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Generalidades
La tos es la forma en que el organismo elimina cuerpos extraños o mucosidad de los pulmones y las vías respiratorias superiores o reacciona a una vía respiratoria irritada. La tos tiene rasgos distintivos que usted puede aprender a reconocer. La tos es solo un síntoma, no una enfermedad y, a menudo, la importancia de una tos solo se puede determinar cuando se evalúan otros síntomas.
Para obtener información sobre la tos en los adolescentes y los adultos, vea el tema Tos, 12 años o más.
Tos productiva
Una tos productiva produce flema o mucosidad (esputo). La mucosidad puede haber escurrido desde la nariz o desde los senos paranasales bajando por la parte posterior de la garganta o puede haber subido de los pulmones. En general, una tos productiva no debe ser contenida; ya que limpia la mucosidad de los pulmones. Son muchas las causas de una tos productiva, como por ejemplo:
- Enfermedades virales. Es normal tener una tos productiva cuando se tiene un resfriado común. La tos es provocada a menudo por la mucosidad que drena hacia la parte posterior de la garganta.
- Infecciones. Una infección de los pulmones o de las vías respiratorias superiores puede provocar tos. Una tos productiva puede ser un síntoma de neumonía, bronquitis, sinusitis o tuberculosis.
- Enfermedad pulmonar crónica. Una tos productiva puede ser una señal de que una enfermedad pulmonar está empeorando o de que su hijo tiene una infección.
- Ácido estomacal que regresa hacia el esófago. Este tipo de tos puede ser un síntoma de la enfermedad de reflujo gastroesofágico (GERD, por sus siglas en inglés) y puede despertar a su hijo mientras duerme.
- Escurrimiento de secreción nasal (goteo retronasal) que baja por la parte posterior de la garganta. Esto puede causar una tos productiva o puede hacer que su hijo sienta la necesidad de despejar la garganta con frecuencia. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre si una secreción retronasal o la enfermedad viral que la causó es la responsable de la tos.
Tos no productiva
Una tos no productiva es seca y no produce esputo. Una tos seca y persistente puede presentarse hacia el final de un resfriado o después de la exposición a un irritante, como el polvo o el humo. Hay muchas causas de una tos no productiva, tales como:
- Enfermedades virales. Después de un resfriado común, una tos seca puede durar varias semanas más que los otros síntomas y suele empeorar por la noche.
- Broncoespasmo. Una tos no productiva, especialmente en la noche, puede indicar espasmos en los bronquios (broncoespasmos) causados por irritación.
- Alergias. Los estornudos frecuentes son también un síntoma común de la rinitis alérgica.
- La exposición al polvo, a los vapores y a las sustancias químicas.
- Asma. Una tos seca crónica puede ser una señal de asma leve. Otros síntomas pueden incluir respiración sibilante (con silbidos), falta de aire o una sensación de opresión en el pecho. Para obtener más información, vea el tema Asma en niños.
- Obstrucción de las vías respiratorias por un objeto inhalado, como comida o una pastilla. Para obtener más información, vea el tema Objetos tragados o inhalados.
Tos en niños
a partir de enfermedades o causas que no suelen afectar a los adultos, como:
- Crup.
- Infección del aparato respiratorio inferior (como la bronquiolitis o el virus respiratorio sincicial [RSV, por sus siglas en inglés]).
- Obstrucción de las vías respiratorias por , tales como comida, un fragmento de un globo o un juguete pequeño. Para obtener más información, vea el tema Objetos tragados o inhalados.
- Exposición al humo del tabaco ambiental de los padres o cuidadores que fuman.
- Problemas emocionales o psicológicos. Una "tos psicógena" seca y no productiva se ve con más frecuencia en niños que en adultos.
Muchas formas de tos son causadas por una enfermedad viral. Los antibióticos no se utilizan para el tratamiento de enfermedades virales y no cambian el curso de las infecciones virales. El uso innecesario de antibióticos expone a su hijo a los riesgos de una reacción alérgica y efectos secundarios causados por antibióticos, como náuseas, vómito, diarrea, salpullidos e infecciones por cándida (hongo en forma de levadura). Los antibióticos también pueden matar bacterias benéficas y fomentar el desarrollo de bacterias peligrosas resistentes a los antibióticos.
