Si usted es una mujer que tiene problemas de ansiedad, sepa que no está sola. Los trastornos de ansiedad son las condiciones de salud mental más comunes. Aproximadamente la mitad de los adultos de Estados Unidos tiene síntomas de ansiedad. Además, los trastornos de ansiedad son más de dos veces más comunes en mujeres que en hombres. Sin embargo, a pesar de ser tan común, la ansiedad en mujeres a menudo se malentiende o se ignora.
Aquí encontrará todo lo que debe saber sobre los síntomas de la ansiedad en mujeres, incluso qué la hace única, cuáles son las opciones de tratamiento y cuáles son las estrategias de autocuidado.
¿Qué es la ansiedad?
Todas las personas experimentan ansiedad de vez en cuando. Es una sensación de preocupación, inquietud o nerviosismo. También pueden sentirse cambios físicos en el cuerpo, como palpitaciones.
Sin embargo, para las personas con trastornos de ansiedad, es más que una preocupación ocasional. La ansiedad se vuelve incontenible y no desaparece.
4 tipos principales de trastornos de ansiedad
El trastorno de ansiedad generalizada (General Anxiety Disorder, GAD) se produce cuando una persona se preocupa demasiado por problemas cotidianos, incluso cuando no hay motivos para preocuparse.
El trastorno de pánico se da cuando una persona tiene ataques de pánico con frecuencia. Estos son sentimientos repentinos de terror cuando no hay ningún tipo de peligro. Es común tener síntomas físicos como dolor de pecho. Estos síntomas pueden hacer que los ataques de pánico parezcan ataques cardiacos.
El trastorno de ansiedad social se produce cuando una persona se pone muy nerviosa en situaciones sociales comunes. A menudo ocurre que tiene miedo de ser observada y juzgada por los demás.
La fobia específica es un miedo intenso a cosas que suponen una amenaza mínima o nula. Por ejemplo, algunas personas le temen a espacios cerrados, al agua o a las alturas.
¿Cuáles son los signos de ansiedad en las mujeres?
La ansiedad se manifiesta de manera diferente en cada persona. Muchas mujeres experimentan una variedad de síntomas. Estos pueden incluir:
- Preocupación persistente
- Irritabilidad o nerviosismo
- Aumento de la frecuencia cardiaca
- Respiración agitada
- Sudoración o temblores
- Tensión muscular
- Dolores de cabeza
- Sensación de debilidad o cansancio
- Dificultad para concentrarse
- Dificultad para dormir
- Problemas gastrointestinales (GI)
Es importante saber que si bien la ansiedad y los ataques de pánico tienen síntomas similares, pueden tener causas diferentes. La ansiedad por lo general se produce a partir de desencadenantes específicos, como eventos estresantes. Los ataques de pánico no siempre tienen un desencadenante específico. Pueden suceder de manera inesperada y repentina. También pueden ser más intensos.
¿Qué desencadena la ansiedad en las mujeres?
La ansiedad es causada por una combinación de factores tanto en mujeres como en hombres. Los antecedentes familiares influyen. También influyen las preocupaciones diarias como el trabajo, las finanzas y el intento de controlar el estrés. Los eventos traumáticos también pueden desencadenar la ansiedad. Sin embargo, hay determinadas causas de la ansiedad que son propias de las mujeres.
Cambios hormonales
Las hormonas varían durante el ciclo menstrual, el embarazo o el posparto, la perimenopausia y la menopausia. Estos cambios hormonales generan un impacto en la química del cerebro y pueden provocar cambios en el estado de ánimo. Esto puede tener un impacto asombroso en los niveles de ansiedad.
“El embarazo puede provocar tanto alegría como preocupación y, a veces, acentuar la ansiedad, mientras que el período de posparto puede ser una etapa de vulnerabilidad en la que se despierten sentimientos de ansiedad nuevos o más intensos”, comenta la Dra. Karen R. Stewart, psiquiatra de Kaiser Permanente. “Durante la perimenopausia y la menopausia, los cambios hormonales pueden desencadenar alteraciones en el estado de ánimo y ansiedad”.
