El estrés forma parte de la vida cotidiana, pero no tiene por qué perjudicarlo.
Uno no puede controlar qué le preocupa, inquieta o enoja, pero sí puede controlar cómo reacciona ante esto. Además, puede prepararse para enfrentar el estrés buscando maneras de mantener la calma en el momento y comprendiendo las causas.
¿Qué le provoca estrés?
Todas las personas sienten estrés de maneras diferentes y por motivos diversos. Sin embargo, hay algunas causas con las que casi todos pueden identificarse. Estos son algunos de los motivos comunes de estrés:1
- dinero y finanzas;
- relaciones;
- problemas de salud;
- eventos actuales.
Efectos del estrés
En grandes cantidades, el estrés puede afectar negativamente la mente, el cuerpo y el comportamiento. Algunos de los síntomas que podría presentar son:
- cansancio y agotamiento;
- sensación de agobio;
- ansiedad (incluso ataques de pánico);
- desesperanza;
- soledad;
- falta de motivación o concentración;
- problemas para controlar las emociones.
Además, el exceso de estrés se asocia a condiciones físicas, como malestar estomacal, dolores de cabeza y dificultad para dormir. También puede debilitar el sistema inmunitario (en inglés), por lo que le costará más combatir las enfermedades. En las personas con condiciones preexistentes, el estrés podría empeorar los síntomas. En pocas palabras, sentir demasiado estrés es malo para la salud.
Maneras simples de afrontar el estrés
Es normal sentirse abrumado algunas veces. Aunque es imposible evitar todas las situaciones estresantes, puede aprender maneras de manejar el estrés cuando lo sienta. Estos hábitos saludables pueden ayudarle a mantener la calma bajo presión, aunque lo apremie el tiempo.
Haga ejercicio para aliviar la tensión
Los síntomas del estrés pueden crear un círculo vicioso entre la mente y el cuerpo. Debido al estrés, puede tener dificultad para dormir, por lo que podría sentirse cansado y disperso. El estrés también puede causar tensión muscular, y esto podría provocar dolores y molestias. A su vez, esto puede generar aún más estrés.
Para romper este círculo vicioso, haga ejercicio. Se ha demostrado que hacer ejercicio con regularidad puede mejorar el sueño, y tener un buen descanso puede ayudarle a estar mejor preparado para manejar el estrés.2 Al mismo tiempo, las endorfinas que se liberan al hacer ejercicio actúan como analgésico natural, ya que combaten algunos de los dolores de cuerpo y la tensión provocados por el estrés.3
Tómese un momento para respirar
La meditación puede ser una herramienta eficaz para combatir el estrés y la ansiedad. Puede reducir la frecuencia cardíaca y calmar el sistema nervioso. Además, la meditación ayuda a aumentar la atención plena. Al centrarse en el momento presente, aleja su atención de los pensamientos negativos.
No es necesario meditar por mucho tiempo para notar los efectos. Cuando empiece a sentir emociones desagradables, intente respirar profundamente durante algunos minutos. Inhale contando hasta 5, mantenga la respiración contando hasta 5 y luego exhale contando hasta 5. Repita el ejercicio 10 veces o hasta que empiece a sentirse más tranquilo y sereno.
Desconéctese para recargar energía
Así como un teléfono necesita tiempo para recargarse, el cerebro también. Pasar demasiado tiempo frente a una pantalla se ha asociado a problemas para dormir, lo que puede empeorar el estrés.4 Además, el simple hecho de tener un dispositivo cerca dificulta la concentración.5
Si la dificultad para concentrarse (en inglés) en las tareas le provoca estrés, deje el teléfono a un lado. Dedicar mucho tiempo a los dispositivos, por ejemplo, a revisar las redes sociales, también puede desviar la atención de lo que ocurre alrededor. Intente dejar los dispositivos de lado por un rato y dedique toda la atención a sus seres queridos.
Más estrategias para combatir el estrés
Es normal tener momentos estresantes, pero estas estrategias simples pueden ayudarle a proteger su salud de los efectos del estrés. Para más ideas, consulte los recursos de bienestar, como las aplicaciones de cuidado personal para ayudar con el estrés, el sueño, la ansiedad y mucho más.