La retinopatía del prematuro (ROP, por sus siglas en inglés) es un problema que afecta los ojos de los bebés prematuros, especialmente aquellos que nacen a las 30 semanas de gestación o antes o que pesan menos de 1500 g (3.3 libras). A medida que la retina inmadura sigue desarrollándose después del nacimiento prematuro, pueden crecer vasos sanguíneos anormales alrededor de sus bordes; en casos graves, la retina se desprende del ojo.
Los bebés prematuros a menudo requieren oxígeno adicional después de nacer. Demasiado oxígeno puede empeorar la ROP, de modo que la oxigenoterapia debe administrarse con cuidado.
La ROP puede ser leve y puede sanar por sí misma. La ROP leve puede causar estrabismo (ojos bizcos), miopía, o ambos. En los casos más graves, el médico puede operar o podría inyectar medicamentos en el ojo para tratar de salvar toda o parte de la vista del bebé.
Los bebés que tienen retinopatía del prematuro o que corren el riesgo de padecerla necesitan ser revisados con frecuencia por un especialista en ojos (oftalmólogo).