Generalidades
La terapia sexual puede ser útil para algunos hombres que tienen problemas de erección (disfunción eréctil). La terapia sexual no implica tener relaciones sexuales con el o la terapeuta sexual ni delante de él o ella. Además, no es una terapia a largo plazo ni ilimitada. Por lo general, implica trabajar con un o una terapeuta que recomienda medidas graduales para cambiar el comportamiento sexual.
La terapia sexual le ayuda a comprender y aceptar que las emociones (como la ansiedad o la tristeza) pueden fácilmente llegar a asociarse con reacciones o factores físicos. Esta terapia se basa en lo siguiente:
- Ambos miembros de la pareja comparten la responsabilidad de ayudar a resolver el problema, incluso si se debe a causas físicas.
- Usted y su pareja reciben información y educación sobre técnicas sexuales.
- Es necesario cambiar las actitudes negativas hacia el sexo.
- Es necesario abrir líneas de comunicación entre usted y su pareja.
La terapia sexual puede implicar:
- Hablar sobre las múltiples causas de los problemas sexuales y cómo las emociones pueden jugar un papel en las causas físicas.
- Usar una variedad de pruebas psicológicas.
- Hablar acerca de los cambios naturales en el funcionamiento sexual que se producen con el envejecimiento.
- Ofrecer sugerencias específicas para mejorar el disfrute sexual (como cambios en el juego previo, el uso de lubricantes, descansar lo suficiente, la eliminación de distracciones).
Su médico de familia quizás pueda remitirlo a un o una terapeuta sexual. O usted puede conseguir una remisión de un psicólogo o un trabajador social.