¿Por qué siento que soy un mal padre o una mala madre? La opinión de una médica

by Kaiser Permanente |
Persona abrazando a su hija

¿Ha sentido alguna vez culpa al dejar a sus hijos en la guardería, permitirles que usen el teléfono demasiado tiempo o servirles bocaditos de pollo en lugar de una comida casera? Si es así, sepa que no tiene por qué sentir culpa y que esto les sucede a muchas otras personas. La mayoría de los padres y madres sienten culpa en algún momento y se preguntan si están haciendo lo suficiente o tomando las decisiones correctas.

La culpa parental suele formar parte de la crianza, pero comprender por qué aparece y aprender a controlarla puede marcar una gran diferencia para usted y su familia.

¿Por qué sienten culpa los padres y las madres?

Hoy en día, los padres y las madres sienten una gran presión para cumplir con un sinfín de expectativas. Tal vez se compare con esa mamá que siempre parece tener todo bajo control. O tal vez simplemente esté tratando de encontrar el equilibrio entre la vida familiar, laboral y social sin sentir que está quedándose atrás.

Ese tipo de presión puede pasarle factura. De hecho, casi la mitad de los padres y las madres se sienten muy agobiados la mayoría de los días.1 Y ese tipo de estrés a menudo lleva a la culpa, la vergüenza y, con el tiempo, al agotamiento parental.

Para Karen R. Stewart, MD, psiquiatra infantil y de adolescentes de Kaiser Permanente, todos estos son temas cotidianos: la culpa de la madre, del padre, de los primerizos, de los padrastros, de la madre que trabaja. Sin importar qué tipo de padre o madre sea, ese sentimiento molesto de no estar haciendo lo suficiente siempre tiende a aparecer. “Los padres y las madres nunca creen que están haciendo lo suficiente. Nunca, jamás”, afirma. Por eso, la Dra. Stewart quiere asegurarse de que sepa que no tiene que lograr la perfección para ser un gran padre o una gran madre.

Enfóquese en lo que importa

La Dra. Stewart les da tranquilidad a los padres y las madres con estas palabras: “No siempre van a tomar la decisión correcta, y no hay nada de malo en eso”. En lugar de perderse en la culpa, los anima a aferrarse a la realidad.

Hágase estas 3 preguntas: ¿Reciben mis hijos amor? ¿Están alimentados? ¿Están seguros?

Si puede decir que sí, ya les está dando lo que más necesitan: un entorno seguro y amoroso. Y si tiene dificultades con alguno de estos aspectos, no significa que haya fracasado. Solo significa que está enfrentando desafíos, al igual que muchos otros padres y madres.

Ya sea que necesite cubrir las necesidades básicas, cuidar su salud mental o simplemente conectarse con su hijo o hija en un día difícil, siempre puede contar con ayuda. Aquí hay algunos consejos para comenzar:

Cómo controlar la culpa parental

Es común sentirse culpable como padre o madre, pero en lugar de obsesionarse con ese sentimiento, la Dra. Stewart sugiere 4 maneras de abordar la crianza con menos culpa y más paz mental.

Deje de compararse

“La comparación atenta contra la felicidad”, comenta la Dra. Stewart, ya que puede crear expectativas poco realistas. “Vemos a otras familias hacer tanto por sus hijos que sentimos que no hacemos lo suficiente. Pero no conocemos lo que sucede detrás de escena”.

Las redes sociales, los blogs de crianza e incluso los consejos bien intencionados de familiares y amistades pueden hacer que parezca que otros tienen la crianza resuelta. Pero, en realidad, cada familia tiene sus propios problemas.

El hecho de que parezca que otro padre está haciendo más no significa que lo esté haciendo mejor. Trate de enfocarse en lo que funciona para su familia, en lugar de compararse con las publicaciones de redes sociales de otras personas.

Haga valer el tiempo disponible

Muchos padres temen no pasar suficiente tiempo con sus hijos, especialmente cuando las pantallas terminan ocupando ese lugar. Pero, según la Dra. Stewart, lo que realmente importa no es cuánto tiempo pase con ellos, sino qué tan coherente y significativo es ese tiempo.

“Por ejemplo, si le dice a su hijo o hija que lo o la llevará al parque todos los domingos de 11 a 12 y cumple con su palabra es más beneficioso que ir 4 horas un día y después no volver en varias semanas”, explica.

