Uso de la telesalud para el asesoramiento

Cómo empezar

Puede ser difícil encontrar tiempo para obtener atención de la salud mental en persona. Afortunadamente, el asesoramiento en línea por video, o teleterapia, puede ayudar a las personas a obtener el apoyo que necesitan.

La teleterapia tiene muchos beneficios. Puede haber más flexibilidad a la hora de programarla, por lo que puede elegir los horarios que mejor se adapten a sus necesidades. No tiene que desplazarse a un consultorio ni pasar tiempo en la sala de espera. Puede usar su propio dispositivo en su propia casa, lo que puede ayudarle a sentirse más cómodo. A algunas personas les resulta más fácil hablar con un terapeuta a través de una pantalla que cara a cara.

Si está listo para intentarlo, siga estos pasos para comenzar.

1. Busque un terapeuta.

   Si tiene seguro, consulte con su proveedor. Es posible que el sitio web del plan de seguros tenga una lista de terapeutas que cubre el plan. A veces, los empleadores ofrecen un programa de asistencia al empleado (EAP, por sus siglas en inglés) que puede tener servicios de asesoría psicológica gratis o a costos reducidos. Consulte en su lugar de trabajo para ver si cuenta con este beneficio. Si planea pagar directamente y tiene inquietudes sobre el costo de la asesoría psicológica, hable con el terapeuta antes de reunirse con este. Pregunte sobre opciones de pago de escala móvil.

   Si ha consultado a un terapeuta con anterioridad, pregúntele si ofrece teleterapia.

2. Póngase en contacto con el terapeuta.
   • Programe su cita. Trate de elegir un momento en el que estará solo o no lo interrumpan.
   • Llegue a un acuerdo sobre cómo pagará. Si tiene seguro, tenga lista su tarjeta de seguro para que se pueda verificar la cobertura y el copago.
   • Averigüe lo que necesita hacer para tener éxito. Tal vez tenga que utilizar un determinado navegador de Internet o descargar una aplicación. Es posible que deba proporcionar una dirección de correo electrónico para poder recibir un enlace para conectarse a la sesión.
3. Prepárese para que todo vaya bien.

   Un día o dos antes de la sesión:

   • Elija el dispositivo que utilizará. Puede tratarse de una computadora, un teléfono o una tableta. Para tener más privacidad, quizás desee usar auriculares y un micrófono.
   • Decida la ubicación. Elija un lugar que sea privado y tranquilo y en el que tenga una buena conexión a Internet.
   • Piense en los temas que desea tratar. Podría ser útil tomar notas que pueda usar durante la sesión.
4. Prepárese y comience la cita.

   Unos minutos antes de su cita:

   • Compruebe su dispositivo. Si no está completamente cargado, enchúfelo. Coloque la cámara de la manera que usted desee. Verifique la configuración de audio y video.
   • Reúna las cosas que vaya a necesitar. Asegúrese de tener el enlace para ingresar a la sesión. Tenga a mano lápiz y papel, así como las notas que haya tomado.
   • Póngase cómodo. Cierre la puerta o haga lo que pueda para garantizar la privacidad. Si hay otras personas en casa, pídales que no lo molesten.

   Inicie sesión unos minutos antes. Esté preparado para presentarse y proporcionar algunos datos de identificación, como su nombre y dirección.

5. Trate de ser paciente con el proceso (y consigo mismo).

   En el mejor de los casos, la videoconferencia es fácil de usar y funciona muy bien. Pero las dificultades tecnológicas son bastante comunes. Si el video no funciona, es posible que pueda continuar la cita con una llamada telefónica.

   A muchas personas les lleva tiempo encontrar un terapeuta con el que establecen una conexión personal. Si participa en una o dos sesiones y no las encuentra útiles, no renuncie al asesoramiento. Vuelva a intentarlo con otra persona. Un terapeuta diferente podría ser más adecuado para usted.