La talasemia es un grupo de trastornos sanguíneos hereditarios que interfieren en la producción normal de hemoglobina del cuerpo. La hemoglobina es una sustancia que necesitan los glóbulos rojos para transportar oxígeno a los tejidos del cuerpo.
La talasemia es hereditaria, es decir, se transmite genéticamente de padres a hijos.
Los síntomas de la enfermedad varían. Algunas personas no tienen síntomas o tienen síntomas muy leves, en cuyo caso es posible que no necesiten tratamiento. Otros llegan a tener síntomas de anemia, como debilidad, fatiga, aturdimiento y palidez.
Las personas que tienen síntomas de moderados a graves de anemia pueden necesitar tratamiento. El tratamiento depende de la gravedad de la talasemia. El tratamiento puede incluir suplementos de ácido fólico, medicamentos, transfusiones de sangre, o trasplantes de células madre de sangre o de médula ósea. Las formas muy raras de talasemia pueden causar daño a los órganos que es potencialmente mortal.