Generalidades de la cirugía
La artroplastia consiste en una cirugía para reemplazar los extremos de los huesos de una articulación dañada. Esta cirugía crea nuevas superficies articulares.
En la artroplastia de rodilla, los extremos de los huesos dañados del muslo y de la parte inferior de la pierna (espinilla) y, generalmente, la rótula se cubren con superficies artificiales. Estas superficies están revestidas con metal y plástico. En la mayoría de los casos, los médicos reemplazan la superficie completa en los extremos de los huesos del muslo y de la parte baja de la pierna. Los médicos suelen fijar las partes de la articulación de la rodilla a los huesos con cemento.
Los médicos están trabajando en cómo reemplazar solamente las partes dañadas de la rodilla. Esto a veces se llama artroplastia parcial. La artroplastia unicompartimental es un ejemplo de una artroplastia parcial de la rodilla. Reemplaza solamente las superficies internas de la rodilla o las superficies externas de la misma, según dónde esté el daño. Otra artroplastia parcial se llama artroplastia femororrotuliana. En esta cirugía, se reemplaza el extremo del fémur. Luego, se usa una superficie artificial para recubrir la parte posterior de la rótula.
En la artroplastia de rodilla, los médicos extraen el cartílago dañado y lo reemplazan con nuevas superficies articulares en un proceso por pasos.
Los cambios articulares causados por la osteoartritis también pueden estirar y dañar los ligamentos que conectan el fémur con el hueso de la parte baja de la pierna. Después de la operación, la articulación artificial misma y los ligamentos que quedan alrededor de la articulación suelen brindar suficiente estabilidad de modo que los ligamentos dañados no son un problema.
Su médico puede usar anestesia general. Esto significa que usted estará dormido durante la operación. Pero a veces, los médicos usan anestesia regional. Esto significa que usted no puede sentir la zona de la cirugía. Usted se sentirá somnoliento, pero estará despierto. El tipo de anestesia que reciba depende de su médico y de su salud general. Su médico también podría preguntarle qué prefiere usted.
Su médico puede recomendarle que tome antibióticos antes y después de la operación para reducir el riesgo de infección. Si tiene que hacerse un arreglo dental significativo, su médico puede recomendarle que se lo haga antes de operarse. Las infecciones pueden propagarse desde otras partes del cuerpo, como la boca, a la articulación artificial y provocar un problema grave.
Qué esperar
Inmediatamente después de la cirugía
Le darán antibióticos por vía intravenosa (IV) por aproximadamente un día después de la operación. También le darán medicamentos para controlar el dolor y, tal vez, medicamentos para prevenir la formación de coágulos de sangre. No es infrecuente tener malestar estomacal o estreñimiento después de una operación. Hable con su médico o su enfermera si no se siente bien.
Cuando se despierte de la cirugía, tendrá una venda en la rodilla. Probablemente tenga un tubo de drenaje para recolectar líquido y evitar que este se acumule alrededor de su articulación. Es posible que tenga una sonda. Esto es un tubo pequeño conectado a la vejiga para que no tenga que levantarse de la cama para orinar. Es posible que también tenga una bomba de compresión o una media de compresión en la pierna. Este dispositivo le aprieta la pierna. Mantiene la sangre circulando y ayuda a prevenir coágulos de sangre.
Su médico puede enseñarle a hacer ejercicios sencillos de respiración para ayudarle a prevenir la congestión en los pulmones mientras su nivel de actividad es reducido. Es posible que también aprenda a mover su pie hacia arriba y hacia abajo para flexionar los músculos y mantener la sangre circulando.
Los primeros días
Probablemente todavía tome algunos medicamentos. Con el tiempo, usted tomará menos analgésicos (medicamentos para el dolor). Es posible que siga tomando medicamentos para prevenir los coágulos de sangre por al menos 10 días después de la cirugía.
La mayoría de las personas a quienes les hacen una artroplastia de rodilla comienzan a caminar con un andador o muletas el día de la cirugía o al día siguiente. Y la mayoría de las personas pueden soportar peso en la rodilla si no les incomoda.
Un fisioterapeuta le ayudará a flexionar y estirar la rodilla suavemente. Su terapeuta también comenzará con algunos ejercicios sencillos para ayudarle a fortalecer los músculos de la pierna.
La rehabilitación después de una artroplastia de rodilla es intensiva. El objetivo principal de la rehabilitación es permitir que usted flexione la rodilla al menos 90 grados. Ese nivel de flexión es suficiente como para que usted haga actividades diarias, como caminar, subir escaleras, sentarse y levantarse de la silla y subirse y bajarse de un automóvil. La mayoría de las personas pueden flexionar la rodilla más de 90 grados después de la cirugía. Pero una de las cosas que afecta cuánto puede flexionar la rodilla después de la cirugía es cuánto la flexionaba antes de la operación. Para obtener el mayor beneficio de la cirugía, es muy importante que haga fisioterapia. Usted hará fisioterapia mientras esté en el hospital y después de que vuelva a su casa.
