Amputación de la pierna

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Generalidades de la cirugía

La decisión de amputar una extremidad es difícil para la persona y su médico. Muchas veces, se han intentado medidas extensas para salvar la extremidad. Las principales causas de amputación son diabetes o enfermedad arterial periférica que resulta en un funcionamiento doloroso y deficiente de las extremidades o gangrena.

En general, la amputación se recomienda para:

  • Gangrena con o sin infección.
  • Dolor insoportable en reposo.
  • Úlceras no cicatrizantes e intratables.

El consumo de tabaco puede ser el factor más importante en el progreso a la amputación.

Al hacer la amputación, el cirujano busca extirpar todo el tejido muerto o moribundo. Los objetivos de la amputación son aliviar el dolor, fomentar la cicatrización de heridas y aumentar la capacidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias.

Las amputaciones y la cirugía de injerto de derivación se pueden planificar al mismo tiempo para lograr los mejores resultados. Por ejemplo, una persona que tiene gangrena puede tener una amputación de parte del pie o la pierna mientras también tiene un injerto de derivación en un intento de preservar el tejido aún vivo. En una persona que no es candidata para la revascularización o que no ha tenido éxito con intentos previos de injerto de derivación, se puede recomendar la amputación sola para el dolor intenso en reposo, las úlceras no cicatrizantes o la gangrena.

Problemas preoperatorios en amputaciones

La atención preoperatoria antes de la amputación es similar a cualquier cirugía mayor. Se pueden realizar una historia clínica completa y un examen físico, pruebas de laboratorio de rutina, una radiografía de tórax y un electrocardiograma (ECG).

Las personas con problemas médicos importantes, como diabetes o problemas cardíacos, pulmonares o renales, deben ser evaluadas cuidadosamente y su atención médica optimizada antes de la operación. No se debe subestimar la importancia de la evaluación preoperatoria. Las personas que tienen amputaciones a menudo están crónicamente o gravemente enfermas. Y su riesgo de morir alrededor del momento de la operación, así como en los años siguientes, es mayor que para otras personas de la misma edad.

Niveles de amputación

El nivel de amputación apropiado depende de una serie de factores, incluyendo por qué se necesita la amputación, la salud general de la persona, la posibilidad de recuperación y rehabilitación y la probabilidad de curación adecuada de la herida. El objetivo de una amputación es eliminar todo el tejido muerto y moribundo mientras se crea la extremidad más útil para la recuperación y la rehabilitación. Es muy importante asegurarse de que una extremidad artificial, si se desea, se pueda ajustar adecuadamente.

Una amputación por debajo de la rodilla suele ser preferible. Proporciona una mejor movilidad. Incluso si es muy poco probable que una persona pueda caminar debido a su salud general u otras afecciones médicas, una amputación por debajo de la rodilla permite transferencias y movimientos más fáciles mientras está en la cama. Caminar sobre una prótesis (miembro artificial) por encima de la rodilla requiere mucha más energía que caminar sobre una prótesis por debajo de la rodilla, aunque las personas jóvenes y relativamente sanas se las arreglan mucho mejor que las personas mayores y más frágiles. Pero cuando no se puede hacer una amputación por debajo de la rodilla, una amputación por encima de la rodilla tiene la ventaja de una curación más fácil.

A veces, se puede realizar una operación de injerto de derivación para permitir que un sitio de amputación por debajo de la rodilla se cure adecuadamente. Lo más importante para decidir si una amputación por debajo de la rodilla sanará es el razonamiento clínico de un cirujano experto.

Momento de la cirugía

En general, las amputaciones por isquemia repentina (cuando se desarrolla un coágulo y bloquea completamente el suministro de sangre a una extremidad) se realizan lo más pronto posible.

La cirugía de derivación o angioplastia siempre se realiza cuando es posible. La amputación es la última opción.

La gangrena no infectada de los dedos de las manos y los pies se puede tratar mediante amputación o se le puede permitir "autoamputar" (el tejido muere y se desprende por sí solo) durante un período de tiempo, generalmente meses. La gangrena de otras extremidades requiere amputación.

La gangrena infectada debe tratarse con el objetivo de deshacerse de la infección y preservar la mayor cantidad posible de la extremidad. El tejido infectado muerto o moribundo debe eliminarse (desbridamiento) lo más rápido posible. Se debe dejar tejido que está infectado pero que probablemente puede sanar. Y la persona debe recibir antibióticos intravenosos.

Si una persona no está estable o no responde al tratamiento con antibióticos y al desbridamiento, la amputación debe hacerse rápidamente. Una primera amputación de emergencia a menudo se realiza con el objetivo de estabilizar a la persona. Y se puede realizar una segunda operación electiva para eliminar cualquier tejido muerto adicional y mejorar el funcionamiento de la extremidad restante.

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Créditos

Revisado: 17 julio, 2023

Autor: El personal de Healthwise
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