Artroscopia para la artritis reumatoide

Generalidades de la cirugía

La artroscopia es un tipo de cirugía articular que le permite al médico examinar el interior de una articulación mediante la inserción a través de una pequeña incisión (corte) en la piel de un tubo delgado que contiene una fuente de luz (llamado artroscopio). Se introducen instrumentos a través de otros pequeños cortes para trabajar en la articulación. La cirugía no curará la artritis reumatoide ni le pondrá fin a la evolución de la enfermedad. Pero podría mejorar el funcionamiento y proporcionar algo de alivio del dolor.

Qué esperar

La artroscopia no suele requerir pasar la noche en el hospital. Después del procedimiento, la articulación debería usarse lo menos posible por varios días. Es posible que se necesiten muletas si se examinó la articulación del pie o de la rodilla, dependiendo de la extensión del procedimiento y de la preferencia del médico.

Por qué se hace

Este procedimiento se utiliza para tratar articulaciones grandes. Los procedimientos que se hacen por medio de la artroscopia incluyen:

• Limpieza y eliminación de residuos de la articulación (irrigación).
• Eliminación de la articulación de pedazos de hueso o de cartílago que estén flotando libremente.
• Alisamiento de las superficies ásperas o irregulares de una articulación.
• Eliminación limitada de tejidos inflamados (sinoviectomía) en articulaciones grandes.

Este procedimiento podría no ser adecuado si la articulación está muy dañada.

Eficacia

La artroscopia alivia el dolor de forma temporal y en ocasiones facilita el movimiento en la articulación pero sirve muy poco para frenar la evolución de la enfermedad.^{nota 1}

Riesgos

Los riesgos de la artroscopia incluyen los riesgos de la cirugía y el uso de la anestesia así como un ligero riesgo de infección y sangrado en la articulación.