Las investigaciones demuestran que la lactancia materna ofrece beneficios para usted y su bebé. Recuerde que la decisión de amamantar es muy personal. Al igual que no hay dos madres que atraviesen las mismas circunstancias, tampoco existe una respuesta correcta o incorrecta.
Beneficios para el bebé
La leche materna le proporciona al bebé todos los nutrientes que necesita para que crezca feliz y sano. Es el único alimento que necesita durante los primeros meses de vida.
Por lo general, los bebés amamantados tienen sistemas inmunitarios más fuertes. Esto significa que tienen menor riesgo de contraer ciertas infecciones y enfermedades. Los estudios demuestran que también son menos propensos a ser obesos en el futuro.
Por si fuera poco, la leche materna es más fácil de digerir que la leche maternizada.
Beneficios para usted
La lactancia materna ayuda a fortalecer el vínculo con su bebé. Puede ayudar a disminuir el riesgo de padecer algunos problemas de salud como la diabetes y la depresión posparto. También la ayuda a perder el peso adicional del embarazo mientras se recupera de dar a luz.
Aprenda a amamantar
Para la semana 15 de su embarazo, el cuerpo se empieza a preparar para amamantar. Puede notar que el tamaño de sostén aumenta. Esto se debe a que las hormonas activaron el crecimiento de las glándulas mamarias.
Aunque la lactancia materna es un proceso natural, puede ser difícil de descifrar al comienzo. Es importante que se relaje y se coloque en la posición adecuada antes de comenzar. Pruebe diferentes posiciones, como sentarse o recostarse a un lado para saber cuál es la más cómoda para usted y su bebé. Puede usar almohadas y sus brazos para sostener al recién nacido.
Lograr que su bebé se prenda al pezón puede ser difícil al comienzo. No se sorprenda ni se frustre si le lleva algo de tiempo resolverlo. Todo lo que necesita normalmente es un poco de práctica.
Pruebe sentarse con su barriga frente a la del bebé. Sujete un seno con una mano mientras sostiene la cabeza de su bebé con la otra. Toque suavemente el labio inferior del bebé con su pezón; esto hará que abra mucho la boca. Cuando esto ocurra, guie su seno con delicadeza hacia su boca.
Si escucha que su bebé está succionando y tragando con regularidad, significa que lo está haciendo bien. Ahora es momento de relajarse mientras su bebé se alimenta. Cuando su bebé deje de succionar el primer seno, pruebe ofrecerle el segundo para ver si ya está satisfecho. No hay límite en la cantidad que debe tomar.
Es normal sentirse un poco adolorida cuando comienza a amamantar, pero no debería sentir un dolor intenso. Si siente malestar, pruebe cambiar de posición de vez en cuando mientras amamanta. Esto puede ayudarla a reducir el dolor en el pezón y evitar que los conductos de leche se bloqueen.
Es posible que sienta los senos más pesados de lo normal cuando baja la leche. También es normal. Dar de lactar a su bebé con frecuencia ayuda a aliviar este malestar.
Si tiene dificultades para amamantar, comuníquese con su asesora en lactancia o su equipo de atención, quienes estarán dispuestos a ayudarla.