo de la que puede verse en una radiografía, una ecografía o una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés). Una MRI también podría mostrar problemas que no pueden verse con otros métodos de diagnóstico por imágenes.
Para una MRI, la zona del cuerpo que se está estudiando se coloca dentro de una máquina especial que tiene un imán potente. En algunos casos, puede usarse un tinte (material de contraste) durante la MRI para mostrar imágenes de órganos o estructuras con más claridad.
También pueden obtenerse fotografías o películas de ciertas proyecciones. La información que se obtiene de una MRI puede grabarse y almacenarse en una computadora para estudiarse con más detalle.
La MRI puede usarse para detectar problemas como sangrado, tumores, infección, obstrucciones o lesiones en el cerebro, los órganos y las glándulas, los vasos sanguíneos y las articulaciones.