Generalidades de la afección
¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson afecta la forma en que usted se mueve. Sucede cuando hay un problema en determinadas células nerviosas del cerebro.
Normalmente, estas células nerviosas producen una sustancia química importante que se llama dopamina. La dopamina envía señales a la parte del cerebro que controla el movimiento. Permite que sus músculos se muevan sin complicaciones y que hagan lo que usted quiere que hagan. Cuando usted tiene la enfermedad de Parkinson, estas células nerviosas se destruyen. Entonces usted ya no tiene dopamina suficiente y tiene problemas para moverse de la forma en que desea hacerlo.
La enfermedad de Parkinson es progresiva, lo que significa que empeora con el tiempo. Pero esto suele pasar lentamente, a lo largo de muchos años. Y hay buenos tratamientos que pueden ayudarle a llevar una vida plena.
¿Qué causa la enfermedad de Parkinson?
Nadie sabe con seguridad qué hace que estas células nerviosas se destruyan. Pero los científicos están realizando muchas investigaciones para buscar la respuesta. Están estudiando muchas causas posibles, que incluyen el envejecimiento y sustancias tóxicas en el ambiente.
En algunas personas, la enfermedad de Parkinson parece ser provocada por genes anormales. Pero hasta el momento, no hay prueba suficiente de que siempre se herede.
¿Cuáles son los síntomas?
Los cuatro síntomas principales de la enfermedad de Parkinson son:
- Temblores, lo que significa tener sacudidas o agitaciones. Los temblores pueden afectar las manos, los brazos o las piernas.
- Músculos rígidos.
- Movimiento lento.
- Problemas para mantener el equilibrio o para caminar.
Los temblores pueden ser el primer síntoma que usted note. Son una de las señales más comunes de la enfermedad, a pesar de que no todos los tienen.
Más importante aún, no todas las personas con temblores tienen la enfermedad de Parkinson.
Los temblores suelen empezar solamente en un brazo o en una pierna o en un solo lado del cuerpo. Pueden ser peores cuando usted está despierto pero no está moviendo el brazo ni la pierna afectados. Pueden mejorar cuando mueve la extremidad o mientras duerme.
Con el tiempo, la enfermedad de Parkinson afecta los músculos de todo el cuerpo, de modo que puede causar problemas como dificultad para tragar o estreñimiento.
En las últimas etapas de la enfermedad, una persona con Parkinson puede tener una expresión fija o en blanco, dificultades para hablar y otros problemas. Algunas personas también pierden habilidades mentales (demencia).
Las personas suelen empezar a tener síntomas entre los 50 y 60 años de edad. Pero los síntomas a veces empiezan antes.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Parkinson?
Su médico le hará preguntas sobre sus síntomas y sus antecedentes de salud y le hará un examen neurológico. Este examen incluye preguntas y pruebas que muestran lo bien que están funcionando sus nervios. Por ejemplo, su médico observará cómo se mueve, le revisará la fuerza muscular y los reflejos, y le examinará la vista.
Su médico también le hará preguntas sobre su estado de ánimo.
En algunos casos, es posible que su médico le haga probar un medicamento. La forma en que actúa este medicamento puede ayudar a su médico a saber si usted tiene la enfermedad de Parkinson.
No hay exámenes de laboratorio ni de sangre que puedan ayudar a su médico a saber si tiene o no la enfermedad de Parkinson. Pero le pueden hacer pruebas que ayuden a su médico a descartar otras enfermedades que podrían estar causando sus síntomas. Por ejemplo, usted podría hacerse un examen de imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) para detectar señales de un ataque cerebral o un tumor cerebral.
¿Cómo se trata?
En este momento, no hay cura para la enfermedad de Parkinson. Pero hay varios tipos de medicamentos que pueden controlar los síntomas y hacer que sea más fácil vivir con la enfermedad.
Es posible que ni siquiera necesite tratamiento si sus síntomas son leves. Su médico puede esperar para recetarle medicamentos hasta que sus síntomas comiencen a interponerse en su vida diaria. Su médico ajustará sus medicamentos a medida que empeoren sus síntomas. Es posible que tenga que tomar varios medicamentos para conseguir los mejores resultados.
La levodopa (también llamada L-dopa) es el mejor medicamento para controlar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Pero puede causar problemas si la usa por mucho tiempo o en dosis altas. De modo que los médicos a veces usan otros medicamentos para tratar a las personas en las etapas tempranas de la enfermedad.
