Generalidades
La adolescencia puede ser la época más difícil para los jóvenes con diabetes y sus padres. Los comportamientos normales de los adolescentes incluyen acostarse tarde, dormir hasta tarde y comer a diferentes horas. Estos comportamientos, combinados con el ciclo normal de brotes de crecimiento rápido y períodos de crecimiento lento, hacen que sea difícil mantener el nivel de azúcar en la sangre de un adolescente constantemente dentro de un rango objetivo.
Comer comida rápida con frecuencia también dificulta que los adolescentes sigan una dieta equilibrada y se mantengan en un peso saludable. Los adolescentes pueden intentar controlar su peso haciendo dietas de moda, vomitando después de las comidas o comiendo muy poco. La insulina puede hacer que una persona aumente de peso, por lo que un adolescente que utiliza insulina puede saltarse dosis. Estas acciones pueden ser peligrosas. Pueden provocar emergencias de azúcar alto o bajo en la sangre o un trastorno alimentario.
Formas habituales en que los adolescentes con diabetes muestran su rebeldía
Su hijo podría ser muy maduro y asumir el grado adecuado de responsabilidad en el cuidado de la diabetes. En ese caso, su tarea como padre de brindar supervisión será bastante fácil. Por otro lado, la rebeldía en los adolescentes es normal. Para rebelarse, los adolescentes con diabetes podrían:
- Saltarse dosis de insulina u otros medicamentos para la diabetes.
- Comer comidas con alto contenido de grasa y muchas calorías. O podrían comer en cualquier momento y cualquier cosa que se les antoje e ignorar el plan diario de comidas.
- Falsificar o mentir sobre los resultados de pruebas de azúcar en la sangre.
- Ocultar o negar la enfermedad cuando están con amigos, en un esfuerzo para no desencajar.
Estas conductas pueden provocar emergencias de azúcar alta o baja en la sangre.
Cómo ayudar a su hijo adolescente
Los años de la adolescencia pueden ser difíciles para los adolescentes con diabetes y sus padres. Estas son algunas cosas que puede hacer que podrían ser útiles tanto para usted como para su hijo adolescente.
- Espere de su hijo que se ocupe de su propio cuidado de la diabetes. Usted puede estar allí como apoyo y guía. Pero acepte que en última instancia depende de su hijo el asumir el control de su cuidado. Esta transición será más fácil si usted alienta a su hijo a asumir gradualmente más responsabilidad con el tiempo.
- Permita a su hijo adolescente reunirse con los profesionales de salud a solas. Esto alentará a su hijo a estar altamente involucrado en su propio cuidado. Un dietista registrado puede ayudarle a su hijo adolescente a preparar un plan de comidas saludables.
- No reaccione excesivamente a niveles altos de azúcar en la sangre. Todas las personas con diabetes los tienen de vez en cuando. Elogie a su hijo por revisarse el nivel de azúcar en la sangre. Ofrezca su ayuda para encontrar formas de controlar niveles altos de azúcar de manera eficiente.
- No pierda la perspectiva sobre la enfermedad. La diabetes es solo una parte de la vida de una persona. Aliente a su hijo adolescente a estar tan activo como desee en los deportes y otras actividades saludables.
- Ayude a su hijo a identificar un sistema de apoyo de seguridad. Es probable que a veces le baje el azúcar en la sangre. Por lo tanto, su hijo adolescente necesita tener al menos un amigo que sepa qué hacer en caso de una emergencia. Hablen de quién más necesita saberlo y de lo que necesitan saber.
- Si se necesita insulina, ayude a su adolescente a tener éxito. Puede ser útil para su hijo adolescente:
- Usar una bomba de insulina. Algunos jóvenes prefieren usar la bomba porque es una manera menos evidente de administrarse las infusiones de insulina. Si se usa insulina de acción rápida con las comidas, la bomba es un método práctico para administrar una dosis adicional si es necesario.
- Usar un horario flexible de administración de insulina. Usar una combinación de insulinas de acción prolongada y de acción rápida permite mayor flexibilidad para aquellos momentos en que un adolescente duerme hasta tarde, va a fiestas o cambia sus horarios de comer.
- Trate de ser paciente y comprensivo. Su hijo adolescente puede reaccionar contra usted por los altibajos de la enfermedad. Trate de ponerse en su lugar. Imagine el miedo, la tristeza, la ira y hasta la culpa que su hijo podría estar sintiendo.
- Busque apoyo para su hijo. Puede ser una buena idea contar con un profesional de la salud mental, como un consejero, involucrado en la atención de su hijo adolescente desde el momento de su diagnóstico.
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Créditos
Revisado: 30 abril, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Ignite Healthwise, LLC es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
Revisado: 30 abril, 2024
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