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Generalidades
Las lesiones y los problemas urinarios son una preocupación en los niños. Un niño pequeño puede no ser capaz de contarle ningún síntoma. Esto puede dificultar la decisión sobre lo que su hijo necesita. Un niño mayor puede sentirse avergonzado por los síntomas. Cuando su hijo tiene una lesión o un problema urinario, analice todos los síntomas para decidir qué pasos dar a continuación.
La uretra, la vejiga, los uréteres y los riñones son las estructuras que componen las vías urinarias.
Sentir dolor al orinar y tener una necesidad frecuente de orinar son síntomas comunes en los niños pequeños. Cuando su hijo solo tiene uno de estos síntomas, o cuando los síntomas son leves, el tratamiento en casa puede ser todo lo que se necesita para evitar que el problema empeore y ayudar a aliviar los síntomas. Los síntomas leves incluyen:
- Necesidad de orinar con frecuencia. La vejiga de un niño es pequeña y no retiene tanta orina como la vejiga de un adulto. Por este motivo, es habitual orinar con frecuencia. Puede no ser una señal de un problema urinario. Es posible que su hijo orine con más frecuencia por haber bebido más líquido o por sentirse nervioso. O puede ser simplemente por costumbre.
- Ardor cuando la orina toca la piel irritada alrededor de la vagina o la uretra. El dolor al orinar debido a la irritación de la piel ocurre más a menudo en las niñas (irritación cutánea de la zona genital) que en los niños.
Estos síntomas también pueden significar que su hijo tiene una infección urinaria. Las infecciones urinarias son la segunda infección bacteriana más común en los niños. Cuando su hijo tiene una infección, las bacterias crecen en la vejiga e irritan la pared de la vejiga. Esto causa dolor en cuanto una cantidad muy pequeña de orina llega a la vejiga. Es posible que vea que su hijo intenta orinar más a menudo de lo habitual para intentar aliviar el dolor. Pero su hijo orinará muy poco porque la vejiga solo ha recogido una pequeña cantidad desde la última vez que orinó. Los síntomas de una infección urinaria varían en función de la edad del niño.
Color y olor de la orina
Muchas cosas pueden afectar el color de la orina, incluyendo el equilibrio de líquidos, la alimentación, los medicamentos y las enfermedades. El color oscuro o claro de la orina indica cuánta agua contiene. Los suplementos de vitamina B pueden tornar la orina de color amarillo vivo. Algunos medicamentos, las moras, las remolachas, el ruibarbo y la sangre en la orina pueden tornar la orina de color marrón rojizo. Una infección urinaria puede hacer que la orina sea turbia, más oscura de lo normal, o ambas cosas a la vez.
Algunos alimentos (como los espárragos), las vitaminas y los antibióticos (como la penicilina) pueden hacer que la orina tenga un olor diferente. Un olor dulce y afrutado puede ser causado por diabetes no controlada. Una infección urinaria puede causar mal olor.
Recién nacidos y niños menores de 2 años
Los bebés y los niños muy pequeños que padecen infecciones urinarias suelen tener síntomas que no parecen específicos de las vías urinarias. Los síntomas pueden incluir:
- Fiebre, especialmente sin otras señales de infección, como tos o goteo nasal. En los bebés, la fiebre puede ser el único síntoma de una infección urinaria.
- Orinar con más o menos frecuencia de lo habitual.
- Orina con olor fuerte o desagradable.
- Orina oscura o con vetas de sangre. Pero tenga en cuenta que es habitual que los recién nacidos expulsen algo de orina rosada en los primeros días de vida. Esto puede deberse a la presencia de cristales en la orina. Los padres notarán un color rosado en la orina del pañal.
- Falta de interés por comer o rechazo de la comida.
- Diarrea.
- Vómitos.
- Retorcimiento y mal humor.
- Dermatitis del pañal que no desaparece.
Niños de 2 años en adelante
Los niños pequeños que tienen una infección urinaria a menudo tienen síntomas que están relacionados más claramente con las vías urinarias. Los síntomas pueden incluir:
- Ardor al orinar. Este es el síntoma más común de una infección urinaria.
- Fiebre.
- Necesidad frecuente de orinar (frecuencia) sin poder evacuar mucha orina.
- Un fuerte deseo de orinar (urgencia).
- Orina con olor fuerte o desagradable.
- Sangre en la orina (hematuria). Es posible que la orina se vea de color rosa, rojo o marrón.
- Dolor abdominal.
- Dolor en el flanco. Este se siente justo debajo de la caja torácica y por encima de la cintura en uno o ambos lados de la espalda.
- Vómitos.
- Flujo de la vagina.
- Episodios nuevos y repentinos de incontinencia urinaria durante el día, después de que un niño haya aprendido a ir al baño.
