Desarrollo social y afectivo en recién nacidos

Generalidades

Su bebé recién nacido empieza a comunicarse con usted de inmediato. Los recién nacidos necesitan, y a su manera, piden interacción social con otras personas. Se comunican moviendo los brazos y las piernas y dirigiendo su mirada hacia las voces familiares. Se les iluminan los ojos y la cara cuando siguen los movimientos de sus padres y examinan sus caras. Cuando desvían la mirada, esto es una señal de que necesitan un descanso de la interacción.

Por supuesto, también lloran. El llanto puede comunicar que un bebé está hambriento, aburrido, incómodo, o que se siente solo o está sencillamente abrumado. Usted enseguida aprenderá a distinguir los diferentes tipos de llanto de su bebé, a veces tan pronto como en los primeros días después del parto.

Un recién nacido suele sonreír con mayor frecuencia durante el sueño. Las sonrisas mientras está despierto son reacciones reflejas a una cara o a una voz más que una respuesta emocional. Sin embargo, durante el segundo mes, las sonrisas de su bebé son una señal auténtica de placer o cordialidad.

Cada bebé nace con una disposición única, o temperamento, que generalmente se clasifica como tranquilo, sensible, exigente o que se distrae con facilidad. El temperamento a menudo determina las reacciones emocionales de un recién nacido, su capacidad de concentración frente a su facilidad para distraerse, su capacidad de adaptarse a situaciones cambiantes y su nivel de actividad (tranquilo o movido). Por ejemplo, algunos recién nacidos son hipersensibles a los estímulos y se abruman con facilidad. Estos bebés pueden reaccionar de forma exagerada cuando se los mece de forma juguetona, mientras que otros bebés menos sensibles podrían responder con interés y una cara alegre.

Reconozca la manera en que su propia personalidad y su temperamento influyen en cómo reacciona ante su bebé. Si usted es una persona activa y tiene un bebé tranquilo, tal vez tenga que ajustar sus expectativas y la manera en que interactúa con él.