Si alguna vez ha sufrido una migraña, sabe lo terrible que puede llegar a ser. El dolor punzante y las náuseas pueden hacer que quiera refugiarse en una habitación oscura y tranquila hasta que el dolor desaparezca. Como consecuencia, las personas que sufren de migrañas suelen faltar al trabajo y perderse actividades familiares importantes.
Para quienes padecen migraña crónica, lo que implica unos 14 episodios o más al mes, esto puede tener un gran impacto en su calidad de vida.
Aprender a identificar los factores desencadenantes de las migrañas puede ayudar mucho a controlarlas.
¿Qué es una migraña?
Una migraña es un dolor de cabeza intenso y punzante, generalmente en un lado de la cabeza, que puede durar entre 4 y 72 horas. Los ataques pueden producirse con una frecuencia tan baja como una vez al año o tan alta como varias veces a la semana.
Además del dolor de cabeza, los síntomas habituales de la migraña son:
- náuseas y mareos;
- aumento de la sensibilidad a la luz, los olores y los sonidos;
- sensaciones visuales como puntos ciegos, visión borrosa o destellos de luz;
- dolor y tensión alrededor de la frente, las sienes o la parte posterior de la cabeza y el cuello;
- sensación de hormigueo en la cara o las extremidades;
- sensación de cansancio o malestar.
Algunas personas presentan signos de advertencia conocidos como "aura" antes o durante una migraña. Los síntomas del aura pueden incluir cambios en la visión, mareos, hormigueos, olores fantasmas, etc.
Aunque las migrañas pueden ser intensas, por lo general, no son un signo de una enfermedad más grave.
¿Por qué se produce una migraña?
Aún no se conoce una causa única de las migrañas, pero la genética y los factores ambientales parecen desempeñar un papel importante. A su vez, se está estudiando cómo interactúan el cerebro y el sistema nervioso, y se observa que, durante las migrañas, los niveles de ciertas sustancias químicas cerebrales descienden.
Las condiciones o factores que contribuyen a las migrañas se conocen como "desencadenantes". Cada persona tiene sus propios desencadenantes, de modo que lo que provoca migraña en una persona puede no afectar a otra.
Entre los desencadenantes comunes de la migraña, se encuentran los siguientes:
- mala calidad del sueño,
- saltarse comidas,
- olores fuertes,
- deshidratación,
- uso excesivo de medicamentos,
- alergias y sensibilidad a alimentos,
- cambios en el clima.
Algunos desencadenantes, como los cambios en el clima, son inevitables. Pero muchos de ellos pueden evitarse si hacemos cambios sencillos en el estilo de vida. De hecho, entre el 12 % y el 60 % de las personas que tienen migraña afirman determinados alimentos actúan como desencadenantes.*
Alimentos que suelen desencadenar migrañas
Aunque los alimentos desencadenantes varían mucho según la persona, a menudo se mencionan los alimentos procesados y el alcohol. Estos son algunos de los alimentos que suelen desencadenar migrañas:
- alcohol, incluido el vino tinto y la cerveza;
- edulcorantes artificiales;
- alimentos que contienen glutamato monosódico (GMS), incluida la salsa de soja, el ablandador de carne y la sal sazonada;
- carnes procesadas, como salchichas y peperoni;
- alimentos ahumados, fermentados, encurtidos o marinados, incluido el pescado;
- queso añejo o madurado;
- productos lácteos cultivados, como el yogur y el kéfir;
- chocolate;
- frutos secos y mantequillas de frutos secos;
- cantidades excesivas de té, café o refrescos de cola;
- azúcar refinada;
- trigo, centeno y cebada, para las personas sensibles al gluten.
Formas naturales de controlar las migrañas
Si tiene migrañas, puede llevar un diario de migrañas para empezar a identificar los alimentos que las desencadenan. Anote la intensidad de la migraña, los síntomas y lo que comió, bebió e hizo hasta 24 horas antes del inicio del episodio. Con el tiempo, es posible que note una relación entre determinados alimentos y actividades y las migrañas.
Para identificar los alimentos desencadenantes específicos, intente eliminar algunos en particular, de a uno, y compruebe si nota algún cambio en los síntomas.
Recuerde: Otros desencadenantes, como el estrés y los cambios hormonales, pueden superponerse con los alimentos, y por tanto será más difícil identificar una única causa, así que tenga paciencia.
Luego, comparta su diario de migrañas con su proveedor de atención médica, que puede brindarle otras sugerencias para el control o el tratamiento.
Vivir con migrañas puede ser un reto, pero hacer un seguimiento de cómo responde el cuerpo a los alimentos y a otros factores desencadenantes puede ayudarle a sufrir menos dolores de cabeza, a sentir que controla mejor su salud y a tener más tranquilidad.