¿Alguna vez perdió los anteojos y luego se dio cuenta de que los tenía en la cabeza? ¿U olvidó dónde dejó el automóvil en un estacionamiento lleno? Todos tenemos momentos en los que no podemos recordar un nombre o un lugar. Pero si esto ocurre a menudo, podría ser signo de algo más grave. Aunque la pérdida de memoria puede ser parte normal del envejecimiento, también puede ser un síntoma de una afección llamada demencia.
¿Qué es la demencia?
La demencia es una pérdida de habilidades cognitivas, como pensar, recordar y razonar, que afecta la vida diaria. En realidad, se trata de un grupo de síntomas que pueden deberse a diferentes enfermedades. Algunas de ellas pueden ser enfermedad de Alzheimer, demencia vascular, degeneración lobular frontotemporal y demencia con cuerpos de Lewy. Los síntomas suelen empeorar con el tiempo, pero la rapidez con que esto sucede es diferente en cada persona. Algunas personas permanecen iguales por muchos años, mientras que otras pierden habilidades rápidamente. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 55 millones de personas en el mundo tienen demencia.1
Signos y síntomas
Algunas personas con demencia, sobre todo en las primeras etapas, se ven y actúan como siempre. Pero a medida que la enfermedad avanza, puede resultar más evidente que usted o un ser querido tienen un problema. Una persona con demencia puede tener problemas como estos:
- pérdida de memoria;
- deterioro del juicio y la capacidad de resolver problemas;
- cambios en la personalidad, como mayor agitación o intranquilidad;
- confusión sobre dónde se encuentra, qué hora es o con quién habla;
- problemas de coordinación o equilibrio que, a menudo, ocasionan caídas;
- pérdida de habilidades sociales y conciencia;
- situaciones en las que extravía objetos o no puede volver sobre sus pasos;
- alucinaciones, es decir, ver o escuchar cosas que no están ahí;
- dificultad para hablar o recordar palabras;
- incapacidad para hacer tareas cotidianas.
La pérdida de memoria es el signo más conocido de la demencia, pero no es suficiente para diagnosticar la enfermedad. De acuerdo con Yuri Bronstein, MD, neurólogo de Kaiser Permanente, "La memoria puede ser afectada por diversas enfermedades y condiciones, tanto mentales como físicas".
Tipos de demencia más comunes
Existen diferentes tipos de demencia, y cada uno tiene sus propios síntomas y causas. Muchas personas tienen más de un tipo de demencia, por lo que puede ser difícil diagnosticarla y clasificarla. La demencia también puede ser causada por otras condiciones, como la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Huntington y el VIH. Para obtener más información sobre estas y otras condiciones que pueden causar demencia, visite el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC). Los 4 tipos más comunes de demencia son la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la degeneración lobular frontotemporal y la demencia con cuerpos de Lewy.
Enfermedad de Alzheimer
La causa más común de la demencia es la enfermedad de Alzheimer. Constituye entre el 60 % y el 80 % de todos los casos.2 Esta enfermedad empieza con pequeños problemas de memoria y empeora con el tiempo, por lo que resulta difícil recordar personas y tener una conversación. Actualmente la enfermedad de Alzheimer no tiene cura. No obstante, hay medicamentos que pueden ayudar a controlar los síntomas y hacer que sea más fácil vivir con la enfermedad.
Demencia vascular
La segunda causa más común se llama demencia vascular y representa aproximadamente el 10 % de los casos.3 Es provocada por problemas en los vasos sanguíneos que van al cerebro, generalmente, a causa de uno o más ataques cerebrales. Algunos de los síntomas pueden ser problemas de memoria, del habla y para tomar decisiones. Si la persona tiene más ataques cerebrales o miniderrames, los síntomas pueden empeorar.
Degeneración lobular frontotemporal
La degeneración lobular frontotemporal (frontotemporal lobar degeneration, FTLD) es otra causa común de la demencia y puede representar hasta el 10 % de los casos.4 Se produce como resultado de daños en las neuronas de los lóbulos frontal y temporal del cerebro. Una forma común de FTLD es la afasia progresiva primaria. Este tipo de demencia afecta las habilidades del lenguaje, el habla, la escritura y la comprensión.