El médico le dirá si debe permanecer en el hospital o si puede volver a casa el día de la cirugía. Algunas personas que necesitan una rehabilitación más extensa podrían acudir a un centro de rehabilitación especializado para recibir más tratamiento.
Continuación de la recuperación
Después de irse a su casa, preste atención al sitio de la cirugía y a su salud en general. Si nota algún enrojecimiento o secreción de la herida, dígale a su cirujano. Es posible que le recomienden que se tome la temperatura dos veces al día y que le diga a su cirujano si tiene fiebre de más de 100.5 °F (38.1 °C).
La rehabilitación continúa después de que vuelve a su casa del hospital. Usted hará un programa de rehabilitación hasta que sea capaz de funcionar por su cuenta y recupere la mayor fuerza y amplitud de movimiento en la rodilla que pueda lograr. Usted seguirá ejercitándose para aumentar la capacidad de flexión de la rodilla y para ganar fuerza y resistencia. La rehabilitación total después de la cirugía llevará varios meses.
Se le dará un programa de ejercicios para que siga cuando vuelva a su casa, aun si todavía está haciendo fisioterapia. También debería hacer una caminata corta varias veces al día. Si nota algún dolor, pruebe con una compresa fría en la rodilla. También podría reducir su actividad un poco. Pero no la interrumpa completamente. Seguir caminando y haciendo su programa de ejercicios le ayudará a recuperarse más rápidamente.
Su médico puede recomendarle que use una bicicleta fija. Puede ayudar a fortalecer los músculos de las piernas y mejorar la flexión de la rodilla. Nadar también es un buen ejercicio después de la cirugía de rodilla. Pero no se meta en el agua hasta que le saquen los puntos o las grapas.
Cómo vivir con una prótesis de rodilla
Es posible que su médico quiera verlo de vez en cuando por varios meses o más para observarle la prótesis de la rodilla. Con el tiempo, podrá hacer la mayoría de las cosas que podía hacer antes de la cirugía.
Controlar el peso ayudará a que su nueva articulación de rodilla le dure más.
Manténgase activo para ayudar a conservar fuerza, flexibilidad y resistencia. Sus actividades podrían incluir caminar, nadar (después de que su herida haya sanado completamente), bailar o golf. (Si juega al golf, no use zapatos con clavos. Y asegúrese de usar un carrito de golf). También podría probar a montar en una bicicleta fija o andar en bicicleta en superficies parejas.
Por al menos 2 años después de su operación, es posible que su médico quiera que usted tome antibióticos antes de hacerse algún arreglo dental o cualquier procedimiento médico invasivo. Esto es para ayudar a prevenir una infección alrededor de su prótesis de rodilla. Después de 2 años, su médico y su dentista decidirán si todavía tiene que seguir tomando antibióticos. Su salud general y el estado de sus otras afecciones de salud los ayudará a decidir.
Por qué se hace
Los médicos recomiendan una artroplastia cuando el dolor en la rodilla y la pérdida de la función se vuelven graves y si los medicamentos y otros tratamientos dejan de aliviar el dolor. Su médico usará radiografías para examinarle los huesos y el cartílago de la rodilla para ver si están dañados. Esto ayuda al médico a asegurarse de que el dolor no esté proviniendo de algún otro lugar.
Es posible que los médicos no recomienden una artroplastia de rodilla para las personas que:
- Tengan una salud general delicada y que no puedan tolerar bien la anestesia y la cirugía.
- Tengan una infección activa o estén en riesgo de contraer infecciones.
- Tengan osteoporosis (adelgazamiento significativo de los huesos).
- Tengan una grave debilidad en los músculos cuádriceps en la parte delantera del muslo.
- Tengan una rodilla que parece doblarse hacia atrás cuando la rodilla está totalmente extendida (genu recurvatum), si la afección se debe a debilidad o parálisis muscular.
- Estén gravemente excedidas de peso. Las prótesis articulares tienen más probabilidades de fallar en personas que tienen mucho sobrepeso.
Algunos médicos recomendarán otros tipos de cirugía, si es posible, para personas más jóvenes y especialmente para aquellas que hacen trabajos arduos. Una persona joven o más activa tiene más probabilidades de que se le desgaste una rodilla artificial que una persona mayor o menos activa. Las personas que tienen mucho sobrepeso también tienen más probabilidad de que se les desgaste la rodilla artificial debido a la carga adicional en la articulación.
Los médicos no suelen recomendar la artroplastia para las personas que tienen expectativas muy altas de lo que podrán hacer con la articulación artificial. (Los ejemplos son personas que esperan poder correr, esquiar o hacer otras actividades que sobrecargan la articulación). La rodilla artificial le permite a una persona hacer actividades diarias comunes con menos dolor. No restablece el mismo nivel de función que tenía la persona antes de que comenzara el daño a la rodilla.
Eficacia
La mayoría de las personas tienen mucho menos dolor después de la artroplastia y son capaces de hacer muchas de sus actividades diarias más fácilmente.
- La rodilla no se flexionará tanto como lo hacía antes de que tuviera los problemas de rodilla. Pero la cirugía le permitirá estar parado y caminar sin dolor por períodos más prolongados.
