Un sofoco (bochorno) es una sensación repentina de intenso calor corporal, frecuentemente acompañada de sudoración abundante y enrojecimiento de la cabeza, el cuello y el pecho. Estos síntomas pueden ir acompañados de palpitaciones cardíacas de leves a graves, ansiedad, irritabilidad y, en casos poco frecuentes, pánico.
Los sofocos son el síntoma más común de los cambios en los niveles de estrógeno de una mujer alrededor de la menopausia. Ocurren inesperadamente, a menudo por la noche, y suelen durar de varios segundos a minutos. Los sofocos:
- Afectan a algunas mujeres durante la perimenopausia, cuando los niveles de estrógeno están cambiando.
- Afectan con más frecuencia a las mujeres durante los primeros 1 o 2 años después de la menopausia, cuando los niveles de estrógeno han caído por debajo de un determinado nivel. Las mujeres que comienzan la menopausia debido a la quimioterapia, a la extirpación quirúrgica de los ovarios (ovariectomía) durante una histerectomía o al tratamiento con antiestrógenos para el cáncer de seno (mama) tienen una mayor probabilidad de tener sofocos graves.
- Siguen afectando a algunas mujeres durante 5 años o más después de la menopausia.
- Pueden ocurrir con normalidad durante momentos de estrés o vergüenza en mujeres de todas las edades.
Con menor frecuencia, los sofocos son causados por problemas de tiroides, cáncer y estrés psicológico. Los hombres suelen tener sofocos cuando toman terapia hormonal para el cáncer de próstata.
Hay disponibles varios medicamentos para tratar los sofocos.