La decisión de empezar a tomar medicamentos, y de qué medicamento tomar, será diferente para cada persona. Su médico podrá ayudarle a tomar estas decisiones.
En algunos casos, también puede utilizarse un tratamiento que se llama estimulación cerebral profunda. Para este tratamiento, un cirujano le coloca cables en el cerebro. Los cables llevan señales eléctricas diminutas a las partes del cerebro que controlan el movimiento. Estas pequeñas señales pueden ayudar a que esas partes del cerebro funcionen mejor.
Hay muchas cosas que puede hacer en casa que pueden ayudarle a mantenerse lo más independiente y saludable posible. Coma alimentos saludables. Descanse lo que necesite. Use su energía en forma inteligente. Haga algo de ejercicio todos los días. También pueden ayudar la fisioterapia y la terapia ocupacional.
¿Cómo le afectará la vida la enfermedad de Parkinson?
Enterarse de que tiene una enfermedad progresiva y a largo plazo puede provocar una gran variedad de sentimientos. Es posible que se sienta enojado, asustado, triste o preocupado por lo que le aguarda. Quizás le sea útil tener en cuenta algunas cosas:
- Generalmente, esta enfermedad progresa lentamente. Algunas personas viven por muchos años con síntomas menores solamente.
- Muchas personas pueden seguir trabajando por años. A medida que la enfermedad empeora, es posible que necesite cambiar el modo en que trabaja.
- Es importante asumir un papel activo en su atención médica. Busque un médico en el que confíe y con quien pueda trabajar.
- La depresión es común en las personas que tienen la enfermedad de Parkinson. Si se siente muy triste o sin esperanzas, hable con su médico o vea a un consejero.
- Saber que no está solo puede marcar una gran diferencia. Pregúntele a su médico sobre grupos de apoyo para la enfermedad de Parkinson, o busque grupos o carteleras de mensaje en línea.
- La enfermedad de Parkinson afecta no solo a la persona que la tiene. También afecta a sus seres queridos. Asegúrese de incluirlos en sus decisiones.
Causa
Los niveles bajos de dopamina, una sustancia química del cerebro que participa en el control del movimiento, causan síntomas de la enfermedad de Parkinson. Los bajos niveles ocurren cuando se destruyen las células nerviosas de una parte del cerebro que produce la dopamina. Se desconoce la causa exacta de esta destrucción.
Los científicos están buscando vínculos entre la enfermedad de Parkinson y la genética, el envejecimiento, las sustancias tóxicas en el ambiente y los radicales libres. A pesar de que estos estudios están empezando a proporcionar algunas respuestas, los expertos no conocen la causa exacta de la enfermedad.
Solo un pequeño porcentaje de personas con la enfermedad de Parkinson tiene un padre, un hermano o una hermana que tenga la enfermedad. Pero los genes anormales sí parecen ser un factor en unas pocas familias en las que es común la enfermedad de Parkinson de aparición temprana.
Hay muchas otras causas de parkinsonismo, el cual es un grupo de síntomas que incluye temblores, rigidez muscular, movimiento lento y andar tambaleante. El parkinsonismo se parece a la enfermedad de Parkinson, pero en realidad no es la enfermedad de Parkinson.
Síntomas
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson difieren de persona a persona. También cambian a medida que avanza la enfermedad. Es posible que los síntomas que tiene una persona en las etapas tempranas de la enfermedad, otra persona no los tenga hasta más tarde, o que no los tenga en absoluto.
Los síntomas suelen comenzar a aparecer entre los 50 y los 60 años de edad. Aparecen lentamente y suelen pasar desapercibidos por la familia, amigos e incluso la persona que los tiene.
La enfermedad causa síntomas motores y no motores. Los síntomas motores son aquellos que tienen que ver con la forma en que se mueve. El más común son los temblores.
Temblores
Los temblores, o sacudidas, a menudo en una mano, un brazo o una pierna, ocurren cuando la persona está despierta y quieta, tanto sentada como parada (temblores en reposo), y mejoran cuando la persona mueve esa parte del cuerpo.
Los temblores suelen ser el primer síntoma que notan las personas con la enfermedad de Parkinson o sus familiares.