Una evaluación detallada de la salud de su hijo le puede ayudar a identificar otros síntomas. Recuerde, la tos es solo un síntoma, no una enfermedad y, a menudo, la importancia de una tos solo se puede determinar cuando se evalúan otros síntomas. La tos se produce con infecciones bacterianas y virales de las vías respiratorias. Si su hijo tiene otros síntomas, como dolor de garganta, presión en los senos paranasales o dolor de oído, vea la sección "Temas relacionados".
Revise los síntomas de su hijo para decidir si su hijo debería consultar a un médico y cuándo debería hacerlo.
Revise sus síntomas
La evaluación médica de los síntomas se basa en las partes del cuerpo que usted tiene.
- Si es transgénero o de género no binario, seleccione el sexo que coincida con las partes del cuerpo (como los ovarios, los testículos, la próstata, las mamas, el pene o la vagina) que tenga ahora en la zona donde tenga los síntomas.
- Si sus síntomas no están relacionados con esos órganos, puede elegir el sexo con el que se identifique.
- Si tiene algunos órganos de ambos sexos, es posible que tenga que utilizar esta herramienta de triaje dos veces (una vez como "hombre" y otra vez como "mujer"). Esto es para asegurarse de que la herramienta haga las preguntas adecuadas para usted.
Muchos factores pueden afectar la forma en que el cuerpo responde a un síntoma y qué tipo de atención podría necesitar. Estos incluyen:
- Su edad. Los bebés y los adultos mayores tienden a enfermarse con más rapidez.
- Su estado de salud general. Si tiene una afección como diabetes, VIH, cáncer o enfermedad cardíaca, es posible que deba prestar especial atención a determinados síntomas y buscar atención antes.
- Los medicamentos que toma. Ciertos medicamentos, como los medicamentos que previenen la formación de coágulos de sangre (anticoagulantes), medicamentos que inhiben el sistema inmunitario como los esteroides o la quimioterapia, remedios herbarios o suplementos pueden provocar síntomas o empeorarlos.
- Hechos relacionados con la salud recientes, como una cirugía o una lesión. Estos tipos de hechos pueden causar síntomas más adelante o agravarlos.
- Sus hábitos de salud y su estilo de vida, como los hábitos alimentarios y de ejercicio, el hábito de fumar, el consumo de alcohol o de drogas, los antecedentes sexuales y los viajes.
Pruebe el tratamiento en el hogar
Usted respondió todas las preguntas. En función de sus respuestas, es posible que pueda resolver este problema en el hogar.
- Pruebe el tratamiento en el hogar para aliviar los síntomas.
- Llame a su médico si los síntomas empeoran o si tiene alguna inquietud (por ejemplo, si los síntomas no mejoran como debería esperar). Es posible que necesite atención antes.
Los síntomas de dificultad para respirar pueden ser de leves a graves. Por ejemplo:
- Podría sentir un poco de falta de aliento, pero aún puede hablar (dificultad para respirar leve), o podría sentir tanta falta de aliento que no puede hablar en absoluto (dificultad para respirar grave).
- Podría resultarle difícil respirar cuando realiza actividades (dificultad para respirar leve), o podría tener que hacer mucho esfuerzo para respirar incluso cuando está en reposo (dificultad para respirar grave).
Los síntomas de dificultad para respirar en un bebé o niño pequeño pueden extenderse de leves a graves. Por ejemplo:
- Es posible que el niño esté respirando un poco más rápido que lo habitual (dificultad para respirar leve) o que tenga tantos problemas que las fosas nasales se agrandan y el abdomen se mueve hacia adentro y hacia afuera con cada respiración (dificultad para respirar grave).
- El niño puede parecer tener un poco de falta de aliento, pero aún puede comer o hablar (dificultad para respirar leve) o es posible que esté respirando con tanta dificultad que no puede comer ni hablar (dificultad para respirar grave).
Problemas para respirar graves significa:
- El niño no puede comer ni hablar porque está respirando muy fuerte.
- Las fosas nasales del niño se agrandan, y el abdomen se mueve hacia adentro y hacia afuera con cada respiración.
- Parece que el niño se está agotando.
- El niño parece muy somnoliento o confundido.
Problemas para respirar moderados significa:
- El niño está respirando mucho más rápido de lo habitual.
- El niño debe tomarse descansos cuando come o cuando habla para poder respirar.
- Las fosas nasales se agrandan, o el estómago se mueve hacia adentro y hacia afuera en los momentos en que el niño respira.
