Síndrome de muerte infantil súbita

Conceptos básicos de la afección

¿Qué es el síndrome de muerte súbita del lactante?

Algunas veces un bebé que parece sano muere mientras duerme. Si esto le ocurre a un bebé sano menor de 1 año, se llama síndrome de muerte súbita del lactante, o SIDS.

En la mayoría de los casos, un padre, madre o cuidador acuesta al bebé a dormir y regresa más tarde para encontrar que el bebé ha muerto. No es culpa de nadie. El SIDS puede ocurrir incluso cuando hace todo bien.

¿Cuál es la causa?

Los médicos no saben qué causa el síndrome de muerte súbita del lactante, o SIDS, pero los investigadores están estudiando la posibilidad de que el SIDS pueda ser causado por problemas con la forma en que el cerebro controla la respiración, la frecuencia y el ritmo cardíacos y la temperatura durante los primeros meses de vida.

Hay muchos factores que pueden incrementar el riesgo de SIDS.

Si durante el embarazo, la madre:

• Tiene menos de 20 años.
• Fuma cigarrillos o cigarros electrónicos.
• Consume drogas o alcohol.
• No ha recibido atención prenatal.

Si el bebé:

• Es prematuro.
• Es parte de un embarazo múltiple (por ejemplo, un gemelo o un trillizo).
• Es acostado bocabajo o de lado.
• Está en una cama sobre una superficie blanda o con mantas sueltas o almohadas.
• Comparte una cama con los padres, hermanos o mascotas.
• Está demasiado abrigado o en una habitación muy cálida.

¿Cuáles son los síntomas?

El síndrome de muerte súbita del lactante, o SIDS, no tiene síntomas ni señales de advertencia. Los bebés que mueren por SIDS parecen sanos antes de acostarlos. No muestran signos de problemas y, a menudo, se encuentran en la misma posición que cuando los colocaron en la cama.

¿Cómo se diagnostica?

El síndrome de muerte súbita del lactante, o SIDS, se menciona como la causa de la muerte solo cuando no se encuentra otra causa. Para averiguar por qué murió un bebé, los expertos médicos revisan el historial médico del bebé y de los padres, estudian el área donde murió el bebé y hacen una autopsia.

¿Cómo puede reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante?

No existe una forma segura de prevenir la muerte súbita del lactante (SIDS, por sus siglas en inglés). Pero hay algunas cosas que puede hacer para ayudar a reducir el riesgo de SIDS y otras muertes relacionadas con el sueño.

• Ponga a su bebé a dormir boca arriba, no de costado ni boca abajo.
• No exponga a su bebé al humo pasivo.
• Haga dormir a su bebé en una cuna, capazo o moisés en la misma habitación donde duerme usted. No duerma con su bebé en la misma cama.
• Nunca duerma con un bebé en un sofá o un sillón.
• Mantenga artículos blandos y sábanas sueltas fuera de la cuna.
• Asegúrese de que la cuna de su bebé tenga un colchón firme (con una sábana bajera ajustable). No utilice posicionadores para dormir, almohadas para moldear la cabeza, protectores de cuna ni otros productos que se sujeten a los listones o laterales de la cuna.
• Mantenga la habitación a una temperatura agradable para que su bebé pueda dormir con ropa ligera sin una manta.
• Considere darle a su bebé un chupete para dormir.

¿Cómo puede una familia sobrellevar la pérdida de un bebé por el síndrome de muerte súbita del lactante?

Cada miembro de su familia puede responder de distinta manera a la pérdida de un bebé. Estas diferentes formas de sobrellevar la muerte del bebé pueden poner a prueba el matrimonio y la familia. Además de sentir dolor, los miembros de la familia podrían estar lidiando con sentimientos de culpa. El apoyo de la familia, los amigos, el médico y posiblemente otros profesionales de la salud es muy importante para todos. Podría resultarle útil:

• Unirse a un grupo de apoyo para el dolor. Pregúntele al médico si uno para padres que han perdido bebés por el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS, por sus siglas en inglés) está disponible en su zona.
• Obtener ayuda de un consejero, un psicólogo o un psiquiatra. Muchas familias se benefician de la terapia grupal para ayudarlas a lidiar con las tensiones que surgen después de la pérdida de un bebé.
• Hablar con un familiar cercano, un amigo o un consejero espiritual.