Las infecciones urinarias se producen cuando bacterias como Escherichia coli (E. coli), que normalmente se encuentran en el tubo digestivo, entran en las vías urinarias. Dos tipos comunes de infecciones urinarias son:
- Infecciones de la vejiga. Se producen cuando las bacterias penetran en la vejiga subiendo por la uretra.
- Infecciones de riñón. Suelen producirse cuando las bacterias se introducen en un riñón subiendo desde la vejiga por los uréteres. La infección renal también podría ocurrir si las bacterias de una infección de otra parte del cuerpo se desplazan hacia los riñones por el torrente sanguíneo.
A excepción de los primeros 3 meses de vida, las niñas tienen más probabilidades de tener problemas urinarios que los niños. Las niñas también tienen más probabilidades de tener más de una infección urinaria que los niños.
Los bebés y los niños pequeños que tienen problemas en la estructura o el funcionamiento de las vías urinarias pueden tener más probabilidades de tener alguna infección urinaria. Problemas como el reflujo vesicoureteral o una obstrucción en las vías urinarias pueden estar presentes al nacer (congénitos). O pueden ser el resultado de una cirugía, una lesión o una infección anterior.
Durante el primer año de vida, los niños tienen más probabilidades de tener un motivo estructural (anatómico) de problemas urinarios que las niñas. Si su hijo tiene un problema estructural o funcional conocido en las vías urinarias, siga las instrucciones del médico acerca del momento en que debe buscar atención médica para los síntomas urinarios.
En raras ocasiones, un síntoma urinario puede ser señal de una enfermedad más grave, como diabetes.
Una lesión, como recibir un golpe en la espalda o en la zona genital, podría causar problemas urinarios. Suele ser necesaria una visita al médico si su hijo tiene problemas para orinar o no puede hacerlo, o si presenta hinchazón, dolor intenso (como lumbalgia) o sangre en la orina.
Revise sus síntomas
La evaluación médica de los síntomas se basa en las partes del cuerpo que usted tiene.
- Si es transgénero o de género no binario, seleccione el sexo que coincida con las partes del cuerpo (como los ovarios, los testículos, la próstata, las mamas, el pene o la vagina) que tenga ahora en la zona donde tenga los síntomas.
- Si sus síntomas no están relacionados con esos órganos, puede elegir el sexo con el que se identifique.
- Si tiene algunos órganos de ambos sexos, es posible que tenga que utilizar esta herramienta de triaje dos veces (una vez como "hombre" y otra vez como "mujer"). Esto es para asegurarse de que la herramienta haga las preguntas adecuadas para usted.
Muchos factores pueden afectar la forma en que el cuerpo responde a un síntoma y qué tipo de atención podría necesitar. Estos incluyen:
- Su edad. Los bebés y los adultos mayores tienden a enfermarse con más rapidez.
- Su estado de salud general. Si tiene una afección como diabetes, VIH, cáncer o enfermedad cardíaca, es posible que deba prestar especial atención a determinados síntomas y buscar atención antes.
- Los medicamentos que toma. Ciertos medicamentos, como los medicamentos que previenen la formación de coágulos de sangre (anticoagulantes), medicamentos que inhiben el sistema inmunitario como los esteroides o la quimioterapia, remedios herbarios o suplementos pueden provocar síntomas o empeorarlos.
- Hechos relacionados con la salud recientes, como una cirugía o una lesión. Estos tipos de hechos pueden causar síntomas más adelante o agravarlos.
- Sus hábitos de salud y su estilo de vida, como los hábitos alimentarios y de ejercicio, el hábito de fumar, el consumo de alcohol o de drogas, los antecedentes sexuales y los viajes.
Pruebe el tratamiento en el hogar
Usted respondió todas las preguntas. En función de sus respuestas, es posible que pueda resolver este problema en el hogar.
- Pruebe el tratamiento en el hogar para aliviar los síntomas.
- Llame a su médico si los síntomas empeoran o si tiene alguna inquietud (por ejemplo, si los síntomas no mejoran como debería esperar). Es posible que necesite atención antes.
Dolor en niños menores de 3 años
Puede ser difícil saber cuánto dolor siente un bebé o un niño pequeño.
- Dolor intenso (de 8 a 10): El dolor es tan fuerte que el bebé no puede dormir, no puede estar cómodo y llora constantemente sin importar lo que usted haga. Es posible que el bebé patee, cierre los puños o haga muecas.
- Dolor moderado (de 5 a 7): El bebé está muy molesto, se aferra mucho a usted y podría tener problemas para dormir, pero responde cuando usted intenta calmarlo.
- Dolor leve (de 1 a 4): El bebé está un poco molesto y se aferra un poco a usted, pero responde cuando usted intenta calmarlo.
