La ecografía fetal utiliza ondas sonoras reflejadas para proporcionar una imagen del feto y de la placenta. La ecografía fetal es la manera más segura de obtener información sobre el feto, como el tamaño, la posición, la edad y la condición.
Durante una ecografía fetal, se utiliza un instrumento manual pequeño, llamado transductor, para dirigir ondas sonoras a través del abdomen de una mujer embarazada. Una computadora analiza las ondas sonoras que se reflejan del feto y de otras estructuras en el útero, y las convierte en una imagen. La ecografía fetal puede hacerse moviendo el transductor por el abdomen de la mujer (transabdominal) o insertándolo en la vagina (transvaginal). Después de alrededor de la semana 11 de embarazo, casi todas las ecografías fetales se hacen con el método transabdominal.