Generalidades de la cirugía
Dos formas comunes del prolapso de órganos pélvicos son el prolapso vesical (cistocele) y el prolapso uretral (uretrocele). Un cistocele ocurre cuando la pared de la vejiga presiona contra la pared vaginal y la desplaza. Un uretrocele ocurre cuando la uretra se sale de su posición normal y presiona contra la pared de la vagina. Su médico puede detectar ambas afecciones fácilmente durante un examen físico. Con frecuencia se presentan al mismo tiempo y suelen estar causadas por daño que ocurre como resultado de un parto vaginal.
Si bien es común tener cierto grado de prolapso de vejiga y de uretra, pocas personas llegan a tener síntomas. O los síntomas pueden no aparecer durante años. Cuando los síntomas sí se presentan, pueden incluir dificultad para orinar, emisión involuntaria de orina (incontinencia urinaria) y dolor durante el coito. No se requiere cirugía a menos que los síntomas interfieran en sus actividades diarias.
A menos que exista otro problema de salud que pudiera requerir una incisión abdominal, la vejiga y la uretra se suelen reparar por medio de una incisión en la pared vaginal. Esta cirugía une el tejido flojo o desgarrado y fortalece la pared vaginal. Esto ayuda a evitar la recurrencia del prolapso.
Qué esperar
Suele utilizarse anestesia general durante la reparación de la vejiga y la uretra. Es posible que permanezca en el hospital 1 o 2 días. Podría volver a su hogar con una sonda puesta. Lo más probable es que pueda volver a sus actividades habituales en unas 6 semanas. Durante los primeros 3 meses, evite las actividades intensas, como levantar objetos pesados o pasar largos períodos de pie, y aumente su nivel de actividad gradualmente. Realizar esfuerzos o levantar objetos una vez que haya retomado sus actividades habituales puede hacer que el problema vuelva a ocurrir.
La mayoría de las personas pueden volver a tener relaciones sexuales en menos de 6 semanas. El funcionamiento urinario suele normalizarse al cabo de 2 a 6 semanas.
Por qué se hace
La reparación de la vejiga y la uretra se hace para aliviar los síntomas como presión en la pared vaginal a partir del movimiento de esos órganos, dificultad para orinar, incontinencia urinaria y dolor durante el coito. Si usted tiene emisiones incontrolables de orina (incontinencia urinaria), puede ser necesario realizar más pruebas para averiguar qué procedimiento se necesita.
El prolapso de la vejiga y de la uretra suele ocurrir junto con el prolapso de otros órganos pélvicos, así que informe a su médico acerca de cualquier otro síntoma que tenga. Si su médico encuentra un prolapso uterino, un rectocele o un prolapso del intestino delgado (enterocele) durante su examen pélvico de rutina, ese problema también se puede corregir durante la cirugía.
Sepa más
Cuál es su eficacia
La cirugía ayuda a mejorar los síntomas para la mayoría de las personas. Pero, en algunos casos, el prolapso vuelve a ocurrir varios años después de la cirugía.
Riesgos
Los riesgos de la reparación del cistocele y el uretrocele incluyen:
- Incontinencia urinaria.
- Retención urinaria.
- Dolor durante el coito.
- Infección.
- Lesión en la vejiga.
- Formación de una conexión o una abertura anormales entre dos órganos (fístula).
Créditos
Revisado: 30 abril, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.
Revisado: 30 abril, 2024
Autor: El personal de Ignite Healthwise, LLC
Comité de revisión clínica
Todo el material educativo de Healthwise es revisada por un equipo que incluye médicos, enfermeras, profesionales sanitarios avanzados, dietistas registrados y otros profesionales de atención médica.