Dolor en niños de 3 años y mayores
- Dolor intenso (de 8 a 10): El dolor es tan fuerte que el niño no puede soportarlo por más de algunas horas, no puede dormir y no puede hacer nada más excepto concentrarse en el dolor. Nadie puede tolerar un dolor intenso durante más de algunas horas.
- Dolor moderado (de 5 a 7): El dolor es lo suficientemente fuerte como para perturbar las actividades normales y el sueño del niño, pero el niño puede tolerarlo durante horas o días.
- Dolor leve (de 1 a 4): El niño nota el dolor y podría quejarse de eso, pero no es lo suficientemente intenso como para perturbarle el sueño o las actividades.
Si no está seguro de si la fiebre de un niño es alta, moderada o leve, tenga en cuenta lo siguiente:
Con fiebre alta:
- El niño siente mucho calor.
- Es probable que sea una de las fiebres más altas que haya tenido el niño.
Con fiebre moderada:
- El niño siente calor o un poco de calor.
- Usted está seguro de que el niño tiene fiebre.
Con fiebre leve:
- Es posible que el niño sienta un poco de calor.
- Usted cree que el niño podría tener fiebre, pero no está seguro.
Determinadas afecciones de salud y medicamentos debilitan la capacidad del sistema inmunitario de combatir las infecciones y las enfermedades. Algunos ejemplos en los niños son:
- Enfermedades como diabetes, fibrosis quística, enfermedad de células falciformes y enfermedades cardíacas congénitas.
- Medicamentos esteroides, que se usan para tratar una variedad de afecciones.
- Medicamentos que se hayan tomado después de un trasplante de órganos.
- Quimioterapia y radioterapia para el cáncer.
- No tener bazo.
Un problema de urgencia grave significa que:
- Se siente incómodo la mayor parte del tiempo.
- Tiene la necesidad de ir al baño nuevamente inmediatamente después de haber orinado.
- El problema interfiere con sus actividades diarias.
- La necesidad le impide dormir por la noche.
Un problema de urgencia moderado o leve significa que:
- Siente necesidad de orinar más a menudo de lo que estaba acostumbrado, pero no es constante.
- No interfiere demasiado con sus actividades diarias.
- Generalmente no le impide dormir.
La temperatura varía un poco según cómo se mida. A continuación, se detallan los márgenes en niños de hasta 11 años, para temperaturas alta, moderada y leve según cómo se haya tomado la temperatura.
Temperatura bucal, timpánica (en el oído) o rectal
- Alta: 104°F (40°C) o más
- Moderada: 100.4°F (38°C) a 103.9°F (39.9°C)
- Leve: 100.3°F (37.9°C) o menos
Una medición de la temperatura en la frente suele ser entre 0.5°F (0.3°C) y 1°F (0.6°C) más baja que la temperatura oral.
Temperatura axilar
- Alta: 103°F (39.5°C) o más
- Moderada: 99.4°F (37.4°C) a 102.9°F (39.4°C)
- Leve: 99.3°F (37.3°C) o menos
Nota: Para niños de menos de 5 años, la temperatura rectal es la más precisa.
Los síntomas de la diabetes pueden incluir:
- Aumento de la sed y orina más frecuente, especialmente por la noche.
- Aumento en la cantidad de hambre.
- Pérdida de peso o aumento de peso sin ningún motivo claro.
- Fatiga de origen desconocido.
- Visión borrosa.
Un bebé que se encuentra extremadamente enfermo:
- Puede estar flojo y caído como un muñeco de trapo.
- Puede no responder en absoluto cuando lo alzan, lo tocan o le hablan.
- Puede ser difícil despertarlo.
Un bebé que se encuentra enfermo (pero no extremadamente enfermo):
- Puede tener más sueño de lo habitual.
- Puede no comer ni beber tanto como lo hace habitualmente.
Por lo general, un plan para enfermedad destinado a personas con diabetes cubre aspectos como los siguientes:
- La frecuencia con la que se debe revisar el nivel de azúcar en la sangre y cuáles son los límites ideales.
- Si se debe ajustar la dosis y el momento de administración de la insulina o de otros medicamentos para la diabetes y cómo hacerlo.
- Qué hacer si usted tiene problemas para retener los alimentos o los líquidos.
- Cuándo llamar a su médico.
El plan está diseñado para ayudarle a mantener la diabetes bajo control aunque esté enfermo. Cuando tiene diabetes, aun una enfermedad leve puede causar problemas.
Es fácil que su diabetes se salga de control cuando está enfermo. Debido a una enfermedad:
- Su nivel de azúcar en la sangre podría ser demasiado alto o demasiado bajo.
- Es posible que usted no pueda tomar sus medicamentos para la diabetes (si tiene vómito o problemas para retener los alimentos o los líquidos).
