El ligamento cruzado anterior (LCA) es uno de los cuatro ligamentos de la rodilla que conectan el hueso del muslo (fémur) con el hueso de la espinilla (tibia) atravesando el centro de la articulación de la rodilla. El LCA estabiliza el movimiento de la rodilla al desplazarse hacia adelante y hacia atrás.
Específicamente, el LCA evita un deslizamiento o una rotación anormales de la tibia respecto al fémur cuando la pierna está recta o ligeramente doblada. Y el LCA evita que la rodilla se estire o se enderece más allá de sus límites normales (hiperextensión). También ofrece apoyo a otros ligamentos de la rodilla que evitan que la rodilla se doble hacia un lado.