Problemas para respirar leves significa:
- El niño está respirando un poco más rápido de lo habitual.
- Parece que el niño tiene un poco de falta de aliento, pero aún puede comer o hablar.
Puede usar una pequeña pera de goma (que se llama pera de aspiración) para extraer mucosidad de la nariz o de la boca de su bebé cuando un resfriado o una alergia hacen que sea difícil para el bebé comer, dormir o respirar.
Para usar la pera:
- Coloque algunas gotas nasales de solución salina en cada lado de la nariz del bebé antes de comenzar.
- Coloque al bebé con la cabeza levemente inclinada hacia atrás.
- Apriete la base redonda de la pera.
- Introduzca suavemente la punta de la pera bien adentro de la nariz del bebé.
- Suelte la pera para extraer (succionar) mucosidad de la nariz.
No haga esto más de 5 o 6 veces al día. Hacerlo con demasiada frecuencia puede empeorar la congestión y también puede causar que el recubrimiento de la nariz se hinche o sangre.
Si no está seguro de si la fiebre de un niño es alta, moderada o leve, tenga en cuenta lo siguiente:
Con fiebre alta:
- El niño siente mucho calor.
- Es probable que sea una de las fiebres más altas que haya tenido el niño.
Con fiebre moderada:
- El niño siente calor o un poco de calor.
- Usted está seguro de que el niño tiene fiebre.
Con fiebre leve:
- Es posible que el niño sienta un poco de calor.
- Usted cree que el niño podría tener fiebre, pero no está seguro.
Un bebé que se encuentra extremadamente enfermo:
- Puede estar flojo y caído como un muñeco de trapo.
- Puede no responder en absoluto cuando lo alzan, lo tocan o le hablan.
- Puede ser difícil despertarlo.
Un bebé que se encuentra enfermo (pero no extremadamente enfermo):
- Puede tener más sueño de lo habitual.
- Puede no comer ni beber tanto como lo hace habitualmente.
La temperatura varía un poco según cómo se mida. A continuación, se detallan los márgenes en niños de hasta 11 años, para temperaturas alta, moderada y leve según cómo se haya tomado la temperatura.
Temperatura bucal, timpánica (en el oído) o rectal
- Alta: 104°F (40°C) o más
- Moderada: 100.4°F (38°C) a 103.9°F (39.9°C)
- Leve: 100.3°F (37.9°C) o menos
Una medición de la temperatura en la frente suele ser entre 0.5°F (0.3°C) y 1°F (0.6°C) más baja que la temperatura oral.
Temperatura axilar
- Alta: 103°F (39.5°C) o más
- Moderada: 99.4°F (37.4°C) a 102.9°F (39.4°C)
- Leve: 99.3°F (37.3°C) o menos
Nota: Para niños de menos de 5 años, la temperatura rectal es la más precisa.
Los síntomas de enfermedad grave en un bebé podrían incluir los siguientes:
- El bebé está flojo y caído como un muñeco de trapo.
- El bebé no responde en absoluto cuando lo alzan, lo tocan o le hablan.
- Es difícil despertar al bebé.
Los síntomas de enfermedad grave podrían incluir:
- Dolor de cabeza intenso.
- Rigidez en el cuello.
- Cambios mentales, como sentirse confuso o mucho menos alerta.
- Fatiga extrema (hasta el punto de resultarle difícil desenvolverse).
- Temblores y escalofríos.
Determinadas afecciones de salud y medicamentos debilitan la capacidad del sistema inmunitario de combatir las infecciones y las enfermedades. Algunos ejemplos en los niños son:
- Enfermedades como diabetes, fibrosis quística, enfermedad de células falciformes y enfermedades cardíacas congénitas.
- Medicamentos esteroides, que se usan para tratar una variedad de afecciones.
- Medicamentos que se hayan tomado después de un trasplante de órganos.
- Quimioterapia y radioterapia para el cáncer.
- No tener bazo.
El babeo y los problemas para tragar repentinos pueden ser señales de un problema grave, que se llama epiglotitis. Este problema puede suceder a cualquier edad.
La epiglotis es un colgajo de tejido en la parte de atrás de la garganta que no puede verse cuando uno mira dentro de la boca. Al tragar, se cierra para mantener los alimentos y los líquidos fuera del conducto (tráquea), que lleva a los pulmones. Si la epiglotis se inflama o se infecta, puede hincharse y obstruir las vías respiratorias rápidamente. Esto hace que respirar sea muy difícil.