Al principio, el temblor puede aparecer solo en un brazo o una pierna o solamente en un lado del cuerpo. Los temblores también pueden afectar el mentón, los labios y la lengua.
A medida que la enfermedad avanza, los temblores pueden extenderse a ambos lados del cuerpo. Pero en algunos casos, los temblores permanecen en un solo lado.
El estrés tanto emocional como el físico tiende a hacer que los temblores sean más evidentes. El sueño, la relajación completa y el movimiento intencional o la acción suelen reducir o detener los temblores.
A pesar de que los temblores son una de las señales más comunes de la enfermedad de Parkinson, no todas las personas con temblores tienen la enfermedad de Parkinson. A diferencia de los temblores causados por la enfermedad de Parkinson, los temblores causados por otras afecciones se mejoran cuando no se mueve el brazo o la mano y empeoran cuando uno trata de moverlos.
La causa más común de los temblores no relacionados con la enfermedad de Parkinson es el temblor hereditario. Es una afección tratable que suele diagnosticarse erróneamente como enfermedad de Parkinson.
Otros síntomas comunes
Además de los temblores, los síntomas más comunes incluyen:
- Músculos tiesos (rigidez) y músculos doloridos. Una de las señales tempranas más comunes de la enfermedad de Parkinson es una reducción en el balanceo del brazo en un lado al caminar. Esto es causado por músculos rígidos. La rigidez también puede afectar los músculos de las piernas, la cara, el cuello u otras partes del cuerpo. Puede causar que los músculos se sientan cansados y doloridos.
- Movimiento lento y restringido, especialmente cuando trata de moverse después de estar en una posición de reposo. Por ejemplo, puede ser difícil levantarse de una silla o darse vuelta en la cama.
- Debilidad de los músculos de la cara y de la garganta. Hablar y tragar pueden volverse más difíciles. Usted puede atragantarse, toser o babear. Su habla se vuelve más suave y monótona. La pérdida de movimiento de los músculos de la cara puede causar una expresión fija y vacía, a menudo llamada "máscara de la enfermedad de Parkinson".
- Dificultad para caminar y mantener el equilibrio. Una persona con esta enfermedad probablemente dé pequeños pasos y arrastre los pies muy juntos, se incline hacia adelante ligeramente a la altura de la cintura, y tenga problemas para darse vuelta. Los problemas de equilibrio y de postura pueden causar caídas frecuentes. Pero estos problemas no suelen pasar sino hasta más tarde.
- Congelamiento , una incapacidad repentina y breve para moverse. La mayoría de las veces afecta el caminar.
Una cantidad reducida de personas tiene síntomas en un solo lado del cuerpo que nunca pasan al otro lado.
Síntomas no motores
La enfermedad de Parkinson puede causar muchos otros síntomas que no están relacionados con la manera de moverse. Estos pueden ser incapacitantes y pueden incluir cosas como estreñimiento, problemas del sueño y depresión.
Existen muchas otras afecciones con síntomas similares a los de la enfermedad de Parkinson. Algunas de estas pueden revertirse.
Qué sucede
El tratamiento puede ayudar a controlar síntomas durante las etapas tempranas de la enfermedad de Parkinson. Suele comenzarse en cuanto los síntomas empiezan a afectar su capacidad para trabajar o hacer actividades diarias. A medida que la enfermedad avanza, los medicamentos pueden volverse menos eficaces.
Etapa temprana
Los temblores suelen ser el primer síntoma, el cual aparece solamente en un brazo o una pierna o en un solo lado del cuerpo. Con el tiempo, los temblores generalmente, pero no siempre, se extienden a ambos lados del cuerpo. Pueden ocurrir dolor articular, debilidad y fatiga.
Etapa moderada
A medida que la enfermedad empeora, la persona puede tener movimientos lentos, músculos rígidos y coordinación deficiente. La persona puede tener problemas con tareas como escribir, afeitarse o cepillarse los dientes. Los cambios en la escritura a mano son comunes.
Se presentan problemas de postura y de equilibrio. Una persona con la enfermedad de Parkinson tiende a caminar de manera encorvada con pasos rápidos y arrastrando los pies.
Etapa avanzada
Después de varios años, a medida que la rigidez muscular y los temblores aumentan, la persona puede volverse incapaz de cuidar de sí misma. Puede estar confinada a una silla de ruedas o a la cama.