- Es posible que no sepa cómo ajustar la dosis o cuándo debe administrar su medicamento para la diabetes.
- Es posible que usted no esté comiendo suficiente cantidad de alimentos o bebiendo suficiente cantidad de líquido.
Muchos medicamentos recetados y sin receta pueden causar síntomas urinarios. Algunos ejemplos incluyen:
- Antihistamínicos.
- Anticoagulantes (medicamentos para prevenir la formación de coágulos de sangre).
- Descongestionantes.
- Analgésicos (medicamentos para el dolor) opioides.
- Antidepresivos tricíclicos.
Busque atención ahora
En función de sus respuestas, es posible que usted necesite recibir atención de inmediato. Es probable que el problema empeore si no recibe atención médica.
- Llame a su médico ahora para analizar los síntomas y para coordinar la atención.
- Si no puede comunicarse con su médico o no tiene uno, busque atención en la siguiente hora.
- No necesita llamar a una ambulancia, a menos que:
- No pueda viajar en forma segura conduciendo usted mismo o pidiéndole a alguien que le lleve.
- Esté en un área en la que haya mucho tránsito u otros problemas que podrían retrasarle.
Busque atención hoy
En función de sus respuestas, es posible que usted necesite recibir atención pronto. Probablemente, el problema no mejore si no recibe atención médica.
- Llame a su médico hoy para analizar los síntomas y para coordinar la atención.
- Si no puede comunicarse con su médico o no tiene uno, busque atención hoy.
- Si sucede por la noche, preste atención a los síntomas y busque atención por la mañana.
- Si los síntomas empeoran, busque atención antes.
Programe una cita
En función de sus respuestas, es posible que el problema no mejore si no recibe atención médica.
- Programe una cita para consultar a su médico en las próximas 1 a 2 semanas.
- Si corresponde, pruebe el tratamiento en el hogar mientras espera la cita.
- Si los síntomas empeoran o si tiene alguna inquietud, llame a su médico. Es posible que necesite atención antes.
Llame al 911 ahora
En función de sus respuestas, usted necesita atención de urgencia.
Llame ahora al 911 o a otros servicios de emergencia.
A veces, las personas no quieren llamar al 911. Podrían creer que sus síntomas no son graves o que simplemente pueden pedirle transporte a otra persona. O podría preocuparles el costo. Pero, en función de sus respuestas, la manera más rápida y segura de obtener la atención que necesita es llamar al 911 para solicitar transporte médico al hospital.
Cuidado personal
Si cree que su hijo puede tener una infección urinaria, utilice estas medidas de tratamiento en el hogar hasta que pueda concertar una cita con un médico.
- Anime a su hijo a beber más líquidos.
Hágalo en cuanto note los síntomas y durante las 24 horas siguientes. Ayudará a diluir la orina, hará salir las bacterias de la vejiga y disminuirá la irritación.
- No dé a su hijo bebidas con cafeína o gaseosas.
Pueden irritar la vejiga.
- Anime a su hijo a orinar a menudo y a vaciar la vejiga cada vez.
- Haga que su hijo se bañe en agua tibia.
Esto puede ayudar a aliviar el dolor y la comezón de la zona genital de su hijo. Evite usar baños de burbujas o jabones perfumados, que pueden causar irritación cutánea en la zona genital. Está bien si su hijo orina en el agua del baño. Esto puede ayudar a aliviar el dolor.
- Observe la zona genital de su hijo con cada cambio de pañal.
Un aumento de enrojecimiento puede significar irritación en la piel. Cambie a menudo los pañales de su hijo para evitar irritaciones adicionales.
- Deje secar al aire la piel de las nalgas de su hijo cuando pueda.
- Evite cualquier jabón o detergente que pueda estar causando la irritación cutánea de su hijo.
Si cree que este puede ser el problema, pruebe con otro producto. Elija uno que no esté perfumado. Enjuague dos veces para eliminar todos los rastros del producto de limpieza. Evite el uso de detergentes fuertes.
- Utilice jabones suaves.
Utilice la menor cantidad de jabón posible. No use jabones desodorantes con su hijo.
Cuándo pedir ayuda durante el cuidado personal
Llame a un médico si cualquiera de lo siguiente ocurre mientras se cuida en el hogar:
- No poder orinar o tener más problemas para orinar.
- Nuevo dolor abdominal o dolor en el flanco, justo por debajo de la caja torácica y por encima de la cintura a ambos lados de la espalda.
- Nueva fiebre, vómitos o sangre en la orina.
- Los síntomas ocurren con mayor frecuencia o son más graves.
Cómo prepararse para su cita
Usted puede ayudar al médico a diagnosticar y tratar su afección preparándose para la cita.
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Créditos
Revisado: 30 abril, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
Revisado: 30 abril, 2024
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