La historia de Shellie: Cómo encontrar tiempo para hacer actividad física

La historia de Shellie

"Yo no estaba enferma ni nada por el estilo. Pero no tenía la misma energía que antes y estaba empezando a preocuparme por mi salud en el futuro".

Esa preocupación condujo a Shellie, de 39 años, a observar con detenimiento sus hábitos diarios. "Mantenerse en forma lleva tiempo", dijo, "y tiempo es justamente lo que no tengo como madre soltera con un trabajo de tiempo completo".

Shellie, una gerente administrativa con una hija de 8 años y un hijo de 5, no se encontraba en un peso saludable. Y sus cifras de presión arterial y de colesterol estaban empezando a subir. Eso le preocupaba, debido a que su madre tiene diabetes tipo 2 y su padre falleció de un ataque al corazón cuando tenía solo 48 años.

"Me di cuenta de que había relegado mi vida durante demasiado tiempo y era hora de tener tiempo para mí misma, incluso aunque se tratara de solo algunos minutos al día", expresó. "Me escribí una nota y la pegué en el espejo del baño. Decía: 'Haré una caminata de 10 minutos durante mi descanso para tomar un café por la mañana todos los días de esta semana'".

La semana siguiente, colocó otra nota en el espejo. Esta decía: "Haré una caminata de 10 minutos durante mi descanso por la mañana y durante mi descanso por la tarde todos los días de esta semana". Esas dos caminatas sumaban hasta 20 minutos al día, 5 días a la semana, y estaba muy contenta de descubrir que no le tomaban tiempo adicional de su día.

Una de sus compañeras de trabajo, Tara, empezó a caminar con Shellie durante sus descansos. "Tara usaba una aplicación para teléfono móvil que llevaba un registro de la cantidad de pasos que daba. Competía contra sí misma para ver la cantidad de pasos que podía registrar durante un día de trabajo regular.

Encontró una aplicación gratuita y la usaba todas las mañanas. En el trabajo, buscaba todas las oportunidades posibles de levantarse y dar una vuelta. "Caminaba hasta el escritorio de alguna persona en lugar de enviarle un correo electrónico o de llamarlo. De vez en cuando, subía las escaleras hasta el segundo piso sin ningún motivo. Era realmente divertido verificar las cifras".

Tara, que caminaba hasta el trabajo todos los días, tuvo una idea: Shellie podría ir en automóvil hasta la casa de Tara, estacionarlo allí y unirse a Tara en la caminata de 10 minutos hasta el trabajo. Al final del día, podrían regresar juntas o cada una por su cuenta si sus horarios no coincidían.

"Significaba salir de mi casa 15 minutos más temprano y llegar de vuelta al hogar 15 minutos más tarde", manifestó Shellie, "pero eso parecía algo a lo que podría adaptarme, por lo que lo probé durante una semana y estuvo muy bien". Hacía más ejercicio, aumentaba los pasos en mi aplicación y tenía compañía".

Shellie ha mantenido ese programa durante 2 años hasta hoy, a pesar del hecho de que hace 6 meses Tara dejó la compañía por otro trabajo que realiza al otro lado de la ciudad. "Aún estaciono mi automóvil en la casa de Tara", contó Shellie. "Se ha vuelto un verdadero hábito. Honestamente, ni siquiera lo pienso. De hecho, cuando surge algo y omito alguna de mis caminatas, me pongo un poco irritable".

Hoy en día, las cifras de presión arterial y de colesterol de Shellie han bajado nuevamente a los valores normales. "Además, ahora peso 25 libras (11 kg) menos y tengo mucha más energía. ¡No tengo más problemas para mantenerles el ritmo a mis hijos!".

Esta historia está basada en información recopilada a partir de muchas personas que tienen este problema de salud.

Para obtener más información, vea el tema Actividad física: Cómo comenzar a hacer actividad y mantenerse activo.