Las nuevas molestias son comunes en el tercer trimestre del embarazo. Siga leyendo para obtener más información sobre algunos de los problemas específicos que podría tener y algunos consejos para que se sienta mejor.
Falta de aire
Naturalmente, al estar embarazada respira más para proporcionarle oxígeno adicional a su bebé en crecimiento. Además, a medida que el útero aumenta su tamaño, puede hacer presión contra el diafragma. Esto puede saturar los pulmones y hacer que le resulte más difícil recuperar el aire.
A la mayoría de las personas les resulta más fácil respirar una vez que el bebé se acomoda en la pelvis. Antes de que eso pase, podrá respirar más fácilmente si hace lo siguiente:
- Evite las bebidas que contienen cafeína, como el café o las gaseosas.
- Inhale profundamente mientras levanta un brazo sobre la cabeza. Luego, exhale mientras baja el brazo.
- Beba mucha agua a lo largo del día.
- Ingiera comidas en porciones más pequeñas y con mayor frecuencia.
- Descanse con frecuencia a lo largo del día.
- Duerma con la parte superior del cuerpo un poco elevada.
- Siéntese lo más erguida posible.
- Use vestimenta holgada alrededor de la cintura.
Llame al 911 o vaya al hospital más cercano de inmediato si tiene dificultad para respirar y los siguientes síntomas:
- uñas de los dedos de la mano o labios azules
- dolor de pecho
- respiración rápida con pulso acelerado
- falta de aire repentina o grave
patadas dolorosas.
A medida que su bebé crezca y trate de sentirse cómodo en el útero, es posible que usted experimente patadas más dolorosas en comparación con las primeras semanas del embarazo. Suele mejorar cuando su bebé se acomoda en la pelvis. Para sentirse más cómoda:
- Cambie de posición y, con suerte, su bebé también cambiará de posición.
- Inhale profundamente mientras levanta un brazo sobre la cabeza. Luego, exhale mientras baja el brazo.
- Coloque las manos alrededor de los glúteos de su bebé y muévalo con cuidado.
Hemorroides
En muchos casos, las hemorroides aparecen en las últimas semanas del embarazo. Son vasos sanguíneos en el recto que se ensanchan o se tuercen. Esto sucede porque el útero empuja estos vasos sanguíneos.
Las hemorroides suelen provocar dolor, picazón o sangrado durante la evacuación. Por lo general, mejoran por sí solas después del parto, pero también puede seguir estos pasos para disminuir los síntomas:
- Coma alimentos ricos en fibra y beba mucha agua para mantener las heces blandas.
- Evite permanecer sentada durante mucho tiempo. Recuéstese de lado varias veces por día.
- Limpie el área con papel higiénico húmedo, compresas de hamamelis, toallas Tucks o una almohadilla similar para aliviar las hemorroides.
- Aplique compresas de hielo para aliviar las molestias.
- Tome lo que se conoce como un baño de asiento varias veces al día, durante 20 minutos cada vez; para ello, siéntese en una tina con agua tibia con solo las caderas y las nalgas cubiertas.
- Use productos como Preparation H, Anusol o pomada de hidrocortisona al 1 % para aliviar el dolor.
Molestias en el nervio ciático
El nervio ciático comienza en la parte inferior de la columna vertebral. Si la cabeza de su bebé se ubica sobre su columna vertebral, podría tener molestias en el nervio ciático. Además, algunas hormonas trabajan para preparar el cuerpo para el parto al hacer que las articulaciones sacroilíacas se relajen y estiren. Esto también puede ejercer presión sobre el nervio y provocar síntomas.
Con el malestar del nervio ciático, es posible que presente síntomas, como debilidad, hormigueo y entumecimiento. Además, podría experimentar dolor que empiece en las nalgas o la espalda y baje por la pierna hasta el pie.
Para aliviar el dolor del nervio ciático:
- Haga caminatas cortas y, como alternativa, acuéstese.
- No permanezca mucho tiempo sentada.
- Siéntese en una tina con agua tibia o tome una ducha tibia.
- Estire las piernas y la espalda. Trate de encontrar posiciones de estiramiento preferidas.
- Use una almohadilla calefactora en la zona.
- Pruebe con un cinturón de soporte o faja para el embarazo.
- Duerma o descanse del lado que no le duela.
Tenga en cuenta que el dolor del nervio ciático suele mejorar después de dar a luz.