Una ecografía abdominal usa ondas sonoras reflejadas para producir una imagen de los órganos y de otras estructuras de la parte superior del abdomen. A veces, se realiza una ecografía especial, como una ecografía de riñón, para mirar más detalladamente un órgano específico.
Una ecografía no usa rayos X ni otros tipos de radiación. Durante una ecografía abdominal, se mueve suavemente sobre el estómago una pequeña unidad manual llamada transductor. Una computadora convierte las ondas sonoras reflejadas en una imagen, que se muestra en una pantalla de televisión.
Una ecografía abdominal podría ayudar a encontrar problemas en el hígado, la vesícula biliar, el bazo, el páncreas, la aorta abdominal y los riñones.