La espondilitis anquilosante es una forma de inflamación articular (artritis) de larga duración (crónica) y que la mayoría de las veces afecta a la columna. La espondilitis anquilosante comúnmente causa dolor y rigidez, con movilidad limitada en la región lumbar, la parte media de la espalda, el cuello, las caderas, la pared torácica y los talones.
La espondilitis anquilosante es una enfermedad específica dentro de una familia de enfermedades que se llaman espondiloartropatías. La causa de la enfermedad no se conoce. En casos graves las articulaciones afectadas en la columna se fusionan. Esto causa grave rigidez en la espalda. Otras articulaciones pueden tener rigidez y dolor, incluidas aquellas en los hombros, las muñecas, las manos, las rodillas, los tobillos y los pies. Las complicaciones de la espondilitis anquilosante pueden incluir inflamación de la parte de color del ojo (iris), la cual se llama iritis, o dificultad para respirar debido al tórax encorvado y a la rigidez de la pared torácica. La inflamación a causa de la afección también puede impactar las válvulas cardíacas. En los casos poco comunes de enfermedad grave, la arteria aorta, los pulmones, los riñones y el tubo digestivo también podrían verse afectados.
La espondilitis anquilosante generalmente afecta a personas de menos de 35 años. Puede ser hereditaria. Y es más común en los hombres que en las mujeres.
Si bien no hay cura, el tratamiento por lo general puede controlar los síntomas e impedir que la afección empeore. La mayoría de las personas pueden continuar trabajando y haciendo actividades normales diarias.