Las personas que han tomado medicamentos por varios años pueden notar no solamente que los síntomas empeoran, sino que también pueden comenzar a tener otros problemas de movimiento. Estas fluctuaciones motoras pueden reducirse un poco al hacer cambios en el medicamento de la persona, pero pueden ser difíciles de controlar y pueden complicar aún más el tratamiento.
Puede aparecer demencia en hasta un tercio de las personas que tienen la etapa avanzada de la enfermedad de Parkinson.nota 1 Los síntomas de la demencia pueden incluir desorientación por la noche, confusión y pérdida de memoria. El tratamiento para la enfermedad de Parkinson también puede contribuir a este problema.
Qué aumenta el riesgo
Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta sus probabilidades de enfermarse o de tener un problema. Los factores de riesgo para la enfermedad de Parkinson son difíciles de identificar, porque la causa de la enfermedad es desconocida.
Envejecimiento
La edad avanzada es el único factor de riesgo conocido para la enfermedad de Parkinson típica (sin incluir la aparición temprana de la enfermedad de Parkinson). La mayoría de los casos de Parkinson ocurren después de la edad de 50. Pero la enfermedad sí ocurre en personas de entre 30 y 50 años o, en casos raros, a una edad más temprana.
Antecedentes familiares
Una cantidad muy pequeña de personas con la enfermedad de Parkinson tiene un familiar cercano que también tiene la enfermedad. Pero no parece que los antecedentes familiares de la enfermedad de Parkinson típica aumenten su riesgo de tener la enfermedad en forma significativa.
Tener antecedentes familiares de la enfermedad es un factor de riesgo más significativo en casos de la enfermedad de Parkinson de aparición temprana, pero esta forma de la enfermedad no es común.
Sustancias tóxicas en el ambiente
Algunas investigaciones sugieren que la exposición a largo plazo a ciertos factores de riesgo ambientales, como pesticidas, sustancias químicas o agua de pozo, pueden aumentar el riesgo de una persona de que padezca la enfermedad de Parkinson.
Cuándo pedir ayuda
Si empieza a tener temblores
No se necesita atención médica de urgencia si ha tenido temblores —sacudidas o agitaciones— por algún tiempo. Pero debería hablar sobre sus temblores con su médico en su próxima visita.
Si los temblores están afectando sus actividades diarias o si es un síntoma nuevo, vea a su médico más pronto.
Una descripción por escrito ayudará a su médico a hacer un diagnóstico correcto. Al escribir su descripción, considere las siguientes cuestiones:
- El temblor, ¿comenzó de pronto o en forma gradual?
- ¿Qué lo empeora o lo alivia?
- ¿Qué partes del cuerpo están afectadas?
- ¿Ha habido algún cambio reciente en los medicamentos que toma o en la cantidad que está tomando?
Si tiene la enfermedad de Parkinson
Si lo han diagnosticado con la enfermedad de Parkinson, llame a su médico si:
- Usted nota cualquier cambio significativo en sus síntomas, como graves episodios de congelamiento —pérdida repentina de movilidad—, el cual puede afectar el caminar.
- Cambia su respuesta a su medicamento.
- Ocurre cualquier otro síntoma, como estreñimiento, problemas sexuales o incontinencia.
- Tiene síntomas de depresión, como sentirse triste o perder el interés en sus actividades diarias.
- Usted o su familia notan que tiene problemas de memoria y con su capacidad para razonar.
A quién ver
Los siguientes profesionales de la salud pueden ayudar a diagnosticar o a tratar la enfermedad de Parkinson:
Otros profesionales de la salud que pueden participar en su atención incluyen los siguientes:
Exámenes y pruebas
Un diagnóstico de la enfermedad de Parkinson se basa en sus antecedentes de salud y en un examen neurológico minucioso.
Es posible también que su médico le revise el sentido del olfato.
En algunos casos, su médico le hará probar un medicamento para la enfermedad de Parkinson. Si ese medicamento le ayuda con sus síntomas, esto podría ayudar al médico a averiguar si usted tiene la enfermedad.
Exámenes
No existen pruebas de laboratorio que puedan diagnosticar la enfermedad de Parkinson.
Pero si su médico no está seguro de si tiene la enfermedad de Parkinson, es posible que le haga unas pruebas determinadas para ver si tiene otra afección con síntomas similares.
