La septicemia es una reacción potencialmente mortal a una infección. La septicemia puede producirse muy rápidamente. Puede dañar tejidos y órganos. En la mayoría de los casos, la septicemia es causada por una infección bacteriana. Una enfermedad, una lesión o una reacción a una cirugía también pueden causarla.
A continuación, se incluyen algunas medidas que puede tomar para evitar la septicemia mientras está en el hospital.
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Preste atención a cómo se siente. La septicemia puede causar problemas respiratorios, un latido cardíaco acelerado, escalofríos, piel fría y húmeda, erupciones cutáneas y temblores. Otros síntomas pueden incluir fiebre, baja temperatura corporal, confusión y presión arterial baja. La septicemia suele causar una combinación de estos síntomas.
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Dígale a alguien de su equipo de atención médica si le preocupa la septicemia. Si tiene algunos de estos síntomas y piensa que algo anda mal, dígale a un médico o a una enfermera. Dígales: "Me preocupa la posibilidad de septicemia".
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Ayude a prevenir las infecciones. Lávese las manos a menudo mientras está en el hospital. Mantenga limpios los cortes, los raspones y los puntos de sutura. Su médico o enfermera le ayudará con esto.
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Pida a familiares o amigos que NO lo visiten si están enfermos. Es mejor evitar a las personas que están enfermas mientras usted está en el hospital.
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Asegúrese de haberse puesto todas las vacunas recomendadas. Si ha recibido vacunas para prevenir el COVID-19, la neumonía, la gripe y otras infecciones en el pasado, pregúntele al médico si necesita otra dosis.
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No fume ni consuma otros productos derivados del tabaco. Al dejar de fumar, usted tiene menos probabilidades de contraer un resfriado, gripe o infecciones. Este puede ser un buen momento para pensar en dejar de fumar para siempre. Si necesita ayuda para dejar de fumar, hable con su médico sobre programas y medicamentos para dejar de fumar.