A lo largo de todo el embarazo, su cuerpo cambia lentamente a medida que se prepara para el parto. Esto, a veces, puede ser desagradable, especialmente en el último trimestre. Le brindamos algunos consejos con respecto al malestar, el dolor de espalda, la ciática y las várices.
Molestias en los senos
Es posible que experimente cierto malestar mientras su cuerpo se prepara para la lactancia materna. Puede que sienta los senos más grandes y pesados, que los pezones se oscurezcan y que las venas de los senos sean más visibles. Esta es una parte normal del embarazo. Puede ser útil usar un sostén de apoyo sin aros.
También es posible que los senos pierdan una secreción amarillenta, lo que puede humedecer un poco su sostén o camisa. Trate de usar apósitos absorbentes para senos para absorber la leche materna temprana, llamada calostro.
Dolor de espalda y ciática
Su bebé pesa cada vez más, lo que puede ejercer presión sobre la espalda. También puede notar un cambio en su postura y centro de equilibrio. Entre el 50 % y el 80 % de las mujeres experimentan dolor de espalda durante el embarazo.
Para ayudar a prevenir el dolor de espalda, evite levantar objetos pesados. No me refiero a períodos prolongados de tiempo o a permanecer en una posición demasiado tiempo. Elija posiciones cómodas para dormir y sentarse.
A veces, es posible que sienta algo más que un dolor de espalda normal. El nervio ciático corre a lo largo de la columna vertebral, debajo de la pelvis y por la parte posterior de la pierna. El peso de su bebé puede ejercer presión sobre el nervio. Puede causar ciática, un dolor agudo que se extiende hacia abajo a través de la nalga, el muslo y la pantorrilla.
Estos son algunos consejos para controlar el dolor de espalda y la ciática:
- Acuéstese de lado con las rodillas dobladas y una almohada entre las piernas. Esto reduce la tensión en la espalda.
- Coloque una compresa fría o de hielo en la espalda varias veces al día durante 10 a 20 minutos cada vez.
- Relájese con un baño tibio y relajante.
- Cambie de posición cada 30 minutos. Si debe permanecer sentada durante períodos prolongados, tome muchos descansos y camine con frecuencia.
- Tome caminatas cortas y fáciles.
- Haga estiramientos en una piscina.
Para aliviar el dolor, puede tomar Tylenol (acetaminofén), pero no tome aspirina, Advil o Motrin (ibuprofeno) ni Aleve (naproxeno). Solo tome la dosificación recomendada por el profesional clínico de salud, ya que demasiado acetaminofén puede ser dañino.
Si tiene alguna pregunta sobre el control del dolor, incluidos los medicamentos que se pueden usar con seguridad, no dude en comunicarse con el profesional.
Pregúntele al profesional clínico de salud acerca de otros ejercicios que puede probar para estirar y fortalecer la espalda.
No dude en llamar al profesional si sucede lo siguiente:
- Le preocupa que el dolor de espalda signifique que va entrar en trabajo de parto.
- Nota un nuevo entumecimiento en las nalgas, el área genital o rectal, o las piernas.
- Experimenta una pérdida del control de los intestinos o la vejiga.
- El dolor de espalda no mejora.
Várices
Las venas hinchadas y agrandadas son comunes durante el embarazo. Las várices, generalmente, ocurren en las piernas, pero también puede notarlas alrededor del exterior del canal del parto. También puede experimentar dolor en las piernas y pantorrillas palpitantes.
Le presentamos algunas formas de manejar las várices:
- No permanezca mucho tiempo sentada.
- Evite cruzar las piernas a la altura de las rodillas.
- Eleve las piernas y los pies tanto como sea posible.
- Evite usar ropa ajustada o medias que no permitan la circulación.
- Use medias de compresión que puede conseguir en una tienda de suministros médicos.
- Haga ejercicio con frecuencia para mejorar la circulación.
- Trate de caminar 30 minutos al día.
Llame al profesional clínico de salud en las siguientes situaciones:
- Siente las venas adoloridas, calientes o rígidas.
- Una de las piernas parece más hinchada que la otra.
- Tiene una repentina dificultad para respirar.
- Siente las venas calientes o experimenta fiebre, escalofríos o dolor de cuerpo.