Por ejemplo, pueden hacerse análisis de sangre para detectar niveles anormales de la hormona tiroidea o daño al hígado. Una prueba por imágenes (como una tomografía computarizada o CT, por sus siglas en inglés, o una MRI) puede usarse para detectar señales de un ataque cerebral o de un tumor cerebral.
Otro tipo de prueba por imágenes, que se llama tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés), a veces puede detectar niveles bajos de dopamina en el cerebro, una característica clave de la enfermedad de Parkinson. Pero la PET no se usa comúnmente para evaluar la enfermedad de Parkinson porque es muy costosa, no está disponible en muchos hospitales y solo se usa en forma experimental.
Generalidades del tratamiento
Ningún tratamiento conocido puede detener o revertir la descomposición de las células nerviosas que causa la enfermedad de Parkinson. Pero hay muchos tratamientos que pueden ayudar con sus síntomas y a mejorar su calidad de vida.
Su edad, situación laboral, familiar y de vida pueden afectar decisiones acerca de cuándo comenzar el tratamiento, qué tipos de tratamiento se quiere usar y cuándo hacer cambios en el tratamiento. A medida que cambia su estado de salud, es posible que tenga que hacer cambios periódicos en su tratamiento para equilibrar cuestiones de calidad de vida, efectos secundarios del tratamiento y costos del tratamiento.
Usted tendrá que ver a miembros de su equipo de atención de salud regularmente (con una frecuencia de 3 a 6 meses, o como se le indique) para ajustes en su tratamiento a medida que cambia su estado.
Los tratamientos para la enfermedad de Parkinson incluyen:
- Medicamentos, como levodopa y agonistas de dopamina. Este es el tratamiento más común para la enfermedad de Parkinson. Para obtener más información, vea Medicamentos.
- Tratamiento en el hogar. Hay muchas medidas que usted puede tomar en el hogar para que le sea más fácil manejar los síntomas de la enfermedad de Parkinson, como hacer ejercicio regularmente y alimentarse en forma saludable. Para obtener más información, vea Tratamiento en el hogar.
- Cirugía. La cirugía de cerebro, por ejemplo, la estimulación cerebral profunda (DBS, por sus siglas en inglés), puede considerarse cuando los medicamentos no pueden controlar los síntomas de la enfermedad de Parkinson o causan efectos secundarios graves o incapacitantes. Para obtener más información, vea Cirugía.
- Terapia del habla . Los terapeutas del habla usan ejercicios de respiración y del habla para ayudarle a superar el habla suave e imprecisa y la voz monótona que se presentan en la enfermedad de Parkinson avanzada.
- Fisioterapia . Los terapeutas pueden ayudarle a mejorar la forma de caminar y a reducir su riesgo de caerse.
- Terapia ocupacional . Los terapeutas pueden ayudarle a aprender nuevas maneras de hacer cosas por sí mismo para que pueda permanecer independiente por más tiempo.
- Tratamiento para problemas mentales. Usted o sus familiares pueden notar que comienza a tener problemas de memoria, de resolución de problemas, de aprendizaje y de otras funciones mentales. Cuando estos problemas le impiden hacer actividades diarias, esto se llama demencia. Existen medicamentos que pueden ayudar a tratar la demencia en personas con la enfermedad de Parkinson.
Depresión
La depresión es común en personas con la enfermedad de Parkinson. Reconocer y enfrentar la depresión es importante. Hay medicamentos que pueden ayudar con los síntomas de la depresión en personas con la enfermedad de Parkinson.
Su médico, otros profesionales de la salud o grupos de apoyo para la enfermedad de Parkinson pueden ayudarle a obtener apoyo emocional y educación acerca de la enfermedad. Esto es importante tanto al principio como durante todo el curso de la enfermedad.
Cuidados paliativos
Los cuidados paliativos son un tipo de atención para las personas que tienen una enfermedad grave. Son diferentes de los cuidados que recibe para curar su enfermedad. Su meta es mejorar la calidad de vida, no solo en el cuerpo, sino también en la mente y el espíritu.
Usted puede usar este tipo de cuidados junto con el tratamiento para curar su enfermedad. También puede utilizarlos si el tratamiento para curar su enfermedad ya no parece una buena opción.
Los proveedores de cuidados paliativos se esforzarán por ayudar a controlar el dolor o los efectos secundarios. Pueden ayudarle a decidir qué tipo de tratamiento desea o no desea tener. Y pueden ayudar a que sus seres queridos comprendan cómo brindarle apoyo.
