La prueba sin esfuerzo se puede realizar conforme se acerca la fecha prevista de parto. Generalmente se realiza durante la última parte del embarazo y, con mayor frecuencia, cuando existen afecciones de alto riesgo, como la diabetes para la que se requieren medicamentos o la hipertensión.
¿Qué es una prueba sin esfuerzo?
Una prueba sin esfuerzo registra los patrones de latidos del corazón del bebé. Algunas mujeres con mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo podrían realizar esta prueba una o dos veces por semana durante el tercer trimestre. En algunos casos, se realiza junto con un ultrasonido fetal.
Una prueba sin esfuerzo también puede indicarle si tiene contracciones.
¿Cómo se realiza?
La prueba tarda de 20 a 40 minutos. No necesita hacer nada para prepararse a menos que fume. En ese caso, no debe fumar durante dos horas antes de la prueba porque podría afectar el movimiento y la frecuencia cardíaca del bebé (esta es una buena razón para hablar de las opciones para dejar de fumar con su profesional clínico de salud).
Se reclinará sobre una camilla acolchada durante la prueba. El profesional clínico de salud colocará dos cinturones con sensores especiales alrededor de su vientre. Un sensor monitorea el latido del corazón del bebé y el otro registra las contracciones. A medida que se realiza la prueba, es posible que escuche un “bip” que indica el latido del corazón del bebé.
El profesional clínico de salud podría pedirle que presione un botón cada vez que siente una contracción o nota el movimiento de su bebé. Si no hay mucho movimiento, es posible que su bebé esté dormido. El profesional clínico de salud podría intentar despertarlo con un sonido fuerte o pedirle que coma o beba algo para que se mueva.
Después de la prueba, un profesional clínico de salud revisará los resultados y le contará sobre la evolución de su bebé. La mayoría de las personas pueden volver a casa y reanudar sus actividades habituales de inmediato.