La sal, o el sodio, se encuentra en muchos alimentos. Si vive con enfermedad renal, su médico podría recomendarle que limite la cantidad de sal en su dieta. Demasiada sal puede hacer que sea más difícil que los riñones desechen el exceso de líquido en el cuerpo. También puede aumentar la presión arterial, lo cual daña aún más a los riñones.
Las personas con enfermedad renal que consumen demasiada sal podrían notar señales como hinchazón en las piernas y los pies, inflamación y falta de aire. En los peores casos, puede ocasionar que se acumule líquido alrededor del corazón y los pulmones, lo cual provoca problemas graves.
Alimentos con alto contenido de sal que debe evitar
Su nutriólogo le ayudará a establecer una dieta con bajo contenido de sal. Algunos alimentos con alto contenido de sal son:
- las galletas, los pretzels, los totopos y las palomitas de maíz;
- la salsa barbacoa, la salsa de soya y la salsa teriyaki;
- las carnes procesadas, como las carnes frías, los hot dogs y el Spam;
- alimentos curados como el jamón, el puerco salado, los encurtidos y las aceitunas;
- otros alimentos procesados, como muchas verduras enlatadas y jugos;
- alimentos listos para comer y comida rápida.
Cómo agregar sabor a su comida
Incluso sin sal, puede disfrutar de comidas sabrosas. Use ajo fresco, vinagre, jugo de limón, hierbas y otros productos con bajo contenido de sal. También puede hacer sus propias salsas, sopas y aderezos para ensalada. Intente hacer sus propias papas fritas o pretzels.
Si tiene enfermedad renal crónica, no use sustitutos de sal como el cloruro de potasio. Estos pueden aumentar sus niveles de potasio, lo cual a su vez puede hacer daño a su corazón.
Cocinar en casa es la mejor manera de limitar su consumo de sal. Si come fuera de casa, pida alimentos sin sal, sazonadores ni aderezos o pida que se los sirvan por separado. Los restaurantes siempre reciben peticiones de este tipo, así que no se cohíba.