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Generalidades
La mayoría de las personas han tenido un problema menor de rodilla en algún momento. La mayoría de las veces nuestros movimientos corporales no causan problemas. Pero, a veces, los síntomas pueden desarrollarse por el desgaste diario, el uso excesivo o una lesión. Los problemas y lesiones de rodilla ocurren con mayor frecuencia durante actividades deportivas o recreativas, tareas relacionadas con el trabajo o proyectos en el hogar.
Los huesos superiores e inferiores de la rodilla están separados por dos discos (meniscos). El hueso de la parte superior de la pierna (fémur) y los huesos de la parte inferior de la pierna (tibia y peroné) están conectados por ligamentos, tendones y músculos. La superficie de los huesos dentro de la articulación de la rodilla está cubierta por cartílago articular. Absorbe los golpes y proporciona una superficie lisa y deslizante para el movimiento de las articulaciones.
Los problemas de rodilla a menudo son causados por una lesión en una o más de estas partes de la rodilla. Pero pueden ser causados por cosas distintas a las lesiones. Algunas personas son más propensas a tener problemas de rodilla que otras. Muchos trabajos, deportes y actividades, envejecer o tener una enfermedad como osteoporosis o artritis aumentan sus posibilidades de tener problemas con las rodillas.
Lesiones súbitas (agudas)
Las lesiones son la causa más común de los problemas de rodilla. Las lesiones repentinas (agudas) pueden ser causadas por un golpe directo en la rodilla. O pueden ser causadas por torsión anormal, flexionar la rodilla o caer sobre la rodilla. El dolor, los moretones o la hinchazón pueden ser graves y ocurrir a los pocos minutos de la lesión. Los nervios o los vasos sanguíneos pueden pinzarse o dañarse durante la lesión. La rodilla o la parte inferior de la pierna puede sentirse entumecida, débil o fría. Puede sentir hormigueo o verse pálida o azul. Las lesiones agudas incluyen:
- Esguinces, distensiones u otras lesiones en los ligamentos y tendones que conectan y sostienen la rótula.
- Un desgarro en los amortiguadores gomosos de la articulación de la rodilla (meniscos).
- Un ligamento roto, como el ligamento cruzado anterior (LCA). El ligamento lateral interno (LLA) es el ligamento que se lesiona con más frecuencia en la rodilla.
- Rotura (fractura) de la rótula, la parte inferior del fémur o la parte superior de la tibia o el peroné. Las fracturas de rodilla son causadas con mayor frecuencia por una fuerza anormal. Los ejemplos incluyen caer sobre la rodilla, un movimiento de torsión severo, fuerza severa que dobla la rodilla y un golpe fuerte de la rodilla contra un objeto.
- Luxación de la rótula. Este tipo de lesión ocurre con mayor frecuencia en adolescentes activos y adultos jóvenes.
- Pedazos de hueso o tejido (cuerpos sueltos) de una fractura o luxación. Pueden quedar atrapados en la articulación e interferir con el movimiento.
- Luxación de la articulación de la rodilla. Esta es una lesión poco frecuente que requiere una gran fuerza. Es una lesión grave. Requiere ayuda médica de inmediato.
Lesiones por uso excesivo
Las lesiones por uso excesivo ocurren con actividades repetitivas o presión repetida o prolongada sobre la rodilla. Las rodillas pueden irritarse e inflamarse cuando sube escaleras, anda en bicicleta, trota o salta, lo que ejerce presión sobre las articulaciones y otros tejidos. Las lesiones por uso excesivo incluyen:
- Inflamación de los pequeños sacos de líquido que amortiguan y lubrican la rodilla (bursitis).
- Inflamación de los tendones (tendinitis) o pequeños desgarros en los tendones (tendinosis).
- Engrosamiento o plegamiento de los ligamentos de la rodilla (síndrome de plica).
- Dolor en la parte frontal de la rodilla por uso excesivo, lesión, exceso de peso o problemas en la rótula síndrome de dolor femororrotuliano.
- Irritación e inflamación de la banda de tejido fibroso que se extiende a lo largo de la parte externa del muslo (síndrome de la cintilla iliotibial).
Afecciones que pueden causar problemas de rodilla
Los problemas no directamente relacionados con una lesión o el uso excesivo pueden ocurrir en o alrededor de la rodilla.
