En la semana 29, su bebé tiene el tamaño aproximado de una calabaza moscada, pesa cerca de 3 libras y mide más de 15 pulgadas de largo. Entre las semanas 29 y 32, su bebé se caracterizará por lo siguiente:
- Los ojos pueden detectar cambios en la luz y ahora pueden parpadear. Después del nacimiento, el parpadeo protege los ojos del polvo y otras sustancias posiblemente dañinas.
- Los movimientos de succión son cada vez más fuertes, y su bebé puede incluso chuparse el dedo.
- La médula ósea produce glóbulos rojos.
- El lanugo, un vello suave, fino y sedoso que alguna vez cubrió a su bebé, desaparece.
- Siguen apareciendo depósitos de grasa saludables, por lo que la piel de su bebé está menos arrugada.
- Los espacios para los dientes permanentes comienzan a formarse.
Su bebé puede estirarse, patear y hacer movimientos de agarre. Lo crea o no, ¡puede estar soñando! En esta etapa, los bebés presentan actividad en sus ondas cerebrales y períodos de tranquilidad con movimientos oculares rápidos (REM) que están vinculados a los sueños.