Una crisis epiléptica es la respuesta del cuerpo y el cerebro a estallidos repentinos de actividad eléctrica anormal en el cerebro. Una crisis focal es una crisis epiléptica que comienza en una región pequeña del cerebro.
Existen tres tipos de crisis focales:
- Crisis focales con preservación de la conciencia (a veces se llaman crisis parciales simples). Estas crisis alteran brevemente el habla, el movimiento, la visión o el sentido del olfato o del gusto de la persona, pero no afectan el nivel de conciencia de la persona.
- Crisis focales con alteración de la conciencia (a veces se llaman crisis parciales complejas). Este tipo de crisis altera el nivel de conciencia de una persona y hace que la persona se quede con la mirada fija en el espacio. La persona podría notar un olor, sabor o sensación extraños (aura) al comienzo de una crisis.
- Crisis focal con progresión a crisis tonicoclónica bilateral (a veces se llama crisis parcial con generalización secundaria). Estas convulsiones comienzan como los otros tipos de crisis focales pero luego se extienden (generalizan) al resto del cerebro. Esto lleva a crisis epilépticas (convulsiones tonicoclónicas) en las cuales los músculos de la persona se ponen rígidos y se sacuden.
Las crisis focales son el tipo más común de crisis en los adultos. A menudo pueden controlarse con medicamentos o cirugía.