La mayoría de los síntomas de las personas con COVID-19 mejoran en unas pocas semanas. Algunos pacientes presentan síntomas de COVID-19 a largo plazo que pueden durar más semanas o meses. Los síntomas varían mucho. Algunos pacientes tienen pocos síntomas, mientras que otros pueden tener varios. Estos síntomas pueden aparecer y desaparecer, cambiar con el paso del tiempo y ser moderados o graves.
Sabemos que esta experiencia puede ser frustrante para muchas personas. Y por eso estamos aquí para brindarle la atención que necesita para recuperarse.
Los síntomas comunes del COVID-19 a largo plazo, como tos o fatiga, pueden tratarse con métodos de autocuidado. Se trata de métodos que usaría en casa para tratar los síntomas de una gripe, por ejemplo. Tenemos recursos para ayudarlo a tratar los síntomas en casa.
Entre los síntomas comunes del COVID-19 a largo plazo se incluyen los siguientes:
- fatiga;
- dificultad para respirar;
- tos;
- molestia o dolor en el pecho;
- dolor muscular y en las articulaciones;
- dolor de cabeza;
- problemas del sueño;
- sentido reducido del olfato y el gusto;
- problemas digestivos, como diarrea;
- ritmo cardíaco acelerado o palpitaciones;
- fiebre que va y viene;
- sudoración.
Su salud emocional o mental también puede verse afectada durante el transcurso de la enfermedad por COVID-19. También puede afectar a su familia o cuidadores. Es posible que ellos también necesiten apoyo o tratamiento.
Entre los síntomas emocionales o mentales se incluyen dificultad para pensar y concentrarse, depresión, ansiedad y otros problemas emocionales.
Si tuvo depresión, ansiedad u otros problemas emocionales, el COVID-19 a largo plazo puede empeorarlos. Es entendible sentirse asi y debe tener en cuenta que esto no es su culpa. Contamos con recursos de salud para ayudarlos a usted y a sus cuidadores.
Las complicaciones graves son más comunes en personas que tuvieron casos graves de COVID-19 inicialmente. Es posible que haya que tratar los efectos de la enfermedad durante un tiempo.
Algunas de las complicaciones posibles son las siguientes:
- inflamación del músculo cardíaco (miocarditis);
- trastornos vasculares y sanguíneos (trombosis y otros);
- problemas en los pulmones (problemas para respirar y otros);
- problemas en los riñones (lesión renal);
- depresión grave y otros trastornos del estado de ánimo;
- trastornos sensoriales, de la memoria y cognitivos, así como otros trastornos neurológicos;
- salpullidos o pérdida del cabello (que no mejoran).