Si le interesa recibir cuidados paliativos, hable con su médico.
Para obtener más información, vea el tema Cuidados paliativos.
Prevención
No hay una manera conocida de prevenir la enfermedad de Parkinson.
Algunos estudios han tratado de encontrar un vínculo entre una dieta de estilo mediterráneo y un menor riesgo de enfermedades como la enfermedad de Parkinson. Se necesita hacer más investigación.
Cuidado personal
Al principio, es posible que la enfermedad de Parkinson no le trastorne la vida en gran medida. Pero para la mayor parte de la gente, la enfermedad se vuelve más incapacitante con el tiempo. El tratamiento en el hogar puede ayudarle a adaptarse a medida que pasa el tiempo y ayudarle a mantenerse independiente por todo el tiempo que sea posible.
Su hogar y su estilo de vida
- Modifique sus actividades y su hogar. Por ejemplo, simplifique sus actividades diarias y cambie la ubicación de los muebles para poder sujetarse a algo cuando anda por la casa.
- Coma alimentos saludables, incluyendo abundantes frutas, verduras, granos, cereales, legumbres, aves, pescado, carnes magras y productos lácteos bajos en grasa.
- Haga ejercicio y fisioterapia. Tienen beneficios tanto en etapas iniciales como avanzadas de la enfermedad.
Problemas motores
- Maneje los temblores. Esto puede incluir poner un poco de peso en la mano para ayudar a reducir los temblores y restaurar el control.
- Mejore la calidad del habla trabajando con un terapeuta del habla (también llamado patólogo del habla y del lenguaje).
- Reduzca problemas con la alimentación y el babeo cambiando su forma de comer y lo que come.
- Maneje el "congelamiento" de varias maneras, como dar pasos hacia un objetivo específico en el suelo.
- Maneje los problemas de la función sexual. Hable con su médico sobre sus asuntos específicos. Es posible que le sugiera un cambio en su tratamiento, como un cambio en su medicamento o en el ejercicio.
Estado de ánimo y problemas mentales
- Maneje la depresión. Si está sintiéndose triste o deprimido, pídale ayuda a un amigo o a un familiar. Si estos sentimientos no se van, o si empeoran, hable con su médico. Es posible que pueda sugerirle a alguien con quien usted pueda hablar. O podría darle un medicamento que le ayude.
- Maneje la demencia. La demencia es común en las etapas avanzadas de la enfermedad de Parkinson. Los síntomas pueden incluir confusión y pérdida de la memoria. Si usted (o un familiar) notan que usted está confundido con frecuencia o que tiene problemas para pensar claramente, hable con su médico. Existen medicamentos que pueden ayudar con la demencia en personas con la enfermedad de Parkinson.
Medicamentos
Los medicamentos son el tratamiento más común para la enfermedad de Parkinson. El objetivo es corregir la escasez de la sustancia química del cerebro, la dopamina, que causa los síntomas de la enfermedad de Parkinson.
La decisión de empezar a tomar medicamentos, y qué medicamento tomar, será diferente para cada persona. Se suele empezar a tomar medicamentos cuando los síntomas se vuelven incapacitantes o trastornan sus actividades diarias.
Los síntomas cambian a medida que progresa la enfermedad. Por eso, su médico ajustará sus medicamentos para manejar los síntomas a medida que aparecen.
Los medicamentos suelen mejorar los síntomas, pero también pueden causar efectos secundarios. Puede llevar algún tiempo encontrar la mejor combinación de medicamentos para usted.
Opciones de medicamentos
Pueden usarse varios medicamentos en las diferentes etapas de la enfermedad:
- Levodopa y carbidopa
- Agonistas de dopamina (por ejemplo, pramipexol o ropinirol)
- Inhibidores de la COMT (entacapona, tolcapona)
- Inhibidores de la monoaminooxidasa B (MAO-B) (rasagilina, selegilina)
- Amantadina
- Agentes anticolinérgicos (por ejemplo, benztropina o trihexifenidilo)
- Apomorfina
Se considera que la levodopa es el medicamento más eficaz para controlar los síntomas. Pero muchos médicos recetan agonistas de dopamina al principio de la enfermedad. Esto se debe a que después de unos pocos años, la levodopa puede causar complicaciones motoras (momentos en que el medicamento de pronto deja de actuar o cuando tiene movimientos espasmódicos incontrolables). Hable con su médico acerca de cuáles medicamentos son los mejores para usted.
