Los médicos tienen pasión por ayudar a sus pacientes a mantenerse sanos. ¿Pero cómo se mantienen sanos ellos mismos? Les preguntamos a algunos médicos de Kaiser Permanente qué hacen todos los días para mantenerse fuertes mental y emocionalmente, para manejar el estrés y para sentirse óptimos.
Para nuestra sorpresa, sus consejos son bastante sencillos.
Cultivar hábitos saludables lleva tiempo, pero vale la pena
Comience por permitirse a sí mismo dedicar tiempo al cuidado personal. "A menudo nos olvidamos de que necesitamos cuidarnos", dice el Dr. Brian Linh Nguyen, médico familiar. "Por eso, trato de tomarme unos minutos para cuidar mi mente, mi cuerpo y mi espíritu de algún modo todos los días". A continuación, le damos algunas ideas para hacerlo:
Medite y reflexione
El Dr. Columbus Batiste, cardiólogo, dedica tiempo todas las mañanas a orar y meditar: "Es fácil dejarse llevar por las presiones y las exigencias de la vida. Mi rutina de la mañana me ayuda a sentirme centrado durante todo el día. Me permite bajar el ritmo y detenerme cuando la vida se vuelve desafiante o caótica, y mantener la calma en situaciones estresantes".
De hecho, las investigaciones sugieren que la meditación puede ayudar a aliviar el estrés y a mejorar el bienestar general.1 "Los pacientes que incluyen esta práctica en sus rutinas me contaron que los ayuda a tener no solo pensamientos claros, sino también propósitos claros", comenta el Dr. Batiste. "A mí me ayuda de la misma manera".
Lleve una vida activa
La actividad física ayuda a reducir el estrés tanto en el momento en que se practica como a largo plazo.2 "Hago algún tipo de ejercicio casi todas las mañanas", dice el Dr. Alex McDonald, médico familiar y de medicina deportiva. "Me ayuda a controlar el estrés y a enfrentar las dificultades durante el día".
Mover el cuerpo ayuda a calmar la mente. En un estudio, se demostró que las personas que practican actividad física presentan una reducción del 43 % en la cantidad de días con problemas de salud mental que las personas que no la practican. Cualquier tipo de actividad física puede mejorar la salud mental.3 "Siempre les digo a mis pacientes que empezar una rutina de ejercicios puede ser arduo al principio, pero los beneficios no se hacen esperar", explica el Dr. McDonald.
Practique la gratitud
Es fácil dar por hecho los aspectos buenos de la vida y dejarse llevar por pensamientos negativos, lo que puede provocar estrés y ansiedad. Centrarse con intención en los aspectos positivos puede ayudar a contrarrestar esos efectos.
"Todas las noches, mi familia y yo conversamos sobre todo lo que salió bien en el día y por qué", cuenta el Dr. Nguyen. "Compartir lo que salió bien y las cosas por las que nos sentimos agradecidos nos ayuda a mantenernos conectados con lo positivo y a no abrumarnos con lo negativo. Además, reflexionar sobre cómo nuestras acciones ayudaron a que las cosas salieran bien nos permite atraer una mayor positividad a nuestra vida. Cuanto más practicamos la gratitud, más tenemos para agradecer".
Escriba
Escribir es un hábito preferido de muchos médicos y, según diversos estudios, llevar un diario puede ayudar a reducir el estrés, aliviar los síntomas de la depresión y aumentar la resiliencia.4
"Cuando escribo mis pensamientos, logro conectar la cabeza con el corazón", comenta el Dr. Nguyen. "Escribir a mano me ayuda a calmar la parte crítica de mi cerebro y, de este modo, puedo procesar las cosas con más criterio".
El Dr. Batiste recomienda planificar y hacer listas: "Escribo lo que quiero lograr durante el día. ¿Qué actividad física haré y cuándo? ¿Qué comeré? ¿Qué tengo que hacer en el trabajo? Escribir esta lista y tachar las tareas que voy logrando me ayuda a mantenerme positivo y productivo".
Lleve una dieta saludable y equilibrada
Llevar una alimentación principalmente a base de plantas y con alto contenido de frutas, verduras, granos enteros, pescado y aceite de oliva se relaciona con el bienestar general (en inglés) y con menor riesgo de depresión.5 El Dr. McDonald sugiere planificar las comidas con antelación como ayuda para seguir una rutina de alimentación saludable: "Los fines de semana preparo comida para no tener que tomar decisiones sobre la alimentación cuando tengo mucha hambre o cuando estoy muy ocupado como para preocuparme de si la comida es saludable o no".
El Dr. McDonald también destaca la importancia del equilibrio: "Si su salud es buena en general, no hay motivos por los cuales debería prohibir ciertos alimentos. Yo personalmente procuro comer de manera saludable el 90 % del tiempo".
Recuerde que la flexibilidad es clave
Todos los médicos con los que hablamos dicen que es importante centrarse en el progreso y no en la perfección. Lo que importa realmente es que practique los hábitos saludables que funcionan para usted la mayoría de los días. Con el tiempo, comenzará a notar cómo se siente cuando los pone en práctica y cuando no.
"Personalmente, cuando no pongo en práctica estos hábitos es cuando más propenso a estresarme me siento. Esto me motiva a darle prioridad a estas actividades", comparte el Dr. Batiste. Si deja de hacer estas cosas por unos días, no se preocupe. Simplemente retome donde dejó y continúe.
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