- Artritis, especialmente osteoartritis (enfermedad degenerativa de las articulaciones). Esto puede causar dolor de rodilla. A menudo ocurre en el sitio de una lesión previa.
- Enfermedad de Osgood-Schlatter. Esto causa dolor, hinchazón y sensibilidad en la parte delantera de la rodilla debajo de la rótula.
- Un quiste poplíteo (o de Baker). Esto causa hinchazón en la parte posterior de la rodilla.
- Infección en la piel (celulitis), articulación (artritis infecciosa), hueso (osteomielitis) o bursa (bursitis séptica). Esto puede causar dolor y disminución del movimiento de la rodilla.
- Un problema en otra parte del cuerpo. Cosas como un nervio pinzado o un problema en la cadera a veces pueden causar dolor de rodilla.
- Osteocondritis disecante. Esto causa dolor y disminución del movimiento cuando un fragmento de hueso o de cartílago (o ambos) dentro de la articulación de la rodilla no recibe irrigación sanguínea y muere.
Tratamiento
El tratamiento para un problema o lesión de rodilla puede incluir primeros auxilios, reposo, aparatos ortopédicos, fisioterapia y medicamentos. En algunos casos, se necesita cirugía. El tratamiento depende de:
- La ubicación y el tipo de lesión y su gravedad.
- Su edad, estado de salud y nivel de actividad (como el trabajo, los deportes o pasatiempos).
Revise sus síntomas
La evaluación médica de los síntomas se basa en las partes del cuerpo que usted tiene.
- Si es transgénero o de género no binario, seleccione el sexo que coincida con las partes del cuerpo (como los ovarios, los testículos, la próstata, las mamas, el pene o la vagina) que tenga ahora en la zona donde tenga los síntomas.
- Si sus síntomas no están relacionados con esos órganos, puede elegir el sexo con el que se identifique.
- Si tiene algunos órganos de ambos sexos, es posible que tenga que utilizar esta herramienta de triaje dos veces (una vez como "hombre" y otra vez como "mujer"). Esto es para asegurarse de que la herramienta haga las preguntas adecuadas para usted.
Muchos factores pueden afectar la forma en que el cuerpo responde a un síntoma y qué tipo de atención podría necesitar. Estos incluyen:
- Su edad. Los bebés y los adultos mayores tienden a enfermarse con más rapidez.
- Su estado de salud general. Si tiene una afección como diabetes, VIH, cáncer o enfermedad cardíaca, es posible que deba prestar especial atención a determinados síntomas y buscar atención antes.
- Los medicamentos que toma. Ciertos medicamentos, como los medicamentos que previenen la formación de coágulos de sangre (anticoagulantes), medicamentos que inhiben el sistema inmunitario como los esteroides o la quimioterapia, remedios herbarios o suplementos pueden provocar síntomas o empeorarlos.
- Hechos relacionados con la salud recientes, como una cirugía o una lesión. Estos tipos de hechos pueden causar síntomas más adelante o agravarlos.
- Sus hábitos de salud y su estilo de vida, como los hábitos alimentarios y de ejercicio, el hábito de fumar, el consumo de alcohol o de drogas, los antecedentes sexuales y los viajes.
Pruebe el tratamiento en el hogar
Usted respondió todas las preguntas. En función de sus respuestas, es posible que pueda resolver este problema en el hogar.
- Pruebe el tratamiento en el hogar para aliviar los síntomas.
- Llame a su médico si los síntomas empeoran o si tiene alguna inquietud (por ejemplo, si los síntomas no mejoran como debería esperar). Es posible que necesite atención antes.
Dolor en adultos y niños mayores
- Dolor intenso (de 8 a 10): El dolor es tan fuerte que no puede soportarlo por más de algunas horas, no puede dormir y no puede hacer nada más excepto concentrarse en el dolor.
- Dolor moderado (de 5 a 7): El dolor es lo suficientemente intenso como para perturbar sus actividades normales y el sueño, pero lo puede tolerar durante horas o días. Moderado también puede significar dolor que aparece y desaparece incluso si es intenso cuando está presente.
- Dolor leve (de 1 a 4): Usted nota el dolor, pero no es lo suficientemente intenso como para perturbarle el sueño o las actividades.
