La congelación ocurre cuando la piel y los tejidos debajo de la piel se congelan. Sucede cuando una persona se expone a temperaturas de congelamiento [ 32 °F (0 °C)] o inferiores por demasiado tiempo.
La gravedad de la congelación depende del tiempo que la persona haya estado expuesta al frío, la temperatura, la sensación térmica y la humedad. La congelación tiende a ocurrir más en los pies, las manos, las orejas, la nariz y la cara. Los hombres pueden sufrir congelación de los genitales si no se visten correctamente.
Los médicos clasifican la congelación por grados de gravedad:
Congelación de primer grado
La congelación de primer grado es la que afecta a partes de la capa externa de la piel. Los síntomas incluyen:
- Hormigueo, escozor o ardor.
- Piel enrojecida o, con menos frecuencia, pálida, amarillenta o de color rosado/azulado.
- Hinchazón leve.
- No se presentan ampollas.
Congelación de segundo grado
La congelación de segundo grado afecta a todas las capas de la piel. Los síntomas incluyen:
- Entumecimiento seguido de dolor continuo y dolor pulsátil.
- Endurecimiento y congelamiento de la capa externa de la piel.
- Ampollas llenas con líquido transparente o lechoso. Las ampollas se forman dentro de 6 a 24 horas.
- Piel enrojecida e hinchada alrededor de las ampollas.
Congelación de tercer grado
La congelación de tercer grado afecta a las capas profundas de la piel y a los tejidos debajo de la piel. Los síntomas incluyen:
- Piel pálida, de color rosáceo/violáceo o gris azulado.
- Piel dura y congelada que "se siente como un bloque de madera".
- Ampollas que parecen estar llenas de sangre.
- Entumecimiento seguido de ardor, dolor pulsátil o fulgurante.
Congelación de cuarto grado
La congelación de cuarto grado afecta a los músculos, los tendones y los huesos. Los síntomas incluyen:
- Sectores de piel rojiza o azulada que se secan, se ponen de un color negruzco y de consistencia gomosa.
- Poco o nada de hinchazón.
- Ampollas que pueden verse como pequeñas manchas de sangre debajo de la piel.
- Dolor articular continuo y profundo.
El dolor puede ser intenso a medida que la piel congelada se recalienta. Después del recalentamiento, la hinchazón y las ampollas son comunes.
El tratamiento médico para la congelación incluye el alivio del dolor y el recalentamiento rápido de la zona congelada. Esto puede ayudar a prevenir problemas como infección, muerte de tejido o amputación de la parte congelada.