El cáncer de piel de células basales (carcinoma) aparece la mayoría de las veces en zonas del cuerpo que han estado expuestas al sol, como la cabeza, la cara, el cuello, la espalda, el pecho o los hombros. El carcinoma de células basales crece lentamente y por lo general no se propaga a otras partes del cuerpo (metastatiza).
El carcinoma de piel de células basales es el cáncer de piel más común en personas de piel clara. Es raro en personas que tienen piel oscura.
Las señales y los síntomas pueden incluir:
- Un bulto pequeño y carnoso con un aspecto liso y perlado, a menudo con un centro hundido.
- Una lesión que parece una cicatriz y que es firme al tacto.
- Un bulto que sangra, forma una costra y que vuelve a repetir el ciclo.
- Una mancha roja, plana y sensible que sangra fácilmente.
- Vasos sanguíneos diminutos en líneas delgadas rojas con aspecto de araña (telangiectasias).
El tratamiento para un cáncer de células basales suele ser cirugía para extraer la lesión. Si no se puede extraer el cáncer, puede tratarse con radiación, pastillas o cremas que contienen medicamentos. La mayoría de los cánceres de células basales pueden curarse, pero algunos pueden volver después del tratamiento.