Un traumatismo importante es cualquier episodio que pueda causar una lesión muy grave, como:
- Una caída desde más de 10 pies (3.1 m)[más de 5 pies (1.5 m) para niños menores de 2 años y adultos mayores de 65 años].
- Un choque en el que alguno de los vehículos involucrados fuera a una velocidad de más de 20 millas (32 km) por hora.
- Cualquier evento que cause sangrado intenso que no pueda controlar.
- Cualquier evento lo suficientemente fuerte como para producir una fractura grave en un hueso grande (como el hueso de un brazo o de una pierna).
Cuando un área se vuelve azulada, muy pálida o fría, puede significar que ha habido un cambio repentino en el riego sanguíneo del área. Esto puede ser grave.
Existen otros motivos para los cambios en el color y en la temperatura. Los moretones a menudo son azulados. Una extremidad podría ponerse azulada o pálida si la deja en una posición durante demasiado tiempo, pero regresa al color normal después de moverla. Lo que debe buscar es un cambio en el aspecto del área (se vuelve azulada o pálida) y en cómo se siente (se vuelve fría al tacto), y este cambio no desaparece.
Dolor en niños menores de 3 años
Puede ser difícil saber cuánto dolor siente un bebé o un niño pequeño.
- Dolor intenso (de 8 a 10): El dolor es tan fuerte que el bebé no puede dormir, no puede estar cómodo y llora constantemente sin importar lo que usted haga. Es posible que el bebé patee, cierre los puños o haga muecas.
- Dolor moderado (de 5 a 7): El bebé está muy molesto, se aferra mucho a usted y podría tener problemas para dormir, pero responde cuando usted intenta calmarlo.
- Dolor leve (de 1 a 4): El bebé está un poco molesto y se aferra un poco a usted, pero responde cuando usted intenta calmarlo.
Dolor en niños de 3 años y mayores
- Dolor intenso (de 8 a 10): El dolor es tan fuerte que el niño no puede soportarlo por más de algunas horas, no puede dormir y no puede hacer nada más excepto concentrarse en el dolor. Nadie puede tolerar un dolor intenso durante más de algunas horas.
- Dolor moderado (de 5 a 7): El dolor es lo suficientemente fuerte como para perturbar las actividades normales y el sueño del niño, pero el niño puede tolerarlo durante horas o días.
- Dolor leve (de 1 a 4): El niño nota el dolor y podría quejarse de eso, pero no es lo suficientemente intenso como para perturbarle el sueño o las actividades.
Síntomas de infección pueden incluir:
- Aumento del dolor, la hinchazón, la temperatura o el enrojecimiento en la zona o a su alrededor.
- Vetas rojas que emanan de la zona.
- Pus que supura de la zona.
- Fiebre.
Determinadas afecciones de salud y medicamentos debilitan la capacidad del sistema inmunitario de combatir las infecciones y las enfermedades. Algunos ejemplos en los adultos son:
- Enfermedades como diabetes, cáncer, enfermedades cardíacas y VIH/SIDA.
- Problemas a largo plazo con el alcohol y las drogas.
- Medicamentos esteroides, que pueden usarse para tratar una variedad de afecciones.
- Quimioterapia y radioterapia para el cáncer.
- Otros medicamentos usados para tratar la enfermedad autoinmunitaria.
- Medicamentos que se hayan tomado después de un trasplante de órganos.
- No tener bazo.
Con sangrado intenso, cualquiera de estas afirmaciones puede ser verdadera:
- Sale sangre a chorros de la herida.
- El sangrado no se detiene ni se reduce al aplicar presión.
- La sangre empapa rápidamente una venda tras otra.
Con sangrado moderado, cualquiera de estas afirmaciones puede ser verdadera:
- El sangrado se reduce o se detiene al aplicar presión, pero comienza nuevamente si deja de presionar.
- La sangre puede empapar algunas vendas, pero no en forma rápida ni descontrolada.
Con sangrado leve, cualquiera de estas afirmaciones puede ser verdadera:
- El sangrado se detiene por sí solo o al aplicar presión.
- El sangrado se detiene o se reduce a supuración o goteo después de 15 minutos de aplicar presión. Es posible que exude o gotee por un máximo de 45 minutos.