Los síntomas comienzan repentinamente. Es probable que una persona con epiglotitis parezca muy enferma, tenga fiebre, babee y tenga problemas para respirar, tragar y emitir sonidos. En el caso de un niño, es posible que usted note que el niño trata de sentarse e inclinarse hacia adelante, con la mandíbula hacia adelante, debido a que es más fácil respirar en esta posición.
Busque atención ahora
En función de sus respuestas, es posible que usted necesite recibir atención de inmediato. Es probable que el problema empeore si no recibe atención médica.
- Llame a su médico ahora para analizar los síntomas y para coordinar la atención.
- Si no puede comunicarse con su médico o no tiene uno, busque atención en la siguiente hora.
- No necesita llamar a una ambulancia, a menos que:
- No pueda viajar en forma segura conduciendo usted mismo o pidiéndole a alguien que le lleve.
- Esté en un área en la que haya mucho tránsito u otros problemas que podrían retrasarle.
Busque atención hoy
En función de sus respuestas, es posible que usted necesite recibir atención pronto. Probablemente, el problema no mejore si no recibe atención médica.
- Llame a su médico hoy para analizar los síntomas y para coordinar la atención.
- Si no puede comunicarse con su médico o no tiene uno, busque atención hoy.
- Si sucede por la noche, preste atención a los síntomas y busque atención por la mañana.
- Si los síntomas empeoran, busque atención antes.
Llame al 911 ahora
En función de sus respuestas, usted necesita atención de urgencia.
Llame ahora al 911 o a otros servicios de emergencia.
A veces, las personas no quieren llamar al 911. Podrían creer que sus síntomas no son graves o que simplemente pueden pedirle transporte a otra persona. O podría preocuparles el costo. Pero, en función de sus respuestas, la manera más rápida y segura de obtener la atención que necesita es llamar al 911 para solicitar transporte médico al hospital.
Programe una cita
En función de sus respuestas, es posible que el problema no mejore si no recibe atención médica.
- Programe una cita para consultar a su médico en las próximas 1 a 2 semanas.
- Si corresponde, pruebe el tratamiento en el hogar mientras espera la cita.
- Si los síntomas empeoran o si tiene alguna inquietud, llame a su médico. Es posible que necesite atención antes.
Tratamiento en el hogar
La tos es la forma en que el cuerpo elimina cuerpos extraños y mucosidad de los pulmones y las vías respiratorias superiores. La tos productiva suele ser útil y usted no debe tratar de suprimirla. Pero, algunas veces, la tos es lo suficientemente grave como para afectar la respiración o impedir el descanso. El tratamiento en el hogar puede ayudar a su hijo a sentirse más cómodo cuando tiene tos.
- Prevenga la deshidratación. Los líquidos pueden ayudar a aliviar la irritación de la garganta. La miel o el jugo de limón en agua caliente o té pueden aliviar una tos seca y persistente. No les dé miel a niños menores de 1 año de edad. Puede contener bacterias perjudiciales para los bebés.
- Tenga cuidado con los medicamentos para la tos y los resfriados. No se los dé a niños menores de 6 años porque no son eficaces para los niños de esa edad y pueden incluso ser perjudiciales. Para niños de 6 años y mayores, siga siempre todas las instrucciones cuidadosamente. Asegúrese de saber qué cantidad de medicamento debe administrar y durante cuánto tiempo se debe usar. Y utilice el dosificador si hay uno incluido. Para obtener más información, vea Consejos prácticos: Cómo dar medicamentos de venta libre a los niños.
- Si el médico de su hijo le indica administrar un medicamento, asegúrese de seguir sus instrucciones. La cantidad de medicamento y la frecuencia de administrarlo para los niños puede ser muy diferente que para los adultos.
- No le administre a su hijo antibióticos sobrantes, ni antibióticos u otros medicamentos que hayan sido recetados para otra persona.
Si su hijo tiene tos como ladrido durante la noche, puede ayudarle a respirar mejor siguiendo el tratamiento en el hogar para la .
- Sostenga a su hijo de manera que se calme.
- Si es posible, mantenga a su hijo tranquilo. Llorar puede dificultar más la respiración. Pruebe mecer o distraer a su hijo con un libro o un juego.
- Utilice un humidificador para añadir humedad al aire. No use un vaporizador de aire caliente. Use únicamente agua en el humidificador. Mantenga a su hijo en su regazo y deje que le dé el vapor frío directamente en la cara a su hijo.