Cuando los niños saben que pueden contar con momentos habituales de conexión, desarrollan cierto sentido de estabilidad y confianza. Dedicar tiempo con frecuencia y sin distracciones, aunque sea en pequeñas dosis, ayuda a que los niños se sientan valorados y seguros.

Alíviese la carga siempre que pueda

La crianza es estresante, pero no todo el estrés es necesario. “Además de controlar el estrés, debemos tratar de reducirlo siempre que sea posible”, aconseja la Dra. Stewart. Pedir ayuda o abandonar las actividades que le generan más estrés que bienestar no es fracasar; es una forma inteligente de llevar adelante la crianza.

Si la lista de tareas diarias es agobiante, busque maneras de aliviar la carga:

  • Reparta la carga mental. Llevar el control de todo, desde los formularios escolares hasta las citas médicas, puede ser agotador. Intente compartir las responsabilidades con su pareja, un familiar o incluso una aplicación que ayude con la programación y los recordatorios.
  • Descubra qué ayuda a reducir los niveles de estrés de su familia. Si se agobia cada vez que hay demasiado ruido, quizás le sirva usar auriculares con cancelación de ruido o tapones para los oídos. Eso no significa que ignora a su hijo o hija, sino que está haciendo lo posible para mantener la calma.
  • Comparta la responsabilidad del aprendizaje. Si ayudar con la tarea o responder un sinfín de preguntas le resulta abrumador, está bien pedir ayuda. Un maestro particular o incluso un video educativo que sea adecuado para niños puede ayudar a aliviar parte de la presión y facilitar el aprendizaje para todos.

Cuídese

Una de las principales razones por las que los padres y las madres se sienten culpables es porque piensan que no deberían ponerse en primer lugar. Algunos sienten que, si dedican tiempo a sí mismos, están siendo egoístas. Pero, como dice la Dra. Stewart: “No se puede servir desde una taza vacía”.

“Intento evitar que los padres usen la palabra ‘egoísmo’ cuando hablan de autocuidado”, señala. “La supervivencia es importante. Si usted no está bien, sus hijos no podrán beneficiarse de su presencia”.

Su bienestar es importante, no solo para usted, sino también para sus hijos. Los niños cuyos padres o madres enfrentan dificultades de salud mental tienen el doble de probabilidades de enfrentar ese mismo tipo de problemas.2 Al cuidarse, también les enseña a sus hijos una lección importante. Si alguna vez necesitan ayuda, se sentirán más cómodos pidiéndola porque vieron que usted la pidió primero.

El autocuidado no tiene por qué ser un gran compromiso. Los pequeños cambios pueden marcar la diferencia:

  • Pida ayuda cuando la necesite. Deje que un amigo o familiar cuide a los niños para poder salir de noche, disfrutar de la tranquilidad de estar a solas o simplemente descansar.
  • Tómese un momento con atención plena. Busque una posición cómoda, relaje la mandíbula y los hombros, y ponga un cronómetro. Incluso un minuto de respiración profunda y concentración puede ayudar a aliviar el estrés. Intente usar una aplicación de meditación si desea una experiencia guiada.
  • Trátese con amabilidad. Un poco de tiempo frente a la pantalla no dañará a sus hijos y, si alguna vez siente demasiado cansancio como para interactuar plenamente o contar un cuento antes de dormir, no se convertirá en un mal padre o una mala madre.

Lo está haciendo mejor de lo que cree

La crianza es difícil, muy difícil. Algunos días, todo sale bien. Otros, simplemente sobrevivimos. Y no hay nada de malo en eso.

Sus hijos no recordarán cada vez que necesitó un descanso, no pudo darles lo que querían o tuvo que alejarse para ocuparse del trabajo. Lo más importante es que tienen padres que siguen intentando. La constancia, con el tiempo, es lo que realmente marca la diferencia.

Si necesita más ayuda, hable con su médico o explore estas otras opciones de apoyo para padres, madres y tutores

1.  Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., “Parents under pressure: The U.S. Surgeon General’s advisory on the mental health and well-being of parents” (Padres bajo presión: Informe del Director de Salud Pública de EE. UU. sobre la salud mental y el bienestar de los padres), 2024. https://www.hhs.gov/sites/default/files/parents-under-pressure.pdf

2.  Vea la nota 1.

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