El choque ("shock") es una afección potencialmente mortal que puede ocurrir rápidamente después de una enfermedad o lesión repentinas.
Los adultos y los niños mayores a menudo tienen varios síntomas de choque. Estos incluyen:
- Desmayo (pérdida del conocimiento).
- Sentirse muy mareados o aturdidos, como si fueran a desmayarse.
- Sentirse muy débiles o tener problemas para estar de pie.
- No sentirse alerta ni capaces de pensar claramente. Es posible que se sientan confusos, inquietos, temerosos o incapaces de responder preguntas.
El choque ("shock") es una afección potencialmente mortal que podría ocurrir rápidamente después de una enfermedad o lesión repentinas.
Los bebés y los niños pequeños a menudo tienen varios síntomas de choque. Estos incluyen:
- Desmayo (pérdida del conocimiento).
- Sentir mucho sueño o que resulte difícil despertarlos.
- No responder cuando los tocan o les hablan.
- Respirar mucho más rápido de lo habitual.
- Actuar confusos. Es posible que el niño no sepa dónde está.
Busque atención ahora
En función de sus respuestas, es posible que usted necesite recibir atención de inmediato. Es probable que el problema empeore si no recibe atención médica.
- Llame a su médico ahora para analizar los síntomas y para coordinar la atención.
- Si no puede comunicarse con su médico o no tiene uno, busque atención en la siguiente hora.
- No necesita llamar a una ambulancia, a menos que:
- No pueda viajar en forma segura conduciendo usted mismo o pidiéndole a alguien que le lleve.
- Esté en un área en la que haya mucho tránsito u otros problemas que podrían retrasarle.
Programe una cita
En función de sus respuestas, es posible que el problema no mejore si no recibe atención médica.
- Programe una cita para consultar a su médico en las próximas 1 a 2 semanas.
- Si corresponde, pruebe el tratamiento en el hogar mientras espera la cita.
- Si los síntomas empeoran o si tiene alguna inquietud, llame a su médico. Es posible que necesite atención antes.
Busque atención hoy
En función de sus respuestas, es posible que usted necesite recibir atención pronto. Probablemente, el problema no mejore si no recibe atención médica.
- Llame a su médico hoy para analizar los síntomas y para coordinar la atención.
- Si no puede comunicarse con su médico o no tiene uno, busque atención hoy.
- Si sucede por la noche, preste atención a los síntomas y busque atención por la mañana.
- Si los síntomas empeoran, busque atención antes.
Llame al 911 ahora
En función de sus respuestas, usted necesita atención de urgencia.
Llame ahora al 911 o a otros servicios de emergencia.
A veces, las personas no quieren llamar al 911. Podrían creer que sus síntomas no son graves o que simplemente pueden pedirle transporte a otra persona. O podría preocuparles el costo. Pero, en función de sus respuestas, la manera más rápida y segura de obtener la atención que necesita es llamar al 911 para solicitar transporte médico al hospital.
Llame al 911 ahora
En función de sus respuestas, usted necesita atención de urgencia.
Llame ahora al 911 o a otros servicios de emergencia.
Aplique presión directa y constante en la herida hasta que llegue la ayuda. Mantenga la zona elevada si puede.
A veces, las personas no quieren llamar al 911. Podrían creer que sus síntomas no son graves o que simplemente pueden pedirle transporte a otra persona. O podría preocuparles el costo. Pero, en función de sus respuestas, la manera más rápida y segura de obtener la atención que necesita es llamar al 911 para solicitar transporte médico al hospital.
Cuidado personal
Pruebe los siguientes consejos para ayudar a aliviar el dolor, la hinchazón y la rigidez en la rodilla.
- Reposo.
Es importante descansar y proteger la zona afectada. Interrumpa, cambie o tómese un descanso de cualquier actividad que pudiera estar causándole dolor o molestias.
Al descansar, colóquese una pequeña almohada debajo de la rodilla.
- Use hielo.
Aplíquese hielo o una compresa fría sobre la rodilla por entre 10 y 20 minutos cada vez. Trate de hacerlo cada 1 o 2 horas durante los siguientes 3 días (cuando esté despierto).
- Envuelva la zona afectada.
