Espolón óseo

Conceptos básicos de la afección

¿Qué es un espolón óseo?

Un espolón óseo (osteofito) es un crecimiento óseo que se forma sobre el hueso normal. La mayoría de las personas piensan en algo afilado cuando piensan en un "espolón", pero un espolón óseo no es más que hueso adicional. Por lo general, es liso, pero puede causar desgaste o dolor si presiona o roza otros huesos o tejidos blandos, como ligamentos, tendones o nervios del cuerpo. Los lugares comunes para los espolones óseos incluyen la columna vertebral, los hombros, las manos, la cadera, las rodillas y los pies.

¿Cuál es la causa?

Un espolón óseo se forma a medida que el cuerpo trata de repararse a sí mismo desarrollando hueso adicional. Generalmente se forma en respuesta a presión, roce o estrés que continúa durante un período de tiempo prolongado.

Por ejemplo, los espolones óseos pueden formarse en los pies en respuesta a ligamentos contraídos, a actividades como bailar y correr que sobrecargan los pies y a la presión de tener sobrepeso o de calzado inadecuado. También pueden formarse en el hombro como resultado de uso repetitivo. Estos espolones óseos pueden pinchar los tendones del manguito de los rotadores. Esto puede provocar trastorno del manguito de los rotadores.

Los espolones óseos también pueden formarse como parte del proceso de envejecimiento. A medida que envejecemos, el tejido que cubre los extremos de los huesos dentro de las articulaciones se deteriora y finalmente se desgasta (osteoartritis). Con el tiempo, esto provoca dolor e hinchazón y, en algunos casos, la formación de espolones óseos a lo largo de los bordes de la articulación.

¿Cuáles son los síntomas?

La mayoría de las personas no tienen ningún síntoma. Pero si los espolones óseos presionan sobre otros huesos o tejidos o causan rozamiento con un músculo o un tendón, pueden dañar ese tejido con el tiempo y causar hinchazón, dolor y desgarro. Los espolones óseos en el pie también pueden causar helomas (ojos de gallo) y callos.

¿Cómo se diagnostica?

Un espolón óseo suele poder verse en una radiografía. Si tiene problemas que están relacionados con espolones óseos, como la artritis, su médico podría solicitar una radiografía. Pero la mayoría de los espolones óseos no causan problemas.

¿Cómo puede cuidarse en el hogar?

Descansar, usar hielo y estirar la zona afectada puede ayudar a aliviar los síntomas. También puede preguntarle a su médico si puede tomar un analgésico de venta libre. Si tiene un espolón óseo en el pie, pruebe a cambiar de calzado o de añadir acolchado o una plantilla como una talonera o una ortesis.

¿Cómo se trata un espolón óseo?

Los espolones óseos no requieren tratamiento a menos que estén causando dolor o dañando otros tejidos. Cuando es necesario, el tratamiento puede incluir ver a un fisioterapeuta para tratarse con ultrasonido o un masaje de tejido profundo. Esto puede ser útil para la fascitis plantar o el dolor en el hombro.

También podría consultarse a un podólogo si los helomas (ojos de gallo) y los callos se convierten en un problema mayor. Si el espolón óseo continúa causando síntomas, su médico podría sugerir una infiltración de corticoesteroides en la zona dolorida para reducir el dolor y la inflamación de los tejidos blandos que están junto al espolón óseo.

A veces se tratan los espolones óseos mismos. Los espolones óseos pueden extraerse quirúrgicamente o tratarse como parte de una cirugía para reparar o reemplazar una articulación cuando la osteoartritis ha causado considerable daño y deformidad. Los ejemplos podrían incluir la reparación de un juanete o de un espolón calcáneo en el pie o la extirpación de pequeños espolones debajo de la punta del hombro.