La iritis es una inflamación de la parte coloreada del ojo (iris) que puede causar enrojecimiento, dolor, sensibilidad a la luz y, en algunos casos, pupilas de diferente tamaño. Si no se trata, la iritis grave puede afectar permanentemente la visión.
La mayoría de las personas que desarrollan iritis tienen episodios recurrentes. Aunque la iritis a menudo ocurre por razones desconocidas, puede estar relacionada con ciertas enfermedades a largo plazo (crónicas) que causan inflamación, como la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal u otros trastornos. También puede ocurrir como resultado de una infección, como una infección por herpes.
La iritis se diagnostica con un examen ocular completo. El tratamiento incluye medicamentos administrados en forma de gotas para los ojos o por inyección junto al ojo o dentro de este.