Expectativas sociales y culturales
Históricamente, las mujeres han sido las principales encargadas de hacer las tareas de cuidado. Es posible que se espere de ellas que asuman la responsabilidad de criar a los hijos y cuidar de los familiares de más edad. Las mujeres pueden sentir que no dedican tiempo a priorizar su propio bienestar.
Por otra parte, las mujeres que no tienen hijos o no se casan pueden sentirse juzgadas por sus elecciones. Se trata de un arma de doble filo. Ambas situaciones pueden causar ansiedad o empeorarla.
“Uno de los principales factores de estrés para las mujeres es la presión de estar en pareja y tener hijos”, dice la Dra. Stewart. “Si una mujer no cumple con ninguna de esas condiciones, o no quiere cumplirlas, a menudo se preocupa por cómo manejar las expectativas de los demás. Esto puede provocar ansiedad”.
Presiones sociales y perfeccionismo
Las mujeres también están condicionadas a priorizar las necesidades de otras personas. Se las alienta a tener todo bajo control en todo momento y muchas le temen a verse inestables si no lo logran. A menudo se sienten responsables de manejar las relaciones y las tareas del hogar. La presión por “hacer todo” puede llevar al perfeccionismo y a la internalización del estrés. Es una receta para la ansiedad.
Estas presiones contrapuestas crean un círculo vicioso. Según explica la Dra. Stewart, “Muchas mujeres se enfrentan a la ansiedad al intentar manejar todas las posibilidades. Se esfuerzan mucho por adelantarse a cualquier cosa que pueda salir mal. Piensan demasiado. Se preparan demasiado. Sin embargo, dado que no es posible prepararse para todos los escenarios, esto puede empeorar la ansiedad”.
También puede parecer que lidiar con la ansiedad forma parte de la vida diaria. No obstante, si sus síntomas hacen que le sea difícil funcionar o le resultan abrumadores, puede obtener la ayuda que necesita.
¿Es ansiedad u otra cosa?
Una de las cosas más frustrantes para las mujeres que viven con ansiedad es el diagnóstico incorrecto. A veces, un problema es físico. A veces, es mental. Y, a veces, es físico y mental.
La ansiedad a menudo se diagnostica incorrectamente como una condición física
La ansiedad causa síntomas físicos. Estos pueden parecerse en gran medida a condiciones comunes, como el síndrome del intestino irritable, las migrañas y las enfermedades cardiacas. Por ese motivo, buscar problemas de salud física tiene sentido. Sin embargo, muchos síntomas se superponen. La ansiedad nunca debe subestimarse como causa o factor asociado.
Las condiciones físicas a menudo se diagnostican incorrectamente como ansiedad
De igual forma, a veces los problemas físicos de las mujeres se definen incorrectamente como ansiedad. Si bien un problema de salud física como la migraña puede conducir a la ansiedad, no necesariamente es causado por la ansiedad.
Nadie quiere escuchar que los síntomas que tiene en el cuerpo están en la cabeza. Por eso, confíe en sus instintos. Haga preguntas. Y busque una segunda opinión si la necesita.
El equipo de atención adecuado hace la gran diferencia
“Cuando viene una mujer con síntomas físicos que pueden indicar ansiedad, por supuesto que queremos descartar problemas médicos subyacentes. No obstante, tenemos que considerar todas las causas posibles”, explica la Dra. Stewart. “Es por eso que involucrar la salud mental en la atención primaria es tan importante. Nos permite tratar a la persona de manera integral”.
Cuando los médicos de atención primaria y los profesionales clínicos de salud mental trabajan en conjunto, pueden hacer más para ayudarle.