Demencia con cuerpos de Lewy
La demencia con cuerpos de Lewy es menos frecuente y representa aproximadamente el 5 % de los casos.5 Las personas con esta afección tienen depósitos anormales de partículas de una proteína en el tejido del cerebro, que se denominan cuerpos de Lewy. Además de los síntomas más comunes como la pérdida de memoria, esta forma de demencia puede causar problemas de movimiento o equilibrio.
Factores de riesgo
La edad, la genética y ciertas condiciones de salud son 3 factores de riesgo importantes de la demencia.
Edad
La demencia no es una parte normal del envejecimiento. Muchas personas mayores gozan de una buena salud del cerebro durante toda su vida. Sin embargo, a medida que envejecemos, aumentan las probabilidades de tener demencia.
Genética
Tener un familiar con demencia aumenta el riesgo, pero no garantiza que usted también la tendrá. Los genes y el estilo de vida también influyen.
Condiciones de salud
Algunas condiciones de salud también aumentan su riesgo. Entre ellas se incluyen la diabetes y los niveles altos de presión arterial y colesterol.
Los cambios en el estilo de vida pueden reducir los riesgos de demencia
Algunos factores de riesgo, como la edad y la genética, no se pueden cambiar. Pero ciertos hábitos saludables pueden ayudarle a reducir su riesgo. Para cuidar la salud del cerebro a largo plazo, puede hacer estos cambios en el estilo de vida:
- Mantenga la agilidad mental: desafíese con acertijos, juegos y otras actividades para fortalecer el cerebro
- Manténgase socialmente activo: haga planes con amigos, únase a un club o un grupo, o simplemente charle con alguien.
- Controle sus niveles de presión arterial, diabetes, y colesterol.
- Obtenga ayuda para los problemas de audición, así podrá seguir interactuando con el mundo que lo rodea.
- Haga ejercicio con regularidad: dedique tiempo a hacer algo que disfrute, como una caminata diaria o natación.
- Deje de fumar para mejorar la memoria, la concentración y la salud en general.
- Estimule su cerebro con alimentos nutritivos, como pescado, nueces y verduras de hojas verdes.
- Descanse bien: intente dormir entre 6 y 8 horas todas las noches.
- Tómese un momento para conversar con amigos y seres queridos, ya sea en persona, por teléfono o por internet.
- Priorice su salud mental: obtenga ayuda para la depresión o la ansiedad.
- Limite el consumo de alcohol y evite las drogas, como la marihuana.
Cómo cuidar a una persona con demencia
Cuidar de un ser querido con demencia es una de las maneras más generosas y profundas de brindarle apoyo. Es una tarea sumamente importante, pero también difícil. Como cuidador, lo más importante es que cuide de usted mismo. Incluso en las mejores situaciones, ser cuidador puede ser estresante. Es normal sentirse abrumado y estresado, y está bien que pida ayuda. Estamos aquí para brindarle apoyo en cada paso del camino. Visite nuestro sitio web para obtener más información y encontrar recursos que le ayuden en su misión como cuidador.
Sea parte de la solución
Aunque es necesario seguir investigando, hay esperanzas de mejorar el tratamiento y encontrar una cura. Quienes quieran ayudar pueden considerar participar en un estudio (en inglés). Ser voluntario en un estudio clínico puede ayudar a los investigadores a encontrar una cura. Al participar en un estudio clínico, tal vez descubra que siente más inspiración para mantenerse activo y llevar la cuenta de su progreso. Actualmente muchos investigadores buscan biomarcadores que puedan ayudar a encontrar signos tempranos de demencias rápidamente progresivas, como la encefalitis autoinmune. Su apoyo podría ayudar a los médicos a detectar tempranamente la demencia y a encontrar mejores maneras de prevenirla y tratarla.
Si tiene dudas, hable con su médico
Con la edad, es normal tener una pérdida de memoria leve, y algunos síntomas pueden deberse simplemente al estrés. Pero si tiene síntomas que le preocupan o que empeoran con el tiempo, lo mejor es que consulte con su médico.