Pruebas de provocación para el asma

Generalidades

Las pruebas de provocación inducida por ejercicio y por inhalación a veces se usan para diagnosticar el asma y el asma laboral (asma ocupacional).

Prueba de provocación inducida por ejercicio

En una prueba de provocación inducida por ejercicio, se hace una espirometría antes y después de hacer ejercicio en una cinta para correr o una bicicleta fija. La espirometría mide cuánto y con qué rapidez puede inhalar y exhalar aire. Una prueba de provocación inducida por ejercicio puede ver el efecto que el ejercicio tiene en el flujo de aire.

La mayoría de las personas con asma tienen un flujo de aire algo reducido durante el ejercicio o después del mismo. Pero la mayoría de las personas que tienen asma no necesitan una prueba de provocación inducida por ejercicio.

Prueba de provocación por inhalación

Una prueba de provocación por inhalación mide cuánto y con qué rapidez puede inhalar y exhalar aire antes y después de tomar medicación. La espirometría puede hacerse antes y después de que le den un medicamento inhalado, como metacolina o histamina, o después de inhalar aire frío. La prueba puede repetirse para diferentes dosis del medicamento.

Raramente se necesita una prueba de provocación por inhalación para diagnosticar el asma. Pero puede usarse para:

• Observar si los conductos que llevan aire a los pulmones (bronquios) reaccionan de manera excesiva al respirar aire frío o al inhalar metacolina o histamina. Esto puede dar respaldo a un diagnóstico de asma.
• Documentar la presencia de asma cuando el diagnóstico no es del todo claro basándose en los antecedentes de salud, el examen físico y el tratamiento inicial.

Usted también puede someterse a una prueba específica de provocación por inhalación. En esta prueba, su médico lo expone a una pequeña cantidad de la sustancia que podría estar causando sus síntomas y luego le mide el funcionamiento pulmonar.