La toxoplasmosis es una infección común en las personas, las aves y los animales que a menudo es imperceptible o puede causar síntomas seudogripales leves. Pero la infección puede causar problemas para un feto (cuando la madre contrae la infección) y para las personas que tienen un sistema inmunitario debilitado.
La infección en los humanos suele ocurrir cuando una persona come alimentos que contienen el parásito de la toxoplasmosis, como al comer carne mal cocida de un animal infectado. También se puede contraer la infección al tocar un gato infectado o sus heces. La mayoría de las personas desarrollan inmunidad durante los 2 meses después de la infección.
- La infección durante el embarazo es poco común. En la mayoría de las regiones de Norteamérica, son muy raros los casos de recién nacidos infectados. La toxoplasmosis puede causar ceguera o daño cerebral en un bebé infectado. Las mujeres embarazadas y los recién nacidos que tienen toxoplasmosis reciben tratamiento de antibióticos.
- Las personas que tienen un sistema inmunitario debilitado son vulnerables a la toxoplasmosis grave. Pueden presentar infecciones potencialmente mortales en el cerebro, los pulmones o el corazón, así como daño ocular. Los antibióticos se usan para prevenir la toxoplasmosis, así como para tratar la infección en forma agresiva.