La compresión, o envolver la zona con una venda elástica (como una venda Ace), ayudará a reducir la hinchazón.
- No ajuste el vendaje demasiado, ya que eso puede provocar más hinchazón debajo de la zona afectada. Afloje el vendaje si le aprieta demasiado. Las señales de que el vendaje está demasiado apretado incluyen entumecimiento, hormigueo, aumento del dolor, frialdad e hinchazón en la zona debajo del vendaje.
- No espere que el vendaje proteja o estabilice una lesión de rodilla.
- Eleve la zona afectada.
Trate de mantener la zona al nivel del corazón o por encima de este para ayudar a reducir la hinchazón. Eleve la zona sobre almohadas mientras se aplica hielo y siempre que esté sentado o acostado.
- Trate de no cargar peso en la rodilla.
Haga esto hasta que pueda obtener consejo de su médico.
- Use un bastón o una muleta en la mano contraria a la rodilla dolorida.
- Use dos muletas y evite cargar peso en la pierna con la rodilla dolorida. Usted puede obtener bastones o muletas en la mayoría de las farmacias. Se recomiendan muletas si usar un bastón le hace renquear al caminar.
- Evite más hinchazón.
Durante 48 horas, evite las cosas que puedan aumentar la hinchazón. Estas cosas incluyen duchas calientes, bañeras de hidromasajes, compresas calientes y bebidas que contengan alcohol.
- Aplíquese calor.
- Después de 2 o 3 días, puede intentar aplicar calor en la zona que le duele. Los tipos de terapia de calor incluyen paquetes para microondas y parches térmicos desechables.
- Aplíquese calor durante 10 a 20 minutos por vez.
- También podría probar a alternar entre frío y calor.
- Frótese la zona.
Masajee o frote suavemente la zona para aliviar el dolor y estimular la circulación de la sangre. No masajee la zona afectada si le causa dolor.
- Haga ejercicios para conservar la flexibilidad.
Pruebe estos ejercicios:
- Evite ejercicios de alto impacto.
Estos incluyen correr, esquiar, snowboarding y jugar al tenis. No intente hacerlos hasta que la rodilla ya no le duela ni esté hinchada.
- No fume ni consuma otros productos derivados del tabaco.
Fumar demora la sanación, debido a que reduce la irrigación sanguínea y retrasa la reparación del tejido.
Si necesita usar una venda durante más de 48 horas, es posible que tenga una lesión más grave que deba ser revisada por un médico.
Señales de posible maltrato
La mayoría de las lesiones no son causadas por maltrato. Pero los moretones a menudo son la primera señal de un posible maltrato. Se sospecha maltrato físico de un niño o adulto vulnerable cuando:
- Hay una lesión que no se puede explicar o que no coincide con la explicación.
- Ocurren lesiones reiteradamente.
- Hay cambios en las explicaciones de cómo ocurrió la lesión.
Tal vez pueda prevenir más lesiones si denuncia el maltrato. Busque ayuda si:
- Sospecha de maltrato infantil o maltrato de ancianos. Llame a la organización de protección de menores o adultos local, a la policía o a un profesional de la salud, como un médico, personal de enfermería o un consejero.
- Usted o alguien que conoce está sufriendo violencia en la pareja (IPV, por sus siglas en inglés).
- Tiene problemas para controlar su ira con un niño u otra persona bajo su cuidado.
Cuándo pedir ayuda durante el cuidado personal
Llame a un médico si cualquiera de lo siguiente ocurre mientras se cuida en el hogar:
- Hinchazón o dolor nuevos o peores.
- Nuevas señales de infección, como enrojecimiento, calor, pus o fiebre.
- Entumecimiento, hormigueo o piel fría y pálida nuevos o peores.
- Disminución del movimiento o la fuerza.
- Los síntomas ocurren con mayor frecuencia o son más graves.
Sepa más
Medicamentos de venta libre
- Acetaminofén
- Aspirina para el dolor, la fiebre y la inflamación
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
- Consejos prácticos: Cómo dar medicamentos de venta libre en forma segura a los niños
Más cuidado personal
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Cómo prepararse para su cita
Usted puede ayudar al médico a diagnosticar y tratar su afección preparándose para la cita.
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Créditos
Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
Revisado: 31 julio, 2024
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