La monitorización fetal electrónica mide la frecuencia cardíaca de un bebé (feto) durante el embarazo o el trabajo de parto y el parto. También indica la duración y la fuerza de sus contracciones. Estas mediciones pueden ayudar al médico o a la partera a comprobar si un feto es saludable o si está teniendo algún problema.
Durante el trabajo de parto y el parto, la frecuencia cardíaca fetal se observa atentamente junto con las contracciones uterinas. Esto ayuda al médico o la enfermera a ver cómo está respondiendo el bebé y si se necesita algún tratamiento.
Se pueden hacer dos tipos de cardiotocografía: externa e interna.
- Para la monitorización externa, se colocan alrededor de su abdomen instrumentos que detectan los latidos cardíacos fetales y sus contracciones.
- Para la monitorización interna, se le pasará un cable delgado (electrodo) por el cuello uterino y se lo adherirá al cuero cabelludo de su bebé. También puede guiarse un tubo pequeño por el cuello uterino y dentro del útero para medir las contracciones. No se hace una monitorización interna si hay placenta previa, una afección en la que la placenta está baja y justo por encima del cuello uterino, debido al riesgo de sangrado.