Un análisis de orina examina el color, la claridad (transparente o turbio), el olor, la concentración y el pH (acidez o alcalinidad) de la orina. También examina si hay niveles anormales de proteína, azúcar y células sanguíneas u otras sustancias que, si se encuentran en la orina, podrían significar que hay una enfermedad en alguna parte del cuerpo.
Una persona podría hacerse un análisis de orina:
- Para detectar una enfermedad o infección urinaria. Los síntomas que podrían hacer que un médico solicite un análisis de orina incluyen orina con alteración del color o con mal olor, dolor al orinar, dificultad para orinar, dolor en el flanco o fiebre.
- Para observar el tratamiento de determinadas afecciones, como diabetes, cálculos renales, infección urinaria o algunos tipos de enfermedad de los riñones o del hígado.