¡Manténgase activo y seguro!

Mujer que se estira hacia adelante en un mat para yoga

Hable con su médico antes de ponerse en movimiento

Es conveniente que, cuando se comprometa a seguir un plan de ejercicio, haga todo lo posible por mantenerse motivado y seguro. Evitar lesiones y emergencias debería ser una de sus metas. 

Hable con su médico acerca de los planes. Juntos pueden decidir cómo comenzar, crear una rutina de ejercicios e identificar maneras para manejar la diabetes y estar seguro. 

Para empezar, responda estas preguntas con su médico o equipo de atención: 

  • ¿Qué actividades físicas son seguras para usted? 
  • ¿Debe usar métodos especiales para cuidarse los pies y la piel? 
  • ¿Necesita hacer cambios en su tratamiento con medicamentos o insulina antes de empezar a hacer actividad física y a medida que aumente el nivel de actividad? 

Incorpore la seguridad a su plan de ejercicio

¿Dónde planea hacer ejercicio?

Haga ejercicio en un lugar que conozca y que le resulte seguro. Si no se siente seguro al aire libre, camine por un centro comercial, suba y baje las escaleras en el trabajo, o use un DVD o una aplicación de ejercicios en su casa.  

Lleve su monitor de glucosa  

Al hacer ejercicio, el nivel de azúcar en la sangre puede bajar mucho. Es conveniente que pueda hacerse pruebas en cualquier momento para conocer sus valores y poder actuar de la manera apropiada.  

Si tiene diabetes tipo 1 y tiene cetonas en la sangre o en la orina, la actividad física intensa puede aumentar su nivel de azúcar en la sangre. Pregúntele al médico cuáles son los valores de cetonas que se consideran seguros para usted y cómo puede medirlos. 

Mida su nivel de azúcar en la sangre antes de hacer actividad física

Conozca sus valores óptimos de azúcar en la sangre. Cuando sepa cómo responden a la actividad física sus niveles de azúcar en la sangre, es posible que también deba chequearlos mientras hace ejercicio y cuando termine. 

Esté atento a los niveles bajos de azúcar en la sangre

El ejercicio ayuda a bajar el nivel de azúcar en la sangre, lo que es bueno, pero debe tener cuidado de que no baje demasiado. Conozca los síntomas y planifique con anticipación cómo debe responder: 

  • Elija el momento para las sesiones de ejercicio en relación con las comidas y las dosis de insulina o medicamentos para la diabetes. 
  • No se salte ninguna comida. 
  • Preste atención a la duración y la intensidad del ejercicio. 
    Los entrenamientos intensos pueden reducir aun más el nivel de azúcar en la sangre. Tenga a mano un bocadillo y un líquido azucarado de acción rápida por si acaso.
  • Tenga en cuenta que los niveles bajos de azúcar en la sangre pueden continuar por 24 horas después de hacer actividad física. 

Cuídese los pies

Los pies hacen gran parte del trabajo durante la actividad física. Las ampollas, las llagas por presión, las grietas en la piel y los dedos apretados pueden convertirse en problemas graves. 

Es fundamental que invierta en zapatos adecuados, que tengan las siguientes características:

  • Deben ser del talle correcto: ni muy sueltos, ni muy ajustados. 
  • Deben ser adecuados para la actividad que realiza. 
  • Deben cubrir completamente los pies. 
  • No deben tener remaches, costuras ni cierres que puedan provocar llagas por presión. 

Además de su rutina diaria de cuidado de los pies, haga lo siguiente: 

  • Acostúmbrese poco a poco a sus zapatos deportivos antes de empezar a usarlos. 
  • Use calcetines absorbentes de algodón y cámbielos si se mojan. 
  • Revísese los pies todos los días para asegurarse de que los zapatos deportivos y el aumento de actividad no le causen problemas. 

Ayude a los demás a ayudarlo en caso de emergencia

Además de su equipo deportivo, tenga siempre los siguientes elementos: 

  • Una identificación o un brazalete de alerta médica que indiquen que tiene diabetes. 
  • Su tarjeta del seguro de salud. 
  • Una lista de sus medicamentos y alergias. 
  • Una lista de números de teléfono de contactos de emergencia. 

Con estos elementos, otras personas podrán ayudarlo si tiene una emergencia y no puede hablar por usted mismo. 

Al realizar actividades de resistencia, siempre haga ejercicios de calentamiento y enfriamiento

Algunos movimientos simples antes de hacer ejercicio ayudarán a relajar el cuerpo y activar el flujo de sangre. Esto le permitirá evitar lesiones. 

Hacer el mismo tipo de movimientos simples después del ejercicio permite que la respiración, el corazón y el flujo de sangre vuelvan lentamente a la normalidad. También ayuda a prolongar los efectos positivos de quemar energía y grasas. 

Observe cómo se siente cuando hace ejercicio

Los ejercicios de resistencia no deben hacer que se sienta mal, por ejemplo, que tenga mareos, náuseas o dolor de pecho. Los ejercicios de fuerza y flexibilidad no deben provocarle dolor agudo, moretones ni la sensación de que se lesionó gravemente un músculo.  

Asegúrese de recuperar el líquido que pierde al transpirar

A menos que el médico le indique que limite el consumo de líquido, beba abundante agua antes, durante y después de hacer ejercicio.  

No se exceda

Al hacer ejercicios de resistencia, es normal que se agite la respiración. Simplemente, asegúrese de no exigirse demasiado. 

  • Si, mientras hace ejercicio, aún puede mantener una conversación sin dificultad, su ritmo es moderadamente intenso. Es un buen objetivo. 
  • Si no puede decir más de una o dos palabras entre cada respiración, su ritmo es demasiado intenso. Reduzca el ritmo hasta poder hablar sin dificultad. 

Cada decisión cuenta y cada elección suma

Recuerde lo siguiente: 

  • Un error no arruina un día.  
  • Un día sin actividad no arruina una semana.  
  • Una semana sin actividad no arruina un mes.  
  • Cada decisión que tome puede acercarlo o alejarlo de sus metas de actividad física, pero son solo elecciones. 
  • Sea amable con usted mismo. 
  • Perdone sus errores. 
  • ¡No deje de moverse!  
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