La historia de Susan
La depresión de Susan comenzó en la universidad.
"Yo era joven y tenía problemas de autoestima muy serios. Estaba tomando decisiones que no eran buenas", dice ella.
Ahora Susan tiene 43 años, está casada y es madre de cuatro hijos. Con los años, su depresión ha cambiado. A veces, parece que los tiempos difíciles la provocaban. En otros momentos de su vida, la depresión era grave y parecía surgir de la nada.
Su primer episodio de depresión grave se produjo cuando vivía en California y se había tomado un año de descanso de sus clases.
"Un día, iba conduciendo por la carretera después del trabajo y de pronto empecé a llorar", explica ella. "No tenía ni idea de por qué lloraba. No es que hubiera ningún tipo de desencadenante".
Susan supo que necesitaba ayuda la primera vez que pensó en suicidarse. Fue a terapia y luego comenzó a tomar medicamentos para la depresión. Un psiquiatra le recetó varios medicamentos diferentes a fin de encontrar uno que le funcionara. Algunos de ellos hacían que Susan tuviera demasiado sueño como para poder hacer nada.
"Si los niños no me necesitaban, yo estaba en la cama durmiendo", dice ella.
Otros medicamentos le daban energía.
"Una vez, alrededor del Día de Acción de Gracias, sobrepasé incluso a Martha Stewart", dice Susan. "Hice manteles y salvamanteles. Cosí un camino de mesa. Pero luego no podía dormir porque estaba teniendo unos sueños muy vívidos y alocados".
Cómo le ayudó el asesoramiento
El asesoramiento le ayudó a sobrellevar la situación y a mejorar su autoestima.
"El asesoramiento fue bueno para que entendiera que tengo valor como persona, que soy amable y que tengo un corazón bondadoso".
También le ayudó a reconocer lo que puede desencadenar su depresión, como la falta de luz solar en invierno.
Ahora, el ejercicio es su medicina. "Sé que cuando estoy muy estresada y agotada, si pongo música en mi iPod y simplemente salgo a caminar y realmente me concentro en lo que estoy haciendo, es mano de santo para mí".
Pero durante los momentos más oscuros de su depresión, los medicamentos fueron vitales.
"No creo que estuviera viva si no hubiera tomado esa decisión", agrega ella. "Cuando estás completamente en las garras de una depresión [grave], todas las cosas que pueden ayudarte —como salir al aire libre, hacer ejercicio, rodearte de gente o desayunar— son justo las cosas que son físicamente imposibles".
Ella y su esposo ahora tienen un plan para cuando la golpea la depresión. "Cuando me deprimo", dice Susan, "Dave me dice que salga, que lleve al perro a pasear y que me duche".
"Tener un amigo o un ser querido que te ayude realmente puede ser útil".
La historia de Susan refleja sus experiencias como las contó en una entrevista. La fotografía no es la de Susan, para proteger su privacidad.
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Créditos
Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
Revisado: 31 julio, 2024
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