- Si no hay mejoría después de varios minutos, lleve al niño al baño y abra la ducha para generar vapor. Cierre la puerta y permanezca en el baño mientras su hijo respira el aire húmedo durante varios minutos. Asegúrese de que su hijo no se queme con el agua caliente o el vapor. No deje a su hijo solo en el baño.
- Si aún no hay mejoría, abrigue bien a su hijo y salga al aire fresco de la noche.
Para obtener más información sobre tratamientos de la tos y de otros problemas respiratorios, vea la sección "Tratamiento en el hogar" del tema Problemas respiratorios, 11 años o menos.
Pruebe un medicamento de venta libre para tratar la fiebre o el dolor de su hijo: |
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Hable con el médico de su hijo antes de alternar entre dosis de acetaminofén e ibuprofeno. Cuando alterna entre dos medicamentos, existe la posibilidad de que le administre demasiado medicamento a su hijo. |
Asegúrese de seguir estos consejos de seguridad cuando use medicamentos de venta libre: |
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Síntomas a los que debe prestar atención durante el tratamiento en el hogar
Llame al médico de su hijo si ocurre cualquiera de las siguientes cosas durante el tratamiento en el hogar:
- Se presentan otros síntomas, como dificultad para respirar, tos productiva o fiebre.
- Su hijo comienza a toser sangre.
- La tos dura más de 2 semanas sin otros síntomas respiratorios.
- Los síntomas se vuelven más graves o más frecuentes.
Prevención
No existe una forma segura de prevenir la tos. Para ayudar a reducir el riesgo de su hijo:
- Asegúrese de que su hijo se lave las manos con frecuencia durante la temporada de los resfriados y la gripe. Esto ayuda a prevenir el contagio de un virus que puede causar un resfriado o una gripe.
- Si su hijo va a una guardería, pídale al personal que se laven las manos con frecuencia para evitar el contagio de infecciones.
- Asegúrese de que su hijo reciba todas sus vacunas, especialmente para la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTaP), y para la Haemophilus influenzae tipo b (Hib). Para obtener más información, vea el tema Vacunaciones.
- Ayude a su hijo a evitar el humo del tabaco ambiental. No permita que nadie fume en su casa o alrededor de su hijo.
- Trate de evitar a personas que tengan un resfriado o la gripe. Si uno de sus hijos está enfermo, sepárelo de los otros niños en el hogar, si es posible. Ponga a su hijo a dormir solo en una habitación.
Para obtener información sobre la prevención de alergias o asma, vea el tema Rinitis alérgica o Asma en niños.
Cómo prepararse para su cita
A fin de prepararse para su cita, vea el tema Cómo aprovechar al máximo su cita.
Usted puede ayudar a su médico a diagnosticar y a tratar la afección de su hijo preparándose para responder las siguientes preguntas:
- ¿Durante cuánto tiempo ha tenido la tos su hijo?
- ¿Con qué frecuencia tose su hijo?
- ¿Tiene la tos un patrón, como empeorar por la noche o volverse más frecuente por la mañana?
- ¿Qué situaciones aumentan la tos de su hijo?
- ¿Está su hijo expuesto a sustancias irritantes, como humo, polvo o sustancias químicas, en su hogar o en cualquier otro lugar?
- ¿La tos es productiva (produce esputo) o no productiva (seca y persistente)? Esté preparado para describir el color (sanguinolento, parecido al óxido, blanco, amarillo o verde), la cantidad y la consistencia de cualquier esputo.
- ¿Tiene su hijo otros síntomas que pueden estar relacionados con la tos, como drenaje nasal, fiebre, falta de aire, respiración sibilante u otros presuntos síntomas de resfriado?
- ¿Qué tratamiento en el hogar ha probado para tratar la tos? ¿Le ayudó?
- ¿Qué medicamentos recetados y sin receta u otros tratamientos ha probado? ¿Le ayudaron?
- ¿Qué medicamentos recetados y sin receta toma su hijo en forma regular?
- ¿Alguna vez le han diagnosticado a su hijo alergias o asma? ¿Tiene algún miembro de su familia alergias o asma?
- ¿Ha viajado su hijo recientemente?
- ¿Tiene su hijo algún riesgo de salud?
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Créditos
Revisado: 27 octubre, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
Revisado: 27 octubre, 2024
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