El sol puede estar dañando su piel sin que usted lo sepa

by Kaiser Permanente |
Persona sonriente mirando por una ventana luminosa

Preparar café, desayunar, cepillarse los dientes, tomar una ducha.

A esta rutina típica de la mañana le falta algo importante: ponerse protector solar.

¿Por qué es importante usarlo todos los días? Porque es posible que el sol esté dañando su piel.

Todos sabemos que debemos usar protector solar antes de pasar mucho tiempo al aire libre. Pero los periodos breves al sol sin protección pueden acumularse con el tiempo, provocando daños visibles en la piel y un mayor riesgo de cáncer de piel.

¿Qué es el daño ocasionado por el sol? 

También conocido como “fotoenvejecimiento”, el daño ocasionado por el sol se produce cuando los rayos ultravioletas (UV) del sol envejecen la piel. Existen 2 tipos de rayos UV: UVA y UVB. Los rayos UVA dañan la piel en todos los niveles, desde la superficie hasta la capa más profunda. Los rayos UVB dañan la capa externa de la piel y el ADN, lo que puede provocar cáncer. La manera más fácil de recordar esta diferencia es que los rayos UVA envejecen la piel y los UVB la queman. La piel más oscura es menos propensa a quemarse, pero aun así, los rayos UVA pueden dañarla.

Estos son algunos signos de daños en la piel ocasionados por el sol:

  • capilares rotos, por lo general, alrededor de la nariz;
  • pérdida de elasticidad en la piel;
  • cambios en la pigmentación, como manchas de la edad y áreas amarronadas (conocidas como “melasma”);
  • manchas rojas;
  • textura irregular de la piel;
  • arrugas.

Maneras en las que el sol puede estar dañando su piel

La exposición directa al sol ocurre cada vez que usted está al aire libre sin protección. La exposición indirecta tiene lugar cuando algo, como una ventana, le protege parcialmente de los rayos del sol. Si no usa la protección solar adecuada, estas exposiciones se acumulan y causan daños permanentes.

“Las personas hacen mandados —5 minutos aquí, 10 minutos allá— o pasean al perro, y no tienen en cuenta que esos breves momentos de exposición se van acumulando”, dice Sarah Adams, MD, dermatóloga de Kaiser Permanente en el Sur de California. “De pronto se dan cuenta de que han estado al aire libre durante una hora y media, y no han usado ningún tipo de protección solar”.

Estos son algunos ejemplos de exposición indirecta al sol:

  • recorrer trayectos cortos al aire libre, como caminar desde un estacionamiento hasta un edificio;
  • estar a la sombra, por ejemplo, debajo de una sombrilla;
  • andar al aire libre en un día nublado;
  • sentarse junto a una ventana, por ejemplo, en su casa o en algún medio de transporte (automóvil, autobús, avión).

Y sí, leyó bien el último punto. Debe usar protección solar incluso cuando esté en casa todo el día si permanece junto a una ventana. Las ventanas bloquean los rayos UVB, pero no los UVA.

“Cuando atiendo pacientes en la clínica, encuentro que el fotoenvejecimiento es mayor (más manchas oscuras, más pigmentación) en el lado izquierdo del rostro”, dice la Dra. Adams. “Puedo darme cuenta de que alguien fue conductor, no pasajero, por la magnitud del daño que causó el sol en un lado de su rostro, en comparación con el otro”.

La piel puede volverse más sensible al sol si toma determinados medicamentos o se aplica ciertos productos. Así que lea las etiquetas o consulte a su médico si usa alguno de estos productos:

  • medicamentos para el acné; 
  • antibióticos, particularmente la tetraciclina;
  • píldoras anticonceptivas;
  • medicamentos para el corazón, para tratar la arritmia;
  • productos de uso tópico para la piel, como retinol, ácido glicólico y otros ácidos alfa hidroxiácidos.

Cómo proteger la piel del sol 

Use protector solar y bálsamo labial con FPS 30 o más alto todos los días para evitar el daño que ocasiona el sol. Busque una fórmula de amplio espectro, que brinde protección contra los rayos UVA y UVB. Recuerde a sus hijos usar protector a diario.

Además del rostro, recuerde aplicar protector solar en zonas como las orejas, los costados y la parte posterior del cuello, el pecho y el dorso de las manos. Y no necesita volver a aplicarse el protector durante el día si no transpira ni se mete al agua. Simplemente, inclúyalo en su rutina diaria de la mañana.

Para una mayor protección, use camisas con mangas largas y pantalones largos, un sombrero de ala ancha y anteojos de sol. También considere comprar ropa con factor de protección ultravioleta.

Limite el tiempo que usted y su familia pasan al aire libre entre las 10 a. m. y las 2 p. m., cuando los rayos solares están más fuertes. De todos modos, recuerde que hay que cuidarse de los rayos UV a cualquier hora del día. Consulte el índice actual de UV en la aplicación del tiempo de su teléfono inteligente. Si el índice es mayor que 3, debe protegerse la piel.

Al tomar estas medidas saludables, puede ayudar a prevenir la piel dañada por el sol y reducir el riesgo de cáncer de piel. 

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