Qué debe hacer si experimenta ansiedad
Si la ansiedad está interfiriendo en su vida diaria, hable con su médico. No tiene que esperar hasta tocar fondo. Buscar ayuda es un signo de fortaleza. Estas son algunas cosas que puede hacer para comunicar más fácilmente lo que le pasa:
- Lleve un registro de los síntomas. Registre qué experimenta y cuándo. Esto puede ayudar a su médico a detectar patrones y crear un plan de tratamiento.
- Piense en los factores desencadenantes. Al igual que con los síntomas, tome nota de eventos, lugares o pensamientos específicos que desencadenen o empeoren su ansiedad.
- Haga preguntas específicas. A menudo es tan sencillo como preguntar si los síntomas podrían relacionarse con la ansiedad. Está bien preguntar. Los miembros del equipo de atención están para brindarle respuestas.
Siempre debería sentirse segura al hablar con su médico sobre sus preocupaciones.
¿Cuál es el mejor tratamiento para la ansiedad?
La ansiedad puede controlarse con el apoyo adecuado. Sin embargo, cada persona la experimenta de un modo distinto a los demás. No existe un tratamiento que aplique a todos los casos. Eso es bueno. Su tratamiento debe adaptarse a sus necesidades.
Es posible que su médico le recomiende hacer cambios en su estilo de vida, hacer terapia o tomar medicamentos, o una combinación de esas alternativas. Las mismas pueden ayudarle a manejar los síntomas y encontrar cierto alivio.
Apoyo clínico de su médico
- Terapia: muchas mujeres con ansiedad se benefician de la terapia. Tanto la terapia individual como la terapia de grupo pueden ser útiles. Según explica la Dra. Stewart, “Herramientas como la terapia cognitivo-conductual pueden ayudar a las mujeres a comprender sus pensamientos, estados de ánimo y comportamientos. Pueden ayudarles a desarrollar habilidades de afrontamiento y promover la resiliencia, y eso puede contribuir en gran medida a controlar la ansiedad”.
- Administración de medicamentos: es posible que algunas mujeres con ansiedad moderada o grave necesiten medicamentos. Su médico le explicará las opciones si cree que los medicamentos podrían ayudarle.
Cambios en el estilo de vida que puede hacer usted
- La actividad física puede ayudar a reducir los síntomas de la ansiedad. Incluso 5 o 10 minutos de ejercicio pueden ayudar.
- El sueño se ve afectado por la ansiedad. Y el sueño deficiente empeora la ansiedad. Priorizar el sueño es esencial. Comience por hacer una rutina relajante antes de irse a dormir. Trate de organizar un plan de sueño.
- La nutrición genera un impacto en todos los aspectos de la salud. Llevar una alimentación equilibrada siempre es una buena medida. Limitar el consumo de cafeína y alcohol también. Si bien esas sustancias pueden proporcionar un alivio temporario, pueden empeorar los síntomas de la ansiedad con el tiempo.
- Las actividades de autocuidado como la respiración profunda pueden ayudarle a silenciar la mente. Otra opción es usar aplicaciones digitales que ofrecen ejercicios de atención plena, meditaciones y más.*
- Pedir ayuda es esencial. La Dra. Stewart recomienda aprender a disminuir el estrés en lugar de simplemente manejarlo. “No le darán una medalla de honor por ser la Mujer Maravilla”, comenta. “Aliento a mis pacientes a dejar de pensar que tienen que hacer todo. Eso solo conduce al agotamiento. Aceptar ayuda es una forma de autocuidado importante”. Recuerde que las personas en su vida están allí por una razón. Deles permiso para que le ayuden en lo que puedan.
La ansiedad en las mujeres es una respuesta al estrés, la biología y las experiencias de vida. Es común y se puede tratar. También es complicada. Sin embargo, cuanto más sepa sobre ella, más podrá hacer para controlarla. Recuerde que el apoyo para la salud mental está disponible y funciona. Si está enfrentando ansiedad, sepa que no está sola. Merece atención con compasión y apoyo.