Si bien siempre es importante seguir las indicaciones de su médico al tomar medicamentos, es especialmente crucial cuando se tiene la enfermedad de Parkinson.
Aumentar, disminuir o interrumpir los medicamentos que está tomando puede causar grandes cambios en sus síntomas y puede ser peligroso. Incluso si un medicamento no parece estar funcionando, si usted deja de tomarlo, sus síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden ser peores.
Tomar medicamentos con la comida
Al principio de la enfermedad, puede ser útil tomar las pastillas con la comida para ayudar con la náusea, la cual puede ser causada por algunos de los medicamentos para la enfermedad de Parkinson.
Cuando la enfermedad está más avanzada, tomar los medicamentos al menos 1 hora antes de las comidas (y al menos 2 horas después de las comidas) puede ayudar a que actúen mejor.
Algunos medicamentos para la enfermedad de Parkinson no funcionan tan bien si usted los toma al mismo tiempo que come alimentos con proteínas, como la carne o el queso. La proteína puede obstruir los medicamentos e impedir que funcionen tan bien como deberían.
Cirugía
Puede considerarse la cirugía de cerebro cuando los medicamentos no pueden controlar los síntomas de la enfermedad de Parkinson o causan efectos secundarios graves o incapacitantes.
La cirugía no es una cura. Los medicamentos suelen seguir siendo necesarios después de la cirugía. Pero probablemente no necesite tantos medicamentos como antes, lo que significa que es posible que tenga menos efectos secundarios.
Las personas que se hallan en una etapa muy avanzada de la enfermedad de Parkinson o que tengan otros problemas graves (como una enfermedad del corazón o del pulmón, cáncer o insuficiencia renal) no suelen ser buenos candidatos para la cirugía. Generalmente, no se considera la cirugía para personas que tengan demencia o trastornos psiquiátricos.
Opciones de cirugía
- La estimulación cerebral profunda usa impulsos eléctricos para estimular una zona específica del cerebro. Es la cirugía preferida para tratar la mayoría de los casos de enfermedad de Parkinson avanzada.
- La palidotomía implica la destrucción precisa de una zona muy pequeña en una parte profunda del cerebro que causa síntomas.
- La talamotomía implica la destrucción precisa de una zona muy pequeña en otra parte del cerebro que causa síntomas.
El neurotrasplante es un procedimiento experimental que se está estudiando para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Implica la implantación de células que producen dopamina en el cerebro. La información de lo bien que funciona el neurotrasplante es limitada. Y no es un tratamiento de eficacia comprobada ni una opción realista para la mayor parte de la gente en este momento.
Vea a un neurólogo
Un neurólogo con capacitación especial en la enfermedad de Parkinson suele ser la mejor clase de médico que tome una decisión sobre una cirugía. Si usted pudiera beneficiarse con una cirugía o con estimulación cerebral profunda, su neurólogo puede remitirlo a un cirujano de cerebro con experiencia en la realización de estas operaciones.
Otro tratamiento
La fisioterapia, la terapia del habla y del lenguaje y la terapia ocupacional pueden todas ser útiles para personas que tengan la enfermedad de Parkinson.
Dietas especiales
Se han sugerido varias terapias nutricionales como tratamientos para la enfermedad de Parkinson. Ninguna de estas ha demostrado ser eficaz. Pero es importante mantener la salud general y tener una alimentación equilibrada.
Antes de probar un tratamiento complementario, como una dieta especial, hable con su médico sobre la seguridad y los posibles efectos secundarios del tratamiento. Hablar con su médico puede ayudar a ambos a decidir si un tratamiento es seguro y eficaz. Los tratamientos complementarios no deberían reemplazar el uso de medicamentos para tratar la enfermedad de Parkinson si usted es candidato para tratamiento con estos medicamentos.
Terapia electroconvulsiva
La depresión que no responde a medicamentos puede mejorar con terapia electroconvulsiva (ECT, por sus siglas en inglés). La ECT también puede mejorar el movimiento por un breve período de tiempo, aunque no se comprende la razón de esta mejoría.
Información relacionada
Referencias
Citas bibliográficas
Créditos
Revisado: 20 diciembre, 2023
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
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