- Después de la cirugía, tal vez se le permita retomar actividades como jugar al golf, montar en bicicleta, nadar, caminar como ejercicio, bailar o esquiar campo traviesa (si hacía estas actividades antes de operarse).
- Es posible que su médico le desaconseje correr, jugar al tenis, agacharse y hacer otras cosas que pudieran sobrecargar mucho la rodilla.
Mientras más joven sea usted cuando se opere y más carga le ponga a la articulación, más probable será que más adelante necesite una segunda cirugía para reemplazar la primera prótesis. Con el tiempo, las partes se desgastan o pueden aflojarse y hay que reemplazarlas.
La articulación artificial debería durar más tiempo si no tiene sobrepeso y no hace actividad física intensa ni practica deportes que sobrecarguen la articulación.
Las personas que se someten a una artroplastia parcial de la rodilla pueden tener menos dolor. Pero en un estudio no estuvieron tan satisfechas como las personas que se hicieron una artroplastia total de rodilla.nota 1
Si espera a operarse hasta que ya haya perdido mucha de su fuerza, flexibilidad, equilibrio, resistencia y capacidad de hacer actividad, entonces podría tener más dificultad para retomar sus actividades normales después de la cirugía.nota 1
Riesgos
Los riesgos de la artroplastia de rodilla incluyen:
- Coágulos de sangre. A las personas se les puede formar un coágulo de sangre en una vena de la pierna después de la artroplastia de rodilla. Los coágulos de sangre pueden ser peligrosos si obstruyen la circulación de la sangre de la pierna al corazón o si se trasladan a los pulmones. Los coágulos de sangre ocurren más a menudo en las personas mayores, las personas que tienen mucho sobrepeso, las personas que han tenido coágulos de sangre anteriormente y las personas que tienen cáncer.
- Infección en la herida quirúrgica o en la articulación. La infección es poco común en personas que de otra manera son saludables. Algunas personas corren un riesgo más alto de infección después de cualquier cirugía. Esto incluye personas que tienen otros problemas de salud, como diabetes, artritis reumatoide o una enfermedad hepática crónica, y personas que toman corticosteroides. La mayoría de las infecciones en la herida se tratan con antibióticos. Las infecciones profundas en la articulación pueden necesitar más cirugía. Y en algunos casos el médico debe extraer la articulación artificial.
- Lesión nerviosa. En casos poco comunes, podría lesionarse un nervio alrededor del sitio de la cirugía. Es más común (pero aún poco frecuente) si el cirujano también está corrigiendo problemas en la articulación. Una lesión nerviosa puede causar hormigueo, entumecimiento o problemas para mover un músculo. Estas lesiones suelen mejorar con el tiempo. En algunos casos pueden desaparecer completamente.
- Problemas con la sanación de la herida. Los problemas de sanación de heridas son más comunes en personas que toman corticosteroides o que tienen enfermedades que afectan el sistema inmunitario, como la artritis reumatoide y la diabetes.
- Falta de una buena amplitud de movimiento. Cuánto puede flexionar la rodilla después de la operación depende mucho de cuánto podía flexionarla antes de la cirugía. Algunas personas no pueden flexionar la rodilla lo suficiente como para que les permita hacer sus actividades normales diarias, incluso después de varias semanas de recuperación. Si esto sucede, el médico puede darle un medicamento para relajar los músculos y entonces forzarle la rodilla suavemente para que se flexione más. Esto puede aflojar los tejidos alrededor de la articulación que están impidiéndole flexionarla.
- Luxación de la rótula. Esta es una complicación poco común de la artroplastia de rodilla. Si esto se produce, la rótula puede moverse hacia un lado de la rodilla y puede volver a su lugar cuando flexiona la rodilla. Es posible que no duela, pero puede hacer que la rodilla se sienta inestable y puede ser incómodo. La luxación de la rótula interfiere en cómo funcionan los músculos del muslo (cuádriceps). Generalmente, debe tratarse con cirugía. En algunos casos, la artroplastia debe rehacerse completamente si la luxación es causada por un problema en la manera en que se alinean los componentes en la rodilla.
- Fractura de la rótula. La rótula podría fracturarse ya sea por una caída o mientras está usando la rodilla normalmente. Esta complicación es muy poco común. Puede verse en personas que pueden flexionar la rodilla casi normalmente y que pueden subir las escaleras y levantarse de la silla fácilmente. Generalmente, los médicos pueden tratar una rótula fracturada sin cirugía.
- Inestabilidad en la articulación. La rodilla puede estar inestable o insegura si los componentes de la prótesis no están alineados correctamente. Es posible que necesite una segunda operación para alinear las partes correctamente para que su rodilla esté estable.
- Los riesgos de la anestesia general de siempre. Los riesgos de cualquier cirugía son más altos en las personas que han tenido un ataque al corazón recientemente y aquellas que tienen una enfermedad pulmonar, hepática, renal o cardíaca a largo plazo (crónica).
Créditos
Